Mientras el expresidente de Estados Unidos Donald Trump jugaba al golf este miércoles en Escocia, otra mujer testificó en el juicio de E. Jean Carroll contra Trump por violación y difamación. La declaración jurada se une a la de otra mujer del pasado martes y en ambos casos relatan cómo el candidato republicano abusó sexualmente de ellas en distintos períodos de tiempo.
El martes Jessica Leeds, de 81 años, declaró en calidad de testigo que Trump la besó, la manoseó y le metió la mano por debajo de la falda en un vuelo a Nueva York en 1979. Leeds ya había contado su historia al 'New York Times' en 2016.
"No mediaron palabras. Surgió de la nada (...) Trató de besarme, de tocar mis senos", dijo Leeds bajo juramento. Cuando Trump "puso sus manos bajo mi blusa" se levantó de su asiento de primera clase y puso fin a las intenciones del empresario. "Me pareció que duró una eternidad, pese a que solo pasaron unos segundos", añadió.
Al día siguiente, en la sexta sesión, el jurado escuchó a Natasha Stoynoff, una reportera de la revista 'People', quien declaró que Trump la inmovilizó contra una pared y la besó a la fuerza en su mansión de Mar-a-Lago en 2005, adonde se trasladó para escribir un artículo sobre el primer aniversario de su matrimonio con Melania Trump.
"Realmente tuvo un profundo efecto en mí", dijo Stoynoff entre lágrimas, describiendo la intensa vergüenza y la duda de sí misma que dijo haber sentido después del encuentro.
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Stoynoff dijo que trató de alejar a Trump cuando se acercó a ella en la casa. "Vino hacia mí otra vez y traté de empujarlo de nuevo. Me estaba besando. Él estaba apoyado contra mí", dijo. Entonces intentó gritar, pero no fue capaz: "No emití palabra alguna. Lo intenté, pero no pude".
Trump tan solo cejó en su empeño cuando su mayordomo entró en la habitación. Fue ahí cuando retrocedió y dejó libre a Stoynoff. En el juicio ella confesó que Trump volvió a hablar con ella más tarde y le sugirió que "el sexo con él sería el mejor de todos".
"Él dijo: 'Sabes que vamos a tener una aventura, ¿no?'. Yo estaba avergonzada y humillada por el ataque", dijo Stoynoff, que le pidió a su jefe que la quitara la tarea de escribir sobre Trump.
Posteriormente, el jurado mandó reproducir una grabación de Trump en el programa televisivo Access Hollywood en 2005, donde alardea de haber cometido agredido sexualmente a varias mujeres a lo largo de su vida.
"Me atraen automáticamente las mujeres hermosas. Empiezo a besarlas y manosearlas, es como un imán. Solo beso. Ni siquiera espero a una respuesta. Cuando eres una estrella, te dejan hacerlo. Puedes hacer cualquier cosa. Agárralas por el coño", dice el expresidente en esa cinta.
Trump, al golf
Donald Trump llegó el lunes a Aberdeen, Escocia, para jugar al golf. Después siguió su ruta deportiva en los campos del sur de Irlanda. "He oído que nos va muy bien en Nueva York", dijo el miércoles cuando le preguntaron por qué no estaba en el juicio.
Él ya había avisado de que no se personaría en el Tribunal de Manhattan, opción a la que podía acogerse legalmente. Sin embargo, los acontecimientos parecen haberle hecho cambiar de opinión, ya que el juicio no está yendo tan bien como él asegura.
"Probablemente asistiré y creo que es una vergüenza que se permita que sucedan acusaciones falsas contra un tipo rico, o en mi caso contra una persona famosa, rica y política", dijo a los periodistas mientras jugaba al golf en el resort Doonbeg en el suroeste de Irlanda. "Tengo que volver por una mujer que hizo una acusación falsa sobre mí, y hay un juez que es extremadamente hostil", añadió.
De momento, el expresidente no se ha personado en Manhattan, pero eso no significa que no haya dado su versión. Después de la declaración de Stoynoff y del vídeo de Access Hollywood, añadido al juicio como prueba de la acusación, el jurado reprodujo otro vídeo a petición de Joe Tacopina, abogado de Trump.
En la cinta, Trump negó haber violado a la periodista E. Jean Carroll en los probadores de los lujosos grandes almacenes Bergdorf Goodman, en Nueva York, a mediados de los 90.
"Es la historia más ridícula y repugnante", dijo Trump en la grabación, encorvado sobre una mesa de conferencias mientras los abogados de Carroll le presentaban documentos. "Es simplemente inventada". Aunque no se han divulgado las imágenes de la declaración, sí se han presentado públicamente partes de la transcripción.
En los testimonios ofrecidos por Carroll en sesiones anteriores asegura que Trump la golpeó contra la pared en 1995 o 1996, le metió los dedos en la vagina y luego le introdujo el pene. El abogado de Trump intentó desacreditarla por el hecho de que no gritó, a lo que Carroll se opuso firmemente: "Ese es el motivo por el que no denuncian más mujeres. Me violó haya gritado o no".
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Además de no comparecer en persona, el abogado Joe Tacopina informó al juez Lewis Kaplan de que su cliente tampoco presentará a ningún testigo en el juicio. El martes, Tacopina había anunciado que acudiría un "experto", pero finalmente no será así "por enfermedad".
Este jueves está previsto que testifique Carol Martin, la amiga de Carroll a quien esta última contó la presunta violación. Martin habría aconsejado a Carroll que no denunciara entonces pues se trataba de un hombre muy poderoso que la "enterraría con sus cientos de abogados".