El conflicto en Ucrania avanza a base de sobresaltos y sin un horizonte claro. Más de un año después del intento de invasión rusa, el país aún sufre bombardeos a diario y resiste a duras penas en la franja este. Durante las últimas horas, además, las noticias que pueden cambiar su curso vienen de fuera.
Se juntan varias cosas. El pasado viernes, la Corte Penal Internacional (CPI), situada en La Haya, emitió una orden de arresto contra Vladímir Putin por crímenes de guerra. Turquía aseguró que el pacto para exportar grano por el Mar Negro se había ampliado. Y hace unos días, Xi Jinping, el líder chino, anunció su visita al Kremlin este lunes 20 de marzo con la intención de firmar "documentos importantes bilaterales".
Además, Vladímir Putin ha desafiado la orden del tribunal y ha viajado a Crimea para conmemorar el noveno aniversario desde su anexión ilegal, y a Mariúpol, ciudad "recuperada" del Donbás. Esta localidad fue uno de los símbolos en los primeros ataques de la guerra. Entonces, el teatro principal fue bombardeado brutalmente, acabando con la vida de centenares de civiles.
Un año después, Putin no ha dudado en ir a ese mismo rincón y saludar a algunos residentes mientras veía la reconstrucción de sus calles. Es la primera vez que entra en zona de guerra. Y lo hace con un par de peculiaridades: yendo a un símbolo de la barbarie, al germen de la contienda desde 2014, y con la soga de La Haya al cuello: le acusan de secuestro y deportación ilegal de menores, impidiéndole sobrevolar o pisar 123 países.
La orden se ha tomado con esperanza. Volodímir Zelenski, por ejemplo, dijo que era una decisión "histórica". Otros países aliados de Ucrania, como EEUU, también consideran que el tribunal internacional ha hecho lo correcto, pues el mandatario ruso es un "criminal de guerra" y sus delitos "no pueden quedar impunes", como dijo Pedro Sánchez.
Por el contrario, quien se ha opuesto al dictamen ha sido Aleksandar Vucic, el presidente serbio. Este domingo ha dicho que "es una decisión que, sin entrar en asuntos jurídicos, tendrá malas consecuencias políticas, mala para salvar vidas humanas, y que muestra una gran falta de disposición a hablar de la paz, hasta del armisticio, y de la preservación de vidas humanas".
Según Vucic, el objetivo es "dificultarle la comunicación" al presidente ruso y que "cada uno que hable con él tenga en mente que habla con alguien acusado de los crímenes más graves", afectando así la posición económica de Rusia para "convertirla en paria mundial". "Esas razones políticas las entendería, pero las razones políticas de preservación de las vidas humanas y el establecimiento de la paz son más importantes", ha esgrimido.
Serbia, candidato a ingresar en la Unión Europea (UE), condenó la agresión rusa a Ucrania pero no se ha sumado a las sanciones occidentales a Rusia, su aliado tradicional que protege sus intereses en los foros internacionales, especialmente la postura de no reconocer la independencia de Kosovo.
El Gobierno ruso, por su parte, calificó la orden de arresto de "indignante", "inadmisible" y "nula jurídicamente", y recordó que Rusia no es partícipe del Estatuto de Roma de la CPI. Sin embargo, tanto Putin como María Lvova-Belova (encargada de los Derechos del Niño en el Kremlin).
Con estos parámetros se presenta el encuentro entre el líder chino y el ruso. Xi Jinping irá a Moscú desde el lunes 20 de marzo hasta el miércoles 22. Es una visita de Estado, según confirmó el Kremlin, y se producirá poco después de que Putin invitara a Xi. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha informado de que se debatirán "temas internacionales y regionales importantes".
Se produce también después de que China se haya postulado como intermediador para la paz internacional con su plan de 12 puntos para acabar la guerra en Ucrania. Los hizo públicos el pasado 24 de febrero. El ofrecimiento ha impulsado y acelerado la reunión entre los dos mandatarios.
El encuentro entre Xi y Putin es recibido en Occidente con escepticismo y recelo dado el apoyo diplomático que Pekín siempre ha demostrado a Rusia. Además, hay informaciones que hablan de que China ha proporcionado armas, chalecos antibalas y drones a Rusia durante el conflicto. También se espera que Xi se comunique telemáticamente con Zelenski.