El Tribunal Supremo nombrado por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora, se "instalará" mañana en la Organización de los Estados Americanos (OEA) e iniciará su "año judicial", un acto "insólito" que rechazan muchos embajadores.
La OEA no ha enviado ninguna convocatoria para el evento, sino que han sido los magistrados, perseguidos por la Justicia venezolana, quienes han invitado por su cuenta tanto a los asistentes como a la prensa.
"Por primera vez en la historia institucional del país suramericano, se realizará el llamado 'inicio del año judicial' en el extranjero", indica la invitación remitida a los periodistas.
El Parlamento venezolano designó en julio a 33 magistrados para el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con la idea de que reemplacen a 33 jueces en ejercicio de esa instancia.
La oposición dio ese paso porque considera que los magistrados actuales están al servicio del Gobierno y que fueron nombrados con graves irregularidades.
Los jueces nombrados por la oposición llevan desde entonces ya más de dos meses perseguidos por la Justicia, refugiándose en embajadas en Caracas, exiliándose en otros países y uno de ellos en prisión domiciliaria en Venezuela.
"Como un mecanismo de presión internacional contra la dictadura instaurada en Venezuela, se decidió de manera inédita instalar un Tribunal Supremo de Justicia en el exilio", explican los magistrados en su nota de prensa.
Este acto "insólito" ha generado un gran malestar entre numerosos embajadores de la OEA, tanto de países aliados de Caracas como de otros muy críticos con el Gobierno de Nicolás Maduro, según explicaron algunos de ellos hoy a Efe.
Muchos no asistirán al evento, al que tampoco acudirá la representación venezolana en la OEA, según confirmaron a Efe.
El Gobierno de Venezuela aún no se ha pronunciado al respecto a la espera de lo que ocurra mañana, pero es de prever una condena rotunda a que la OEA preste sus instalaciones para la configuración de un Supremo no reconocido por el oficialismo y perseguido por la Justicia.
La OEA del secretario general Luis Almagro ya ha acogido en su gran sala de actos, el Salón de las Américas, eventos de la oposición venezolana y el lunes retomará sus audiencias públicas sobre los posibles crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.
Esas sesiones, también insólitas, ya fueron rechazadas por numerosos embajadores, que no han asistido a ninguna de ellas, pero las fuentes diplomáticas consultadas por Efe consideran "aún más grave" la instalación de un poder judicial de un país miembro en la organización, con el rechazo además del Gobierno de esa nación.
Esta iniciativa llega en un momento de gran división en la OEA sobre el papel que debe jugar el organismo en la crisis política y social venezolana.
Además hay un enfrentamiento frontal entre Almagro, muy crítico con Caracas, y el Gobierno de Maduro, que solicitó abandonar el organismo en abril, lo que no será efectivo hasta 2019.