El representante permanente francés ante las Naciones Unidas (ONU), Nicolas de Rivière, se inclina hacia el plan de autonomía marroquí como solución para el conflicto del Sáhara Occidental en su última intervención.

“Recuerdo el apoyo histórico, claro y constante de Francia al plan de autonomía marroquí. Este plan está sobre la mesa desde 2007. Ha llegado el momento de avanzar”, afirmó el diplomático al final de su intervención en Nueva York este lunes 30 de octubre.

Esa jornada, la ONU adoptó la resolución para ampliar el trabajo de la Misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO) con solo dos abstenciones, Rusia y Mozambique.

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Asimismo, De Rivière aseguró que Francia “defiende una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad”.

Igualmente, llamó a la reanudación de las negociaciones entre todas las partes en formato de mesa redonda, como ya se realizó en 2019 en Ginebra; y reconoció los esfuerzos de las Naciones Unidas. “Francia anima a todas las partes a comprometerse en una solución pragmática, realista y duradera, basada en el compromiso, y apoya los esfuerzos del enviado personal -del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura- para reanudar las discusiones en mesa redonda”, concluyó.

Calificó de “positiva” su reciente visita a la región y las consultas que pudo mantener. En todo caso, el Consejo de Seguridad insta a brindar mayor cooperación con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), facilitando las visitas a la región.

Por su parte, el Frente Polisario difundió un comunicado tras la aprobación de la resolución en el que considera esta petición como “un mensaje claro al Estado ocupante de Marruecos, que ha estado impidiendo que la ACNUDH visite el Sáhara Occidental ocupado por octavo año consecutivo”.

En su resolución, el Consejo de Seguridad recuerda todas sus resoluciones anteriores sobre el Sáhara Occidental y reafirma su compromiso de ayudar a las dos partes, el Frente Polisario y Marruecos, a lograr una solución justa y duradera que prevea la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental. El Consejo de Seguridad reconoce igualmente el importante papel que desempeña la MINURSO sobre el terreno y la necesidad de que cumpla plenamente su mandato.

Crisis con Macron

A pesar de las declaraciones del máximo representante diplomático francés en la ONU, las relaciones de Marruecos y Francia no gozan de una buena salud.

Recientemente, el rey Mohamed VI no recibió al embajador francés en Marruecos, Christophe Lecourtier, durante la ceremonia de credenciales celebrada a principios del mes de octubre, a pesar de que hace nueve meses que llegó a Rabat.

Un mes antes, el soberano había rechazado la ayuda prestada por el presidente francés, Emmanuel Macron, para el rescate de personas afectadas por el terremoto de Al Haouz.

La crisis bilateral de Marruecos y Francia comenzó en 2021 cuando Macron descubrió que su teléfono móvil y el de 14 de sus ministros habían sido intervenidos con el sistema de espionaje israelí Pegasus. Las relaciones empeoraron con la restricción de visados Schengen a los marroquíes que quieren viajar al país galo y, por supuesto, con la visita del presidente francés a Argel en agosto de 2022.

En todo caso, la mayor tensión se deriva del no reconocimiento explícito por parte de Francia de la soberanía marroquí sobre el territorio saharaui. Sin embargo, tras las declaraciones de De Rivière en la ONU se han mostrado complacientes.

“La posición de Francia a favor de la reanudación de la mesa redonda, expresada clara y oficialmente por su representante permanente ante la ONU, no favorece en absoluto a Argelia y, sin duda, hará rechinar los dientes a la junta”, publicó el martes el digital cercano a los servicios de inteligencia Le360.

Es cierto que Argelia se niega a reanudar las negociaciones entre las distintas partes en el formato de mesa redonda. Lo que en Marruecos se entiende como una estrategia para obstaculizar la resolución del conflicto del Sáhara Occidental.

Apoyo de otros países

El Ministerio de Exteriores marroquí recuerda en un comunicado que “varios países de todo el mundo han expresado claramente su apoyo a esta iniciativa como base esencial para cualquier solución a este contencioso regional”.

Entre ellos, los expresidentes Donald Trump y Pedro Sánchez, a pesar de tener en contra a otros partidos políticos y a la sociedad civil. También se han posicionado a favor del plan de autonomía marroquí, Alemania e Israel.

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Tel Aviv fue el último gobierno en respaldar de manera pública a Rabat. El pasado 17 de julio, Mohamed VI hizo pública una carta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que reconocía la soberanía de Marruecos sobre el territorio del Sáhara Occidental. De tal manera que la posición se refleja en todos los actos y documentos del Gobierno de Israel.

Marruecos llevaba presionando para que adoptase esta postura desde que reconoció el Estado de Israel en diciembre de 2020. Lo mismo que hizo con España, Alemania y Francia.