La inteligencia ucraniana ha advertido de "posibles provocaciones" rusas durante la celebración del 'Día de la Victoria' (9 de mayo) en el que se celebra la capitulación del Tercer Reich. Al mismo tiempo, Andréi Marochko, representante de las autoridades impuestas por Rusia en la república popular de Lugansk, ha anunciado que Ucrania podría lanzar su contraofensiva el día 9 de este mes, coincidiendo con la festividad rusa. Todo este cruce de sospechas y acusaciones ocurre después de 14 meses de guerra entre ambos países.
Unas acusaciones que Rusia no ha cesado desde el inicio de la invasión y que ha ampliado a Estados Unidos y la OTAN. La semana pasada, por ejemplo, Moscú denunció un ataque contra el Kremlin llevado a cabo con drones. Gracias a las defensas antiaéreas, alegaron, fueron interceptados antes de impactar contra la sede del Gobierno ruso.
Según las autoridades rusas, el objetivo de estos drones era asesinar al presidente del país, Vladímir Putin. Ucrania negó estar detrás del ataque y Moscú rectificó y comenzó a culpar a Washington de lo que considera un ataque contra el Kremlin para matar al presidente Putin. "El estado agresor elige fechas simbólicas para sus provocaciones. Los servicios especiales rusos pueden prepararlas para el 9 de mayo en el territorio de la Federación Rusa y de Bielorrusia", afirmó el portavoz del servicio de inteligencia del ministerio de Defensa, Andrii Yusov. Una retórica que coincide con la expresada desde el Kremlin.
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El pasado sábado Rusia también culpó a Ucrania de atacar su país, después de que el escritor ruso Zajar Pripelin fuera víctima de un al atentado. El autor de ideología nacionalista, resultó herido al detonar un explosivo debajo del coche en el que viajaba.
El detenido por el intento de asesinato, identificado como Alexandr Permyakov, confesó que "actuó siguiendo las instrucciones de los servicios especiales ucranianos", según informó el Comité de Investigación rusa.
EEUU en el punto de mira
El pasado jueves, Rusia acusó a Washington de de estar detrás del ataque ucraniano al Kremlin y de otros atentados en territorio. Añadió, además, que las agresiones contaban con el"aprobado" de la Unión Europea. "Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington", afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Estados Unidos "decide los objetivos y los medios y Kiev ejecuta", sostuvo. "No siempre se le da permiso a Kiev para elegir los medios", agregó. Peskov afirmó que Moscú es "perfectamente consciente" de ello y Washington debe entenderlo.
En el mismo sentido, el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antonov, criticó duramente a la Casa Blanca por su posicionamiento después de los supuestos ataques ucranianos contra su presidente Putin. Antonov Acusó a Joe Biden de tener "doble rasero".
Tal y como ha venido sucendiendo en los últimos días, después del atentado contra el escritor, diversas personalidades han apuntado directamente contra Kiev, Estados Unidos e incluso la OTAN.
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La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, afirmó en su canal de telegram que "Washington y la OTAN alimentaron otra célula terrorista internacional: el régimen de Kiev". Sostuvo que la responsabilidad directa de este suceso es de "EEUU y el Reino Unido".
Prilepin fue el líder del ultranacionalista partido Por la Verdad que él creó en 2020 y que se fusionó en 2021 con Rusia Justa, del que es uno de sus líderes. El presidente de Rusia Justa y líder parlamentario en la Cámara Baja, Serguéi Mirónov, declaró que el accidente fue un ataque planeado y orquestado.
Grupo Wagner
Rusia no pasa por su mejor momento. El viernes el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, difundió un vídeo donde mostraba su furia ante el Kremlin y anunciaba que retirará sus tropas de Bakhmut el próximo 10 de mayo. Desde el punto de vista político, la situación es complicadísima para Vladimir Putin, ya que el número de pérdidas humanas se incrementa y sus propios aliados le desobedecen.
Los mercenarios del Grupo Wagner permanecerán por ahora en Bakhmut, después de que Moscú prometiera las armas y municiones necesarias para seguir luchando en la ciudad ucraniana, una disputa que queda lejos a los rusos en casa, que encaran el Día de la Victoria más difícil de los últimos años.
'Día de la víctoria', sin victoria
En lo que es quizás el día más importante en Rusia, muchas ciudades, incluida la capital, han cancelado este año por motivos de seguridad el Regimiento Inmortal, la marcha en la que los rusos conmemoran con fotos sus familiares caídos en la Gran Guerra Patria y a los que se suman desde el año pasado los fallecidos en Ucrania.
En 2022, primer 9 de mayo de Rusia en guerra, se mantuvo la procesión ciudadana y el propio Putin marchó en Moscú con la fotografía de su padre por la Plaza Roja tras presidir como comandante en jefe el tradicional desfile militar, que también ha sido cancelado ya en seis regiones rusas, la anexionada Crimea y 21 ciudades del país.