El subsecretario de la Presidencia argentina, Valentín Díaz Gilligan, acusado de no haber declarado una cuenta con 1,2 millones de dólares en Andorra, presentó este lunes su renuncia "indeclinable" al cargo, según fuentes oficiales.
Desde la presidencia del país austral explicaron que aunque todavía no se hizo el trámite formal, el cese será aceptado próximamente por el Gobierno.
"A pesar del respaldo incondicional que sentí por parte de todos los miembros de nuestro Gobierno, no creo necesario continuar aferrado al cargo en medio de un debate mediático sobre mis acciones en los años en los que estuve en la actividad privada", explica Díaz Gilligan en su carta de renuncia al secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, su superior inmediato.
Además, en la misiva, a la que tuvo acceso Efe, insistió en que demostrará su "inocencia" en todos los ámbitos, y reiteró que las acusaciones contra él son "falsas" y quedará "debidamente comprobado".
"Ingresé a la función pública y a la actividad política con la única finalidad de participar en un equipo que genere el verdadero cambio que nuestro país necesita hace décadas", añade en la carta, en referencia a buscar un "mejor futuro" para los argentinos en una nación que todavía tiene "millones de compatriotas en la pobreza".
Según publicó el viernes pasado El País, Díaz Gilligan ocultó 1,2 millones de dólares en una cuenta de la Banca Privada de Andorra a nombre de la empresa británica de intermediación de jugadores de fútbol Line Action, cuya accionista es la mercantil panameña Nashville North Inc.
La cuenta fue abierta en 2012, cuando Díaz Gilligan, que figuraba ante el banco como "representante" de la empresa y "accionista", era asesor del Ayuntamiento de Buenos Aires y se mantuvo en la sociedad hasta 2014, cuando vendió su participación al ser nombrado director general de Turismo.
Argumenta que no obtuvo ganancia alguna
En los últimos días, el subsecretario de Presidencia ha reiterado su inocencia y este lunes se presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA), dependiente del Gobierno, para argumentar su versión de que no declaró la cuenta al estar saliendo de la empresa, una salida que "estimó que iba a ser inminente" y que "se demoró" por los trámites en Reino Unido.
"Yo estaba saliendo de la sociedad y no había ningún ingreso ni nada que registrar como ganancia", dijo Díaz en una entrevista con el diario La Nación el pasado sábado, en la que explicó que abrió la cuenta en Andorra, un país con secreto bancario hasta el año pasado, porque buscaba "un lugar donde fuera posible y factible operar" para una empresa británica de intermediación de jugadores de fútbol.
Al poco de conocerse la noticia, el viernes, el Ejecutivo de Mauricio Macri salió a defenderlo y a aclarar que el caso se encuentra ya en manos de la Justicia y de la OA, para realizar las investigaciones necesarias.
"Él no tiene una empresa 'off-shore' ni nada que se le parezca. Fue asesor de varias empresas argentinas y extranjeras a lo largo de su vida. Y estamos hablando de una situación previa a ser funcionario", dijo a la prensa de Andreis.
También ese día, Macri pidió encarar con "honestidad y seriedad" acusaciones de corrupción como esta y abogó por, "como servidores públicos", que se den "explicaciones cada vez que sea necesario".
"Espero que los funcionarios en los que confío demuestren que todas estas acusaciones no tienen sustento. Va a ser muy importante el informe que haga la Oficina Anticorrupción, que con absoluta libertad actúa en cada caso", subrayó el mandatario.
Este caso ha generado una fuerte polémica en el país, y en las últimas horas varios miembros del oficialismo se han mostrado partidarios del cese del subsecretario.
Además, en medio de la situación, la oposición kirchnerista denunció este lunes a Díaz Gilligan por presunto lavado de activos y omisión maliciosa.