Durante los últimos meses Turquía había dado señales de sus reticencias a la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. Sin embargo, el pasado martes el presidente turco Recep Tayyip Erdogan lo dejó claro: "No habrá ningún apoyo de Turquía a Suecia para su entrada en la OTAN". Unas declaraciones que ratificó este domingo pero que, tan solo unas horas después, han sido contradichas por su ministro de Exteriores Mevlut Cavusoglu.
Cavusoglu ha señalado durante una rueda de prensa que Turquía "no está en contra de la ampliación" de la Alianza, "ni tiene problemas con Suecia y Finlandia". "No existen "objeciones fundamentales contra la entrada de estos dos países", ha matizado, si bien ha insistido en que deben cumplir los requisitos a pesar de que "entiende sus preocupaciones en materia de seguridad".
Estas "preocupaciones" a las que se refiere Cavusoglu tienen que ver con lo adelantado por Erdogan este domingo durante un acto con jóvenes en la provincia turca de Bilecik. Así, entre otros requerimientos, Erdogan habría entregado a Suecia un listado con 120 nombres que debían ser extraditados: "Tenéis que extraditar a estos terroristas para poder entrar en la OTAN".
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En este sentido, Cavusoglu ha aclarado que las "preocupaciones" transmitidas a Suecia "deben ser tenidas en cuenta" y ha confirmado que las autoridades turcas se encuentran estudiando la posibilidad de abordar las solicitudes de forma independiente, según declaraciones recogidas por la cadena de televisión Haberturk.
Hay que recordar que Finlandia y Suecia presentaron su solicitud de entrada a la Alianza Atlántica de forma conjunta, siendo Turquía y Hungría los únicos miembros de los 30 países que forman la OTAN que no han ratificado la incorporación.
"Si se toma esta medida, esperamos poder considerarlas de forma independiente. Creo que sería justo dividir estos países entre los más y menos problemáticos, pero nuestro objetivo no es separarlos realmente. Nuestra posición se baja en análisis objetivos de cómo se cumplen estos requisitos", ha afirmado el ministro de Exteriores.
Erdogan, por su parte, ha sido menos amable con Suecia al asegurar que "responderíamos diferente a Finlandia si fuera necesario. Suecia estará conmocionada cuando respondamos distinto a Finlandia. Finlandia no debería cometer el mismo error".
Quema del Corán
El rechazo pasó de Turquía a Suecia pasó de ser disimulado a total y explícito a raíz de unos sucesos ocurridos el 21 de enero. Durante una manifestación antiturca, el ultraderechista sueco-danés Rasmus Paludan quemó un ejemplar del Corán delante de la embajada turca y protegido por la policía sueca, acto que Erdogan definió como "una traición, una vulgaridad, una canallada y un deshonor".
"Los causantes de que se haya vivido tal ignominia frente a nuestra embajada no pueden esperar ninguna buena disposición de nuestra parte en su solicitud de adherirse a la OTAN", afirmó entonces Erdogan.
"El Gobierno sueco no hace falta que hable de derechos y libertades. Si tanto os importan, primero debéis mostrar respeto a la República de Turquía y a la fe de los musulmanes. Si no mostráis respeto, de nuestra parte no tendréis ningún apoyo en el asunto de la OTAN", prosiguió el presidente turco.
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Además, la tensión fue a más durante la semana porque la sociedad sueca respondió al rechazo de Erdogan con nuevas protestas. No obstante, la postura de Turquía permaneció impertérrita: no habría incorporación si no se resperaban los acuerdos de la reunión de la OTAN en Madrid en junio de 2022 acerca de impedir actos políticos contrarios a la fe musulmana.
De esta manera, las declaraciones del ministro de Exteriores turco este lunes suponen la primera vez que desde las autoridades del país se considere la opción de que Turquía dé su brazo a torcer y admita finalmente a Suecia junto a Finlandia.