"Marruecos aspira a establecer una infraestructura de gas digna del siglo XXI", anunció la ministra de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, Leila Benali, durante un reciente intercambio con los medios de comunicación nacionales en Rabat.
Toda una declaración de soberanía energética que viene secundada por un proyecto nacional de infraestructura de gas, que incluye gasoductos, puertos y unidades de almacenamiento y regasificación para "garantizar no solo una energía competitiva al sector eléctrico, sino también al sector industrial, que hoy tiene dificultades para acceder al gas natural", mantuvo la ministra.
La realidad es que el país vecino dispone de dos fuentes para abastecer de gas natural al mercado nacional, su producción y el gas natural suministrado por el gasoducto Magreb-Europa.
Actualmente busca soluciones inmediatas tras el cierre del gasoducto en octubre de 2021 por parte de Argelia. Así, ultima la compra de gas natural licuado en el mercado internacional, fuera de la Unión Europea, para luego descargarlo en una planta de regasificación de España y enviarlo de vuelta por El Estrecho a través de los tubos del Gasoducto Magreb-Europa.
Es decir, se invertirá el sentido del flujo de este conducto para permitir transportar gas natural desde España al país vecino. En este acuerdo de interconexión entra en escena el operador de red español Enagás, en el que el Gobierno español tiene una participación del 5%.
"Marruecos ha solicitado ayuda para garantizar su seguridad energética basada en las relaciones comerciales, y España ha respondido positivamente a la solicitud", anunció la ministra Leila Benali, economista en la empresa saudí International Energy Forum hasta que el primer ministro, Aziz Akhanouch, la fichó para su nuevo gobierno en octubre de 2021.
Un mes después de llegar al Ejecutivo, Benali encargó a industriales que hicieran cálculos económicos y financieros, en el ámbito regional e internacional, para el desarrollo de este plan nacional de suministro de gas natural.
Es la primera vez que Marruecos compra gas natural licuado. Las propuestas a la licitación lanzada a medio plazo por el país vecino se conocerán en los próximos días y van a permitir el relanzamiento de las centrales eléctricas Tahadart y Ain Beni Mathar, en la región norte y en la parte oriental. Ambas contribuyen con cerca del 10% de la electricidad consumida en el ámbito nacional.
Hay que tener en cuenta que Marruecos consume alrededor de mil millones de metros cúbicos de gas cada año. Entre el 60% y el 80% se suministraba a través del gasoducto argelino a estas dos centrales eléctricas marroquíes que quedaron inoperativas.
Por ello, en Rabat han visto la importancia de la construcción de plantas de regasificación en el propio país, tanto en una terminal terrestre como en otra flotante en el espacio marítimo, para transformar el gas natural licuado en el territorio nacional.
Cuenta con dos puertos relativamente preparados para la construcción de una terminal metanera con una unidad de regasificación del gas natural licuado, Mohamedia, en la costa atlántica, entre las ciudades de Casablanca y Rabat; y Nador, en el norte, cerca de Melilla, según los estudios de la Agencia Nacional de Puertos (ANP).
27 pozos de gas de 2022 a 2024
Por otra parte, la Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM) prevé perforar 27 pozos, cuatro en alta mar, entre 2022 y 2024, según el programa de obras de exploración. Lo harán con sus "socios", prioritariamente Reino Unido, pero también Estados Unidos, Catar, Israel e Italia, como ya adelantó EL ESPAÑOL en 2021.
Para ello van a cartografiar 1.150 kilómetros y 650 km2 de sísmica 2D y 3D, según lo expuesto por la directora de la ONHYM, Amina Benkhadra, en el Parlamento marroquí.
Además, la ONHYM firmó un acuerdo con la compañía británica Sound Energy para la interconexión de un futuro gasoducto de 120 kilómetros que unirá Tendrara con el gasoducto Magreb-Europa.
Sound Energy ha perforado desde 2016 cinco pozos, que dieron lugar a dos descubrimientos de gas natural. Esto permitió a la empresa británica obtener la licencia de explotación denominada Tendrara a partir de agosto de 2018.
Un año más tarde, la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE) y Sound Energy firmaron un memorando de acuerdo relativo a la venta de gas natural de la concesión de Tendrara.
Este documento recoge las principales condiciones del contrato de venta de gas natural por parte de Sound Energy a la ONEE para el suministro de las centrales eléctricas marroquíes. Establece la entrega de un volumen de hasta 350 millones de metros cúbicos de gas natural anual, por un período de diez años.
Consiste en extraer gas natural de la perforación de varios pozos, tratar lo producido mediante la instalación de una unidad de procesamiento de gas natural, a la que se conectarán los pozos productores, y luego transportar el gas tratado a través del nuevo gasoducto de conexión al de Magreb-Europa.
Asimismo, la empresa británica Europa Oil&Gas es titular del permiso de prospección Inezgan en la costa de Agadir. Los trabajos geológicos y de interpretación de los datos disponibles permitieron identificar recursos potenciales estimados por la compañía en dos mil millones de barriles. Según un comunicado de la ONHYM, "se trata de recursos potenciales y no de reservas probadas".
Europa Oil&Gas lanzó el proceso de búsqueda de un socio que compartiría los costes de las inversiones para los próximos periodos de exploración. Algo muy común entre las empresas petrolíferas. "Tras la ejecución del acuerdo vinculante de compra y venta de gas con la ONEE en noviembre de 2021, hemos podido avanzar materialmente en las discusiones de financiación y me complace que no solo tengamos un gran interés de los proveedores de servicios internacionales establecidos, sino también de una serie de bancos marroquíes", dijo Graham Lyon, presidente ejecutivo de Sound Energy, en un comunicado de la compañía del 14 de abril.
A parte de la zona de desarrollo de Tendrara, los descubrimientos de gas natural en Marruecos se concentran en dos zonas de producción, las cuencas del Gharb y de Esauira. En el Gharb, la exploración dio lugar al descubrimiento y explotación de numerosos pozos, en el marco de una asociación entre la ONHYM en un 25% y SDX Energy en un 75%.
Además, en la cuenca de Esauira se realizaron intensas operaciones de exploración en 11 pozos que condujeron al descubrimiento del yacimiento de Meskala. Se encontró gas natural adherido al condensado, que se comercializa para el consumo de energía de las unidades de secados y calcinación de la mina de fosfatos de Youssoufia. Ahora, en el marco de este proyecto nacional, se construirán instalaciones por valor de cuatro millones de euros para procesar el gas natural producido.