Su huida no duró mucho tiempo. El 10 de noviembre las autoridades brasileñas ordenaron la captura del abogado Rodrigo Tacla Duran, sospechoso de haber blanqueado junto con el empresario Adir Assad más de 50 millones de reales (más de 14 millones de euros) para compañías involucradas en la trama de corrupción Petrobras.
Ocho días más tarde la Guardia Civil aprehendió a Duran, el fugitivo de 43 años y de doble nacionalidad brasileña y española, en un céntrico hotel Madrid después de haber llegado desde Estados Unidos. Estaba en el extranjero en el momento en que emitió la orden de prisión preventiva contra él, mientras que Assad se encontraba ya privado de libertad. Duran está detenido en la prisión de Soto del Real a la espera de ser extraditado a Brasil, que aguarda para juzgarlo.
El Ministerio Público Federal de Brasil describe a Duran y su colega como “operadores financieros especializados en el blanqueo de capitales de grandes contratistas involucradas en la Operación Lava Jato”, que hace dos semanas inició su capítulo número 36, bautizado como “Operación Dragón”.
La Lava Jato, considerada la mayor ofensiva contra el blanqueo en la historia del país latinoamericano, investiga un entramado de corrupción donde varias empresas sobornaban a cargos públicos para conseguir contratos millonarios con la petrolera estatal Petrobras.
El escándalo ha golpeado de lleno al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y salpicado a su hoy depuesta sucesora, Dilma Rousseff. Este lunes, sin ir más lejos, hablaron los primeros testigos en el caso contra el antiguo mandatario petista, a quien se acusa de haber recibido dinero de una constructora.
Duran, que estaba en el punto de mira de la Interpol, era presuntamente uno de los operadores financieros que hacían que el esquema de corrupción funcionase. Las autoridades aseguran que el brasileño-español “fue responsable de blanquear decenas de millones de reales por medio de personas jurídicas controladas por él”.
Así, compañías que buscaban pagar sobornos desviaban dinero a las sociedades controladas por Duran. La fiscalía señala con el dedo a las compañías UTC Engenharia e Mendes Júnior Trading Engenharia, que le transfirieron más de 34 millones de reales entre 2011 y 2013, como beneficiarias de los servicios del abogado y afirma que otras empresas con contratos públicos le hicieron llegar más de 18 millones con el mismo propósitos. El propio Assad acabó enviando más de 24 millones a Duran, dicen los investigadores.
Asimismo, Duran integraba lo que Folha de Sao Paulo denomina “departamento de sobornos” del gigante de la ingeniería y la construcción Oberdrecht, cuyo expresidente Marcelo Oberdrecht fue condenado a 19 años de prisión por su papel en la trama Petrobras. El brasileño-español gestionaba una docena de cuentas en el extranjero de la compañía.
“Duran servía como nexo de dos contextos criminales, conectaba a corruptores con corrompidos”, declaró el fiscal Roberson Pozzobon el día que se emitió la orden contra Duran, recoge el rotativo de Sao Paulo, ciudad natal del abogado.
En el momento de su arresto, Duran tenía en su poder 7.000 euros en billetes de 50, cuatro móviles y siete memorias USB, como ya informó este diario.
El polémico juez Sérgio Moro, que lleva el caso Petrobras, decretó congelar hasta 20 millones de reales de las cuentas de Duran, informa la prensa brasileña. El pasado miércoles el portal de noticias G1 informaba de que se habían encontrado 700.000 reales, al menos 20.000 de los cuales estaban en en el Banco Santander, según un documento recogido por la cabecera brasileña.
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