El expresidente español José María Aznar ha aseverado que no aceptaría para España el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno de Colombia y las guerrillas FARC. “¿Yo aceptaría para mi país en circunstancias parecidas los términos del acuerdo de Colombia? La respuesta es no”, ha aseverado.
Aznar ha participado este lunes en un foro organizado en Madrid por el Instituto Atlántico de Gobierno sobre el referendo celebrado el mes pasado acompañado por los expresidentes colombianos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, adalides de la oposición al acuerdo forjado en La Habana.
Aznar ha alabado el “liderazgo” de sus interlocutores en el coloquio, secundado su postura y asegurado que la comunidad internacional, que respaldó el acuerdo, debe “tomar conciencia de que la mayoría de los colombianos quieren unas modificaciones sustanciales”.
“En España, que ya tenemos un Gobierno formal, espero que tomen nota de estos comentarios”, ha afirmado, refiriéndose al apoyo mostrado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy al acuerdo ante el plebiscito. “Sería absolutamente insólito despreciar la voluntad expresada por los ciudadanos colombianos”.
Por su parte, los exmandatarios colombianos han reclamado en Madrid la necesidad de una reforma profunda del texto secundada por la comunidad internacional y han detallado las razones de su oposición al acuerdo inicial.
“El 2 de octubre no ganó la guerra, ganó la paz”, ha afirmado Pastrana en referencia al pasado referendo donde los ciudadanos dijeron 'no' al pacto forjado entre guerrilla y Ejecutivo. “Cuando se acude al pueblo, hay que respetar las decisiones del pueblo”.
Pastrana y Uribe han advertido de que el actual mandatario, Juan Manuel Santos, podría ignorar el resultado del plebiscito e intentar consagrar el texto por otras vías o incorporar cambios “cosméticos” al documento en lugar de transformaciones profundas. Así, han defendido un “gran consenso nacional” para construir un nuevo acuerdo que incorpore las propuestas de la oposición.
Los expresidentes han trazado “líneas rojas” que consideran que pueden vulnerar la democracia colombiana y, por tanto, no están dispuestos a cruzar. Principalmente, temen que los responsables de delitos graves salgan inmunes, que las FARC reciban un trato privilegiado y que el acuerdo socave el Derecho colombiano.
“Si ese acuerdo se hubiera aprobado entraba en la Constitución colombiana; 5.700 guerrilleros hubieran modificado la Constitución de 50 millones” de ciudadanos, ha asegurado Pastrana.
Ambos han criticado con dureza el llamado sistema de justicia transicional para juzgar a los participantes en el conflicto, ya que supondría “un golpe de Estado a la justicia en el país”. “Le estaban quitando facultades a la justicia colombiana”, ha asegurado Pastrana.
En concreto, han criticado que el Tribunal especial estaría integrado por extranjeros, la mitad de los cuales serían escogidos por las FARC, algo que, en opinión de Pastrana, los españoles no estarían dispuestos a aceptar si se tratara de la banda terrorista ETA. Los líderes colombianos han pedido que el proceso se enmarque dentro de la justicia colombiana y que la Corte Suprema sirva como instancia de apelación.
Mientras, Uribe ha aseverado que, según el texto de La Habana, delitos como el narcotráfico quedarían impunes, ya que el acuerdo los entiende como delitos amnistiables. “El narcotráfico ha estado conectado a las grandes tragedias nacionales”, ha afirmado el expresidente, que asegura que el negocio se ha multiplicado en los últimos años. “Si a las FARC se les da la impunidad, ¿qué va a ocurrir con los 140.000 presos colombianos?”.
Asimismo, los exmandatarios han señalado que la refrendación del acuerdo firmado en Cuba podría llevar a Colombia a convertirse en una nueva Venezuela -a la que Uribe ha calificado de “dictadura”-, ya que implantaría la agenda marxista de las FARC a la ley y podría conllevar a la creación de una policía política.
Sin embargo, los exdirigentes colombianos aseveran que ellos también han hecho concesiones. Así, Uribe ha aceptado, aunque personalmente se oponga, que los guerrilleros puedan participar en política tras cumplir condena.
Si bien los ponentes no han abordado el emergente proceso de paz con el ELN (Ejército de Liberación Nacional), el presidente Pastrana ha declarado a EL ESPAÑOL que le parece bien que se impulse un proceso de paz con esta guerrilla, pero ha reclamado que primero deben producirse condiciones para el diálogo, como la liberación de personas secuestradas por los combatientes.