Varios hombres con las caras tapadas apalean y apedrean a un varón y a una mujer que viajan en una furgoneta por sospechar que mantienen relaciones sexuales durante el Ramadán. Les roban los móviles, lo graban todo en vídeo y lo difunden por las redes sociales. Ahora que el caso está en manos de la Justicia el Fiscal General considera a las víctimas de la agresión sospechosos de “corrupción y adulterio” después de confirmar que la chica conocía previamente al chófer del transporte clandestino.
La Gendarmería Real también ha detenido a 14 personas por el brutal ataque con cargos de “intento de homicidio premeditado y robo”.
Tras la difusión del violento vídeo el jueves 31 de mayo, el Fiscal General del Tribunal de Apelaciones de Safi, región donde sucedieron los hechos, solicitó el viernes 1 de junio la apertura de una investigación por parte de la Gendarmería bajo la supervisión de la Fiscalía sobre las circunstancias de su grabación.
Las órdenes eran “arrestar a las personas involucradas en este acto” y “tomar las medidas legales necesarias”, según el comunicado difundido por la agencia de noticias MAP.
Los atacantes no se arrepienten
Los agresores consideran su conducta “normal y legítima”, defienden que se comportaron como policías y no se arrepienten de la agresión, que consideran justificada porque, según ellos, la pareja mantenía relaciones sexuales. En declaraciones a cara descubierta al canal de televisión aljarida24.ma explican: “Sorprendimos al conductor y a la chica preparando la comida e intentamos aconsejarlos, pero comenzaron a insultarnos, así que les golpeamos”. Según el grupo de agresores “han pasado tres años desde que el conductor viene aquí con esta chica y nunca le interrogamos, pero ahora lo hace en pleno Ramadán, y es inaceptable”.
Los autores del linchamiento también prestaron declaración en la Gendarmería tras el arresto de dos de ellos. En su versión de los hechos justifican sus acciones por un supuesto “libertinaje” de la pareja en Ramadán. “Vinimos a presentarnos ante las autoridades porque no hicimos nada, no somos terroristas”, aseguraban a este canal de televisión marroquí.
Por su parte, el chófer declaró que fue atacado, que abusaron de él y posteriormente le robaron el dinero y el teléfono. “Estas personas me causaron mucho daño, me dieron una paliza y saquearon mi coche, no he trabajado durante una semana, tengo hijos que van a la escuela y mis padres están paralizados”, explica en un vídeo en el portal árabe Hespress, en el que termina suplicando “a mis hermanos marroquíes que me apoyen y que se haga Justicia”.
Tanto él como la mujer tienen lesiones en la cara, el cuello y los hombros como consecuencia de los golpes recibidos. Tras el linchamiento acudieron a la Gendarmería a denunciar la paliza y el robo de los móviles.
“La lapidación hasta la muerte es uno de los castigos legales del islam para luchar contra la pornografía y la prostitución en las sociedades musulmanas”
El vídeo se hizo viral y fue compartido en las redes sociales durante los últimos días, aunque la agresión se cometió el 24 de mayo. Primero atacan con bates de madera, y piedras atadas con un cuerda a la joven, que aparece con la cara ensangrentada y el moño del pelo deshecho. Con el pretexto de que la chica estaba llevando a cabo un acto no permitido durante el Ramadán en compañía de un hombre desconocido que no es miembro de su familia.
Los agresores atacan a la pareja porque sospechan que mantienen relaciones sexuales, pero la chica les jura en el viíeo que es una estudiante y que contrató a este khattaf, conductor de taxi clandestino, para que la llevase a realizar un trabajo de campo para una investigación de su carrera de Geología. Cuando el conductor intenta razonar con los agresores mientras ofrece agua a la mujer para que se limpie la sangre del rostro, empiezan a golpearle violentamente.
Lo curioso es que desde que se presenta la denuncia el pasado 24 de mayo hasta que se abre la investigación el 1 de junio pasa una semana. Las autoridades abren el caso cuando salta a las redes sociales y crea un clima de ira e indignación en la sociedad.
Uno de los comentarios más difundidos es el de un profesor de Tetuán, localidad del norte del país, que pidió la lapidación de las dos víctimas golpeadas y posteriormente en otro post justificó su llamamiento al asesinato, “la lapidación hasta la muerte es uno de los castigos legales del islam para luchar contra la pornografía y la prostitución en las sociedades musulmanas”, escribió en su muro de Facebook.
En su perseverancia, el maestro da incluso su número de teléfono y domicilio, así como los lugares que frecuenta en Tetuán para desafiar a aquellos que han criticado su publicación en las redes sociales.
Marruecos está lejos de otros países africanos, donde todavía se sigue practicando la sharía o ley islámica, que condena a muerte a pedradas a casados, separados, divorciados y hasta viudos que mantengan relaciones extramatrimoniales, siempre que se pruebe con la confesión de cuatro testigos directos, y a pesar de que tal castigo no aparece recogido en el Corán.
Sin embargo, el adulterio o infidelidad conyugal está perseguida tanto para el hombre como la mujer hasta con dos años de cárcel según el artículo 491 del Código Penal marroquí. Resulta contradictorio con el derecho a la vida privada que reconoce la reforma constitucional de 2011, y Human Rights Watch (HRW) viene denunciado repetidamente en sus informes que la penalización del adulterio por la ley marroquí “viola los derechos fundamentales” del individuo.