Lilian Tintori, activista venezolana y esposa del opositor preso Leopoldo López, ha reclamado desde Madrid que la oposición abandone el diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro, ya que se trata de un “diálogo trampa” que “no ha dado resultados y no los dará”.
“Levantémonos de esa mesa de diálogo que no tiene soluciones”, ha afirmado en un encuentro con periodistas en la capital española. “Levantémonos de una mesa donde hoy se está abrazando a un dictador”.
Tintori ha asegurado que el proceso auspiciado por el Vaticano no ha llevado a una solución a la escasez de alimentos y medicinas, la liberación de los opositores presos o la restauración del referendo revocatorio contra el presidente y sólo sirve a la táctica del Gobierno de “ganar tiempo”.
Voluntad Popular, la formación dirigida por su esposo, decidió desde un primer momento no participar en las negociaciones con el Ejecutivo por considerar que no se daban las condiciones. Sin embargo, un Nuevo Tiempo, Acción Democrática y Primero Justicia, tres de las agrupaciones más poderosas dentro de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), accedieron a sentarse con el Gobierno.
Tintori ha afirmado que la mayoría de los venezolanos desean un cambio político urgente y que la presión sobre las formaciones involucradas en el diálogo crece para que retomen la “lucha pacífica”. “Ellos están bajo presión popular, porque el 87% del país quiere un cambio político”, ha aseverado.
Preguntada por EL ESPAÑOL sobre si las divergencias de opinión dentro del bloque opositor respecto al diálogo pueden llegar a resquebrajar la Unidad Democrática, Tintori se mostró optimista de que la “estrategia de divide y vencerás” de Maduro no dará resultado y que la oposición “no está dividida y no nos van a dividir”.
La activista ha reivindicado que los contrarios al chavismo retomen la lucha pacífica en las calles y la movilización popular como herramienta para buscar cambios “efectivos” y “urgentes” en el país latinoamericano. “Si no luchamos nosotros, ¿quién lo va a hacer?”, ha preguntado.
El 6 de diciembre, primer aniversario de la victoria de la MUD en las elecciones legislativas, es la fecha del próximo encuentro entre Gobierno y oposición y, en lugar de acudir a la cita, Tintori ha defendido que se salga a la calle.
En España, Tintori se ha reunido con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores para trasladarle sus preocupaciones y en la tarde de este lunes visitará Moncloa. Su visita se produce después de un viaje al Vaticano, donde conversó con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín. Tintori afirma que la Santa Sede se muestra preocupada con la situación en Venezuela y confía en que el Vaticano acabe retirando su apoyo al diálogo ante la falta de resultados.
Tintori, que asegura que aceptaría el diálogo si éste fuera “transparente” y aportara “soluciones”, ha reivindicado que la Organización de Estados Americanos debería estar presente en la negociación y ha criticado la actuación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero y los otros exmandatarios que ejercen de mediadores.
“Para mí estos mediadores representan la voz de Maduro”, ha señalado. “¿Qué mediador puede estar de acuerdo con que se quite la Constitución, con que no entren medicinas, con que se torture a los presos en las cárceles venezolanas?”.
Ha sido especialmente crítica con el expresidente Zapatero y asegura que en una ocasión la llamó por teléfono para pedirle que desconvocara una protesta. Asimismo, considera que desde que el exdigirente visitara a Leopoldo López en su celda, la situación se ha recrudecido en el país.
Respecto a López, que lleva más de 1.000 días en prisión, dice que se mantiene “fuerte” pese a la precariedad de su situación y que no aceptaría ser liberado sin la liberación de todos los opositores encarcelados. El Gobierno ha puesto en libertad desde el inicio de las conversaciones a un número reducido de reos que la oposición considera presos políticos, pero Tintori señala que se trata de una maniobra para intentar distraer a los contrarios al chavismo. “Están utilizando a los presos políticos como mercancía de intercambio”, ha afirmado.