Al menos 64 muertos, más de 250 heridos y 159 municipios con declaratoria de emergencia es el saldo preliminar del terremoto que la noche del jueves sacudió México y una parte de Centroamérica, el de mayor magnitud sufrido por este país desde 1932.

Varios municipios del sur de México se despertaron hoy entre escombros, edificios dañados y sin energía eléctrica, como consecuencia del seísmo de magnitud 8,2 en la escala de Richter registrado a las 23.49 hora local del jueves (04.49 GMT del viernes) y por el que se ha decretado luto nacional.

Desde que la tierra tembló el número de fallecidos no ha dejado de incrementarse. De acuerdo con los datos más recientes del coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, hay 64 fallecidos.

De esta cifra, indicó, 45 corresponden al estado de Oaxaca, tres a Tabasco y 10 en Chiapas, si bien el gobernador de este último estado, Manuel Velasco, informó que hay dos muertos más.

Las estimaciones iniciales indican que hasta 50 millones de personas estuvieron expuestas al terremoto en México y 37 millones lo percibieron de manera moderada o fuerte.

El seismo se sintió en prácticamente todo el país y de forma especialmente violenta en la Ciudad de México. Ocurrió a 33 kilómetros de profundidad a las 04.49 GMT y el epicentro se ubicó 119 kilómetros al sur-suroeste de Tres Picos (México), según confirmó el Servicio Geológico de Estados Unidos. Se trata del terremoto más potente registrado en México en los últimos 85 años.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) activó una alerta para México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador, países en los que también se sintió el terremoto. Según informa Reuters, se ha confirmado una ola de 7 metros en la costa mexicana. 

 

En la capital no se tiene constancia de víctimas mortales por el momento. Varios testigos residentes en la Ciudad de México con los que ha podido contactar EL ESPAÑOL aseguran que el temblor "duró mucho"y "pareció eterno". En el momento de la sacudida todo el que pudo abandonó los edificios y la gente se concentró en las calles. "Todo está bien, pero me preocupa la réplica", comenta uno de los testigos.

En efecto, como suele ser habitual, se han producido varias réplicas, llegándose a registrar hasta 60, la de mayor magnitud de 6,1. Los expertos aseguran que el hecho de que el epicentro se hallara mar adentro ha restado al terremoto sus potenciales efectos destructivos. 

"Las lámparas se agitaron, se fue la luz... Fue horrible"

Otro de los testigos, un joven periodista mexicano, relata a EL ESPAÑOL cómo se vivió el seísmo en la capital. Él se encontraba en una reunión de trabajo en la colonia Del Valle, en un quinto piso. "De pronto se escuchó la alarma sísmica que sale de los altavoces de la calle y todos nos volteamos a ver. Nadie se movió hasta que empezó a moverse el piso muy fuerte. Las lámparas se agitaron, se fue la luz y decidimos bajar por las escaleras". Una vez en la calle, explica, se concentraron todos los vecinos "muy asustados". "Miré al cielo para ver si se movían los cables de luz, y en efecto, se movían. De la nada vi una luz en el cielo como si fuera un petardo, pero no, eran los transformadores de luz que habían explotado en otra colonia. Fue horrible". 

El día anterior también sonó la alarma sísmica, pero no hubo terremoto, "por eso hoy dudamos en salir, pero esta vez sí fue real". El sismógrafo nacional, explica este mexicano, recibe la señal de que va a haber un temblor un minuto antes de que suceda y los altavoces instalados en las calles en los postes de luz emiten un sonido para alertar a los ciudadanos para que desalojen los edificios. Sin embargo, hay ocasiones en las que puede fallar o que el seísmo apenas se percibe por la baja intensidad. 

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Evaluando daños

Las autoridades aseguran que se está trabajando en la evaluación de los daños dando prioridad a la atención de los heridos, ya que habría un elevado número. Además de los cortes eléctricos, se han producido cortes de gas y de agua. En la ciudad por el momento no hay información de víctimas mortales y parece que los efectos de la sacudida se quedará en importantes daños materiales. 

Clases suspendidas

Las clases de preescolar, primaria y secundaria han sido suspendidas en Oaxaca, Chiapas y Ciudad de México hasta evaluar el estado de las infraestructuras tras el temblor. 

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