El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, ha quedado en libertad en las últimas horas tras abandonar la prisión de alta seguridad británica en la que estaba recluido y ya ha abandonado el Reino Unido con el objetivo de volver a Australia. Allí ha permanecido 1.901 días.
El activista, de 52 años y nacionalidad australiana, ha alcanzado con el Departamento de Justicia de EEUU, al que EL ESPAÑOL ha tenido acceso. En dicha documentación, Assange admite haber publicado en WikiLeaks información sobre la Administración estadounidense clasificada como "secreta", "confidencial" y "top secret", la máxima categoría de reserva. Toda ella, como recoge el acuerdo, podría afectar a la seguridad nacional de los Estados Unidos si se hacía pública.
En su perfil oficial de Twitter, la plataforma WikiLeaks aseguró que Assange ya ha abandonado el Reino Unido. Durante la tarde del martes, ya volaba con destino a las Islas Marianas, donde comparecerá ante un tribunal.
"Después de más de cinco años en una celda de 2x3 metros, aislado 23 horas al día, pronto se reunirá con su esposa Stella Assange y sus hijos, que sólo han conocido a su padre tras las rejas", comunicó el perfil de Twitter oficial de WikiLeaks.
La plataforma también ha publicado un vídeo en el que se ve a Assange, con el pelo blanco peinado hacia atrás, revisando unos papeles y luego subiendo a pie la escalerilla de un avión.
Julian Assange comparecerá el miércoles a las 9.00 hora local (la una de la madrugada del miércoles hora peninsular española) en un tribunal de las Islas Marianas, que es un territorio bajo jurisdicción estadounidense ubicado en el océano Pacífico. Será allí donde formalice su acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU.
Assange estaba acusado por Estados Unidos de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje en la que fue una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia del país.
Ocurrió en 2010, cuando WikiLeaks reveló secretos de las guerras de Irak y de Afganistán, así como datos sobre los detenidos en la base de Guantánamo, entre otros asuntos.
Según el acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Assange se declarará culpable el miércoles de un único cargo: el de "conspiración para la obtención y difusión de información nacional clasificada".
La comparecencia se realizará en un tribunal de las Islas Marianas, debido a la oposición de Assange a viajar al territorio continental de EEUU y a la proximidad de ese área con Australia, donde Assange pretende volver.
La citada documentación recoge que el fundador de WikiLeaks, desde el año 2009 y hasta al menos el 2011, "a sabiendas y fuera de ley", conspiró con la exsoldado Chealsea Manning para publicar información reservada, cuya revelación podría causar "grave daño a la seguridad nacional".
Según el acuerdo, firmado por el fiscal Shawn N. Anderson y que aún debe ser aprobado por un juez, Assange sólo sería sentenciado a 62 meses de prisión, equivalentes al tiempo que ya ha cumplido, de forma provisional, en la prisión de alta seguridad de Belmarsh.
Consultado por EL ESPAÑOL, Aitor Martínez, el abogado español que lidera la defensa de Assange, apela a la cautela, debido a que el acuerdo aún debe ser ratificado judicialmente ante la autoridad norteamericana competente, lo que está previsto que suceda este miércoles.
"Formalmente, el proceso no ha terminado hasta que se ratifique debidamente ante la corte de Estados Unidos. A partir de ese momento ya sí formalmente se habría cerrado esta causa ante el Distrito Este de Virginia, por la que Julian Assange enfrentaba potenciales penas de 175 años de cárcel", señala Martínez en conversación con este periódico.
"Como periodista, Julian Assange recibió información proveniente de fuentes legítimas y procedió a publicar esa información, al constatar que era veraz, de interés público, y, además, en este caso, información que acreditaba la comisión de gravísimos crímenes de guerra sobre los que pesa una obligación internacional en su persecución. Por lo tanto, Julian Assange simplemente ejerció la labor de cualquier periodista, amparada por el derecho a la libertad de prensa", añade el letrado.