El partido socialdemócrata populista Smer, del exprimer ministro prorruso Robert Fico, ganó las elecciones generales adelantadas de Eslovaquia el pasado sábado, con un 23,3% de los votos, según el escrutinio completo. Las primeras estimaciones habían dado inicialmente como posible ganador al partido progresista proeuropeo (PS), del vicepresidente del Parlamento Europeo, Michal Simecka, quien al final obtuvo sólo un 17,1% de los votos para ser segundo.
Smer, con un mensaje de defensa del ciudadano, acosado por la elevada inflación, con una retórica antiinmigración y crítica con las ayudas a Ucrania, ha calado y disparado su voto, que en las elecciones de 2020 había logrado solo el 18%. Fico dijo que Eslovaquia tiene problemas mayores que la cuestión de Ucrania, como los precios de la energía y el coste de vida, pero que su partido haría todo lo posible para iniciar conversaciones de paz entre Zelenski y Putin.
El domingo, Fico comenzó la ronda de conversaciones con las otras formaciones políticas para formar un gobierno de coalición que probablemente se una a Hungría para oponerse a la ayuda militar de la Unión Europea a Ucrania. "No vamos a cambiar nuestra disposición a ayudar a Ucrania de forma humanitaria", aseguró Fico -los analistas señalan una fuerte influencia del primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orban, quien ha chocado frecuentemente con la UE-. "Estamos dispuestos a ayudar en la reconstrucción del Estado, pero ustedes conocen nuestra opinión sobre armar a Ucrania", añadió en una conferencia de prensa.
Eslovaquia es miembro de la OTAN, pero muchos de sus ciudadanos se postulan con Moscú en el 'anti occidentalismo'. Eslovaquia ha sido y es un país que despierta preocupación en Bruselas.
"Necesitamos decirle al mundo entero que la libertad vino del este, la guerra siempre viene del oeste", apuntó Fico en uno de sus últimos actos de campaña, en el que también aclaró que la guerra de Ucrania la iniciaron "nazis" ucranianos en el año 2014.
Posibles coaliciones
El partido liberal de Eslovaquia Progresivne Slovensko (Eslovaquia Progresista, PS) quedó segundo en la votación del sábado con casi el 18% de los votos y quiere mantener el rumbo en el apoyo a Ucrania. Por lo tanto, Fico bien podría considerar al partido izquierdista moderado HLAS (Voice), que quedó tercero con casi el 15% de los votos, como socio junto con el Partido Nacional Eslovaco (SNS), de su viejo aliado, Peter Pellegrini, nacionalista y prorruso.
El líder del HLAS, Peter Pellegrini, asegura que el suministro de municiones a Ucrania es bueno para la industria de defensa de Eslovaquia y su partido respalda la postura de la UE. Una coalición con Fico podría suponer una moderación de la retórica de éste en el futuro.
Eslovaquia ya ha donado a Ucrania la mayor parte de lo que pudo de las reservas estatales -incluidos aviones de combate- y Fico no ha aclarado si su partido intentaría poner fin a los suministros comerciales de la industria de defensa.
El partido PS de Eslovaquia, liberal en políticas verdes, derechos LGBT, derechos humanos y favorable a una integración europea más profunda, también planea cortejar a HLAS. "Creemos que son muy malas noticias para Eslovaquia", dijo el líder del PS, Michal Simecka, en una conferencia de prensa sobre la victoria del SMER-SSD. "Y sería una noticia aún peor si Robert Fico lograra formar gobierno".
Cambio de tendencias
Un gobierno liderado por Fico señalaría un nuevo giro en Europa central contra el liberalismo político, que se vería reforzado si el gobernante conservador Ley y Justicia (PiS) gana las elecciones en Polonia a finales de este mes.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, felicitó a Fico el domingo con una publicación en la red social X que decía: "¡Adivina quién ha vuelto!" y añadía, "Siempre es bueno trabajar junto a un patriota".
Fico, que hizo una fuerte campaña contra la inmigración ilegal en el período previo a las elecciones y criticó al gobierno interino por no hacer más, dijo que reiniciar los controles fronterizos con Hungría representaría una máxima prioridad. "Una de las primeras decisiones del gobierno debe ser una orden que renueve los controles fronterizos con Hungría", dijo Fico en una conferencia de prensa. "No será un panorama agradable", afirmó, añadiendo que se necesitaría fuerza en la frontera -de 655 kilómetros-.
Los inmigrantes, en su mayoría hombres jóvenes de Oriente Medio y Afganistán, llegan en su mayoría a través de la llamada ruta de los Balcanes, entrando a Hungría desde Serbia a pesar de una valla de acero que Orban había construido después de la crisis de refugiados de 2015 que sacudió a Europa.