Trabajadores de la salud atienden a un paciente recién ingresado con una presunta herida de bala en el hospital CBCA Ndosho tras la intensificación de los combates entre los rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo.

Trabajadores de la salud atienden a un paciente recién ingresado con una presunta herida de bala en el hospital CBCA Ndosho tras la intensificación de los combates entre los rebeldes del M23 y las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo. Reuters Arlette Bashizi

África

Cadáveres en las calles, cientos de heridos y combates cuerpo a cuerpo: escala el conflicto en Goma tras la entrada del M23

Los enfrentamientos entre el grupo rebelde y el Ejército del Congo continúan en las calles, mientras los hospitales comienzan a colapsar por la afluencia de heridos, niños incluidos. 

Más información: Tutsis, hutus y el Movimiento 23 de Marzo: las luchas de poder entre la República Democrática del Congo y Ruanda

Jara Atienza
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Milicianos del grupo rebelde M23 (Movimiento 23 de Marzo), con el respaldo de soldados ruandeses, irrumpieron violentamente el pasado domingo en la ciudad de Goma, ubicada en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC). Desde entonces, la región fronteriza de Kivu Norte se ha sumido en el caos.

El suministro de agua, electricidad y acceso a internet ha sido interrumpido, mientras que las principales rutas hacia Ruanda —país al que muchos intentan huir— permanecen bloqueadas, además de que los rebeldes se han hecho con el control del aeropuerto de Goma. Además, la escasez de alimentos es cada vez mayor y hace temer que se agrave una crisis humanitaria ya de por sí extremadamente preocupante.

Este martes, los residentes de la ciudad, que cuenta con un millón de habitantes, han avisado de que continúan los combates cuerpo a cuerpo entre el Ejército congoleño y los guerrilleros. Describen, en declaraciones a Reuters, que llevan desde anoche escuchando disparos y explosiones.

El conflicto, derivado del genocidio de Ruanda en 1994 y de la pugna por el control de los recursos naturales, dura ya tres décadas. Pero ahora se ha producido la peor escalada desde 2012 (cuando el M23 también tomó Goma) en un país que ha sufrido dos devastadoras guerras civiles. "Hay muchos cadáveres en las calles y los hospitales están desbordados por las víctimas", ha explicado un funcionario de Naciones Unidas. 

Según las agencias internacionales, los servicios médicos de la ciudad están atendiendo a cientos de pacientes con heridas de bala, mortero y metralla, mientras decenas de cuerpos yacen en las calles desiertas. Porque desde que empezaron los enfrentamientos, la mayoría de los comercios han cerrado sus puertas. El caos también ha provocado la fuga masiva de 3.000 presos de la cárcel local.  

"El martes siguen los intensos disparos de armas pequeñas y de mortero en las calles, donde se pueden ver muchos cadáveres", ha señalado Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, citando informes del personal en la ciudad. "La situación humanitaria en Goma y sus alrededores sigue siendo sumamente preocupante", ha añadido Laerke en una conferencia de prensa en Ginebra en la que también ha denunciado que han llegado informes de violaciones y saqueos cometidos por combatientes.

"Estamos escuchando informes sobre trabajadores de la salud que han recibido disparos y sobre pacientes, incluidos bebés, que han quedado atrapados en el fuego cruzado", ha dicho por su parte Adelheid Marschang, coordinador de respuesta de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Congo en la misma conferencia.

La Cruz Roja ha cifrado en las últimas 24 horas en más de 100 los pacientes con heridas en la cabeza y traumatismos en el pecho causados ​​por morteros y metralla, y ha denunciado que los pacientes estaban esperando en los pasillos por falta de camas. "Es muy preocupante que hayamos observado un aumento significativo del número de niños gravemente heridos", ha señalado Patrick Youssef, director regional para África del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Contra embajadas y los cascos azules

Este mismo martes, una fuente diplomática europea ha explicado Reuters que las embajadas de Francia, Estados Unidos, Ruanda, Uganda y Kenia en la capital de la República Democrática del Congo, Kinsasa, han sido atacadas por varios grupos de manifestantes, que no han llegado a entrar a los edificios. Se trata de países a los que los manifestantes acusan de ser cómplices del apoyo de Ruanda a los insurgentes del M23. 

En el país hay desplegados unos 15.000 cascos azules que participan en la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO). Sus Fuerzas de Reacción Rápida, según han confirmado, están "participando activamente en intensos combates" con su artillería pesada disparando contra posiciones del M23. En total, 17 cascos azules y soldados extranjeros han muerto en los combates, según funcionarios de la ONU y del Ejército.

En paralelo, la ONU ha comenzado a evacuar al personal "no esencial" de Goma hacia la vecina Uganda y hacia la capital, Kinsasa, mientras que Reino Unido, Estados Unidos y Francia han pedido a sus ciudadanos que abandonen Goma, de acuerdo con Efe. 

La violencia ha disparado también las tensiones diplomáticas. El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que llevan años enfrentándose al Ejército congoleño. Tras su incursión en Goma —los rebeldes lo han llamado "liberación"— el Gobierno congoleño, la ONU y la Unión Europea han acusado a Ruanda de financiar a este grupo, algo que las autoridades ruandesas desmienten categóricamente.