Lilian Tintori y Mitzy Capriles, esposas de los opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma, ambos encarcelados, se encadenaron en la noche de este domingo en la plaza de San Pedro de Roma para exigir la liberación de los "presos políticos" en Venezuela.
El lugar elegido para la reivindicación no es ni mucho menos casual. Las dos mujeres, acompañadas en el gesto por la madre de Leopoldo López, busca llamar la atención del Vaticano para que medie entre oposición y el Gobierno de Maduro.
Tintori, que portó una bandera venezolana durante el tiempo que permanecieron en la plaza, afirmó que se trata de "una expresión 100% pacífica". "Lo que nos impulsa es una convicción moral y ética; no hay nada que te detenga a luchar y menos si es por tu familia", afirmó.
El grupo quisó, además, mostrar su "fe" en que sean liberados todos los presos políticos, con una fecha marcada en rojo en su calendario: el del 6 de diciembre, día acordado sobre la mesa de diálogo para ponerlos en la calle.
"El diálogo no ha dado resultados"
"El Vaticano es parte de un diálogo que ha empezado en Venezuela y ese diálogo no ha dado resultados", criticó Tintori. "Los tienen que liberar ya. Y que el 6 de diciembre esa mesa de diálogo tiene que dar resultados y el primer resultado es la liberación de todos los presos políticos", afirmó. Y agregó: "No ha dado resultado la mesa de diálogo. Estamos aquí en el Vaticano. SOS, auxilio, ya basta. El venezolano quiere resultados, Venezuela exige y pide resultados".
La esposa de Ledezman, alcalde de Caracas, pidió al Gobierno venezolano que "no siga burlándose del Vaticano". "Sentimos que no hay respeto realmente ni hacia nuestro Santo Padre ni hacia el Vaticano como mediador. Ha habido varias reuniones mas no hay ninguna respuesta a este horror que estamos viendo. Tenemos a seres queridos encerrados en mazmorras", denunció.
El "dolor" de las madres
Por su parte, la madre de Leopoldo López dijo estar representando "a cada madre, a cada esposa, a cada hermana de todos esos rostros", en alusión a un cartel a sus pies en el que figuraban las fotografías de un centenar de "presos políticos".
"Represento el dolor y el sufrimiento de las madres venezolanas que ven a sus hijos humillados, agredidos, torturados y son inocentes. Y simplemente están presos por ejercer su derecho a disentir", afirmó.