Marruecos reinterpreta la opinión de Alemania sobre su posición en el Sáhara para presionar a España
Berlín sale al paso del mensaje que publicó en Facebook y que en medios marroquíes se ha aprovechado para difundir una "información falsa".
15 diciembre, 2021 06:05Noticias relacionadas
- Reino Unido refuerza la búsqueda de gas en Marruecos y explora en un antiguo protectorado español
- Rabat desplegará misiles israelíes en El Estrecho en respuesta al refuerzo militar español en la zona
- Marruecos prolonga el cierre de sus fronteras 'sine die' ante la "situación catastrófica" de Europa
- Marruecos se enzarza con Alemania por el Sáhara Occidental, Libia: llama a su embajadora en Berlín
Ahora que Angela Merkel, después de 16 años como canciller de Alemania, se ha despedido de Europa y del resto del mundo, Marruecos aprovecha el traspaso de poderes y la llegada al poder del socialdemócrata Olaf Scholz para recomponer relaciones diplomáticas con un socio al que considera líder de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el reino alauí ha cometido un error de cálculo en su intento por restaurar relaciones con Berlín y se ha excedido en sus labores de 'propaganda'. Rabat ha aprovechado estos días un post que la embajada alemana en Marruecos colgó en Facebook el pasado martes 7 de diciembre para afirmar que se habían restablecido las relaciones diplomáticas entre ambos países, calificando a la nación que ahora gobierna Scholz como "socio inestimable".
Ante estas informaciones, alentadas por los medios marroquíes, la embajada de Alemania en Rabat expresó ese mismo día a Marruecos el interés existente en retornar a "las buenas y tradicionalmente amplias relaciones diplomáticas" que tenía con el reino alauí y que Mohamed VI, a través de su ministro de Exteriores, Nasser Bourita, rompió hace más de siete meses, tal y como informó entonces en EL ESPAÑOL Sonia Moreno.
Pero el país europeo ha tenido que dar un paso al frente para advertir de que algunas de las informaciones que se estaban publicando desde Marruecos no eran ciertas. Como por ejemplo que la nueva ministra de Exteriores designada por Scholz, Annalena Baerbock (del partido de Los Verdes), es proclive a la autonomía del Sáhara Occidental.
Es cierto que en el mensaje publicado en su página de Facebook, la Embajada destaca que "el Reino de Marruecos es un socio importante de Alemania" y afirma que reanudar las relaciones redundaría en el interés de ambos países. Pero esas relaciones diplomáticas aún no se han recuperado por completo.
"Alemania está preparada para una asociación que mira al futuro en pie de igualdad", indica el comunicado, que añade que el gobierno del país germano acoge "con satisfacción" la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel llevada a cabo en el último año.
Aunque por otra parte, en su mensaje Alemania se defiende de la "información falsa" difundida por medios marroquíes, que atribuye a la inteligencia alemana un informe sobre Marruecos de la investigadora suiza Isabelle Werenfels, la cual, indica la nota, no tiene ninguna relación con los servicios de inteligencia germanos.
Toda esta situación no es sino una estrategia para poner más presión sobre el Reino de España
Esta investigadora considera que "la decisión unilateral de Donald Trump de reconocer la soberanía de Marruecos sobre (...) el Sáhara Occidental supuso una sacudida (...)". Y cree que "aunque es incoherente con el Derecho Internacional, paradójicamente, podría abrir una vía para que los actores internacionales presionen a Marruecos y a los saharauis independentistas para que negocien una solución política duradera", tal y como señalaba en un artículo que apareció en varias publicaciones especializadas, entre ellas la del Real Instituto Elcano.
Toda esta situación, y en especial la interpretación que Marruecos ha querido dar al comunicado de la embajada alemana, no es sino una estrategia para poner más presión sobre el Reino de España, que no reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Origen del conflicto
Tal y como apunta la página web de Deutsche Welle, las tensiones entre España y Marruecos por este asunto se remontan al año 1884 (137 años de disputas ya, que se dice pronto). En la Conferencia de Berlín o Conferencia del Congo que se celebró aquel año, se repartieron amplias zonas de África entre las potencias coloniales europeas de la época. Y la franja que actualmente denominamos "Sáhara Occidental" cayó bajo la esfera de influencia de España.
En 1976, nuestro país comenzó a desalojar sus posiciones en el Sáhara Occidental. Fue entonces cuando Marruecos y Mauritania reclamaron el territorio. Pero mientras que Mauritania renunció a sus reivindicaciones en 1979, el reino alauí tomó la decisión de ocupar el sur del Sáhara Occidental.
Volviendo a la situación actual, y al acercamiento de Rabat y Berlín, el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, afirmó la semana pasada en el Parlamento que las relaciones con Alemania deben basarse en la "claridad y la reciprocidad" y que "requieren acción y esfuerzos".
Esas declaraciones vienen a añadir más presión no sólo a Alemania, sino también a España, que hace esfuerzos por mejorar sus relaciones diplomáticas con Marruecos. Aunque la embajada marroquí sigue vacía siete meses después de que Mohamed VI llamara a consultas a Karima Benyaich, quien aseguró en una entrevista con EL ESPAÑOL que "el reconocimiento del Sáhara por EEUU hace justicia a Marruecos".
La postura que mantenía Angela Merkel y la que mantiene ahora Olaf Scholz sigue siendo exactamente la misma
En esas mismas fechas, el 6 de mayo de 2021, fue cuando Rabat convocó a su embajadora en Berlín en respuesta a "actos hostiles" que atribuye a las autoridades alemanas poniendo en cuestión la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
La postura que mantenía entonces Angela Merkel y la que mantiene ahora Olaf Scholz sigue siendo exactamente la misma y no es otra que la de alinearse con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y sumarse a una solución "mutuamente aceptada".
Sin entrar en conflicto con España, más bien al contrario, alineándose con nuestros intereses. Sin embargo, Marruecos presiona cada vez con mayor fuerza en esta 'guerra híbrida' que mantiene para alcanzar sus objetivos.