Se cumplen 20 años del atentado de Casablanca contra la Casa de España, preludio del 11-M
Hay individuos vinculados a ambos ataques. Una investigación exhaustiva habría aportado indicios sobre el atentado de Madrid.
16 mayo, 2023 03:14La noche del 16 de mayo de 2003, 14 jóvenes atacaron con explosivos cinco lugares de la ciudad marroquí de Casablanca. El primer atentado y el más mortífero lo perpetraron contra la Casa de España. Varios terroristas se inmolaron en el interior del restaurante y acabaron con las vidas de 23 personas.
Posteriormente, asaltaron el Hotel Farah, donde asesinaron a un guardia y a un portero. Una comunidad, un restaurante judío y otro restaurante ante el consulado belga fueron los otros tres objetivos. Además, tres ciudadanos cayeron en plena calle en el camino de los terroristas al antiguo cementerio judío.
En total 45 personas fallecieron, entre ellos cuatro españoles, tres franceses y un italiano. Sólo dos terroristas salieron con vida.
Dos décadas después, "si España era el objetivo de ese ataque es un tema del que se sigue hablando hoy, aunque el Gobierno aseguró que no iba dirigido contra nuestro país, sino que se había perpetrado por el objetivo turístico que era la Casa de España", explica en una entrevista con EL ESPAÑOL Carlos Igualada, director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).
Vínculos con el 11-M
Los expertos en terrorismo consultados coinciden en que los atentados de Casablanca fueron el preludio del 11M, "sobre todo en cuanto a la amenaza que representaba para España", destaca Igualada.
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Existen algunas conexiones evidentes entre los atentados de Casablanca y el 11-M. La primera, el contexto con apenas un año de diferencia, y con el grupo Al Qaeda cometiendo atentados globales contra Occidente junto a otros terroristas, como el Grupo Islámico Combatiente Marroquí, que intervino tanto en el atentado de Casablanca como en el 11-M. Eso quedó claro porque hay individuos vinculados con ambos ataques.
Una investigación exhaustiva sobre los terroristas de Casablanca habría aportado indicios a España sobre lo que un año más tarde, el 11 de marzo de 2004, sucedió en Madrid, cuando cuatro trenes de la red de Cercanías estallaron en hora punta. Diez explosiones casi simultáneas terminaron con la vida de 193 personas y más de 1.000 heridos.
"Había algunas pruebas que, si se hubiese indagado en una buena dirección, podrían haber ayudado, sobre todo acerca del Grupo Islámico Combatiente Marroquí. Por ejemplo, después del atentado de Casablanca, se detuvo a dos ciudadanos marroquíes en Marruecos, y uno de ellos había sido el que alquiló la casa de Morata de Tajuña que utilizaron los terroristas como piso franco de la célula del 11-M", explica el director del OIET.
"La clave es que las fuerzas de seguridad o los responsables en materia antiterrorista pensaban que España no sería un objetivo del terrorismo yihadista, sobre todo de esa envergadura, con un atentado como el del 11-M", valora Carlos Igualada.
Además, "era un fenómeno nuevo y en España estábamos centrados en la lucha contra ETA, un tipo de terrorista totalmente diferente; y el conocimiento sobre yihadismo era muy reducido. Así se entienden estas limitaciones, carencias o errores que pudiesen darse", afirma el experto Igualada.
Concesiones legislativas y jurídicas
El atentado de Casablanca significó para Marruecos lo mismo que el 11-S para EEUU y el 11-M para España en cuanto a la materialización de la amenaza, porque hasta ese momento se sabía que existía la posibilidad de que se produjera un atentado de esa envergadura, pero finalmente se confirmó.
A partir de ese asalto, Marruecos tomó medidas extraordinarias, en los ámbitos legislativo y jurídico, que de no haberse dado en el contexto del atentado de Casablanca no se podrían haber implantado por el rechazo de la sociedad.
Se aprobó una ley antiterrorista con la que redujeron los derechos de los ciudadanos, sobre todo en el caso de personas detenidas acusadas por terrorismo; se ampliaron los poderes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que se excedieron en la labor que realizaban; y se impusieron condenas mucho más duras por delitos de terrorismo.
En todo caso, lo más criticado fue el mayor control en la educación del islam en las escuelas y especialmente en las mezquitas.
Cooperación hispanomarroquí
Por otro lado, los atentados de Casablanca y Madrid son el punto de partida de la estrecha relación entre España y Marruecos en la lucha antiterrorista. El temor a que pudieran repetirse fue el acicate definitivo para los dos países. Habían trabajando antes juntos, pero entonces se produce un cambio hacía más actuaciones conjuntas.
A pesar de todos los cambios bilaterales en el ámbito político, la cooperación en lucha antiterrorista no ha variado. De hecho, "era uno de los grandes temores, que pudiese perjudicar la estrategia política a la buena relación que tenemos en materia antiterrorista, pero la cooperación ha continuado y así se manifiesta en las luchas operativas antiterroristas que se han dado desde entonces con la cooperación de las fuerzas de seguridad españolas y de las autoridades marroquíes", destaca Igualada.
Incluso, mantuvieron la colaboración durante la crisis desatada en 2021 con la acogida de Brahim Ghali, secretario general del Frente Polisario. Entre otros motivos, "porque dejar de cooperar con la otra parte supone un gran desafío y una gran amenaza muy seria para ambos países, así que es una relación muy necesaria", afirma este investigador.
De esta manera, el 5 de mayo de 2022, el Gobierno envió a Marruecos a Rachid Aglif, uno de los condenados por los atentados del 11M, tras cumplir 18 años de cárcel. En 2017, las autoridades españolas habían entregado también a dos marroquíes implicados en los mismos atentados.
Otro 'modus operandi'
Los expertos estiman que actualmente resultaría más complicado que se cometiese un atentado por una célula terrorista, aunque operan autores individuales, conocidos como "lobos solitarios".
"Las evidencias que tenemos señalan que es más difícil que se cometa un atentado mediante una célula terrorista en España. Es verdad que puede haber ataques individuales. Atentados como los de Casablanca y el 11-M es más complicado que ocurran ahora por muchos motivos y factores, desde las mejoras en cooperación internacional, la reforma de leyes antiterroristas, la mayor comunicación, y se conoce mejor el 'modus operandi'", precisa Carlos Igualada desde el OIET.
La dificultad radica en identificar un único patrón u objetivo porque no existe un perfil en común y el 'modus operandi' varía.
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En el anuario del OIET de este año, que recoge las operaciones antiterroristas realizadas en España y las personas detenidas, se apunta a que no hay un único perfil para identificar a individuos radicalizados, "el rango puede variar desde un chico adolescente de 15 años hasta una señora de 72 años jubilada, que fue detenida", puntualiza Igualada.
Crece el terrorismo
Desde los atentados de 2001 en EEUU, el terrorismo ha evolucionado y no ha dejado de crecer. Ha aumentado tanto la amenaza que representa para Occidente como para el resto del mundo. "En aquel momento, sólo era conocido Al Qaeda, y sin embargo ahora se le ha unido el Estado Islámico, que ha sido el autor de la mayoría de los atentados que han ocurrido en Occidente recientemente".
Aunque en Europa la amenaza terrorista se ha reducido en los últimos cuatro años, ha aumentado exponencialmente en otras partes del mundo; sobre todo, en el Sahel y en África Occidental. Para Igualada representa "una amenaza para la seguridad internacional, y a la larga es también un peligro para Europa, y para España en concreto por la cercanía con la frontera".