El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha expresado su preocupación por los deseos de avanzar hasta Varsovia que han manifestado los mercenarios del Grupo Wagner emplazados en su país.
"Quizás no debería decirlo, pero lo haré. Nos han empezado a inquietar los wagneritas. 'Queremos ir a Occidente, Denos permiso'. Y yo les digo, para qué queréis ir a Occidente. 'Para hacer una excursión a Varsovia, a Rzeszow'", ha expresado Lukashenko al inicio de su reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin. El encuentro ha tenido lugar en el Palacio de Constantino en San Petersburgo. Este encuentro es el primero tras el motín propiciado por los mercenarios del Grupo Wagner el pasado 23 de junio en Rusia.
Lukashenko ha asegurado que Minsk mantendrá a los wagneritas en la base de Moguiliov y que no les permitirá movilizarse, ya que su "estado de ánimo es malo".
El presidente bielorruso ha destacado que los mercenarios combatieron en la ciudad de Bajmut contra unidades equipadas con armamento occidental que llegó en avión al aeródromo polaco de Rzeszow.
Por otro lado, Lukashenko ha denunciado el despliegue de una brigada que Polonia ha realizado en la ciudad de Brest y otra a unos cien kilómetros de Grodno, cuando estaban a unos quinientos kilómetros del territorio bielorruso.
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Además, también ha considerado de "inaceptable" los posibles planes que Varsovia tenía sobre la ocupación del oeste de Ucrania y que Moscú ha denunciado.
Todo esto surge en el contexto de "paz" que puso fin a la sublevación el pasado 23-24 de junio. El acuerdo ponía fin al motín y el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, aceptó el traslado a Bielorrusia. Por otro lado, los miembros de su ejército tenían estas opciones: regresar a sus casas, acompañarle o subordinarse al Ministerio de Defensa.
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