La 'marea verde' que reclama la legalización del aborto en Argentina ha puesto de nuevo en el foco del debate la legislación sobre la interrupción del embarazo. A pesar de que el proyecto de ley superó, en primera instancia, el Congreso de los Diputados, no ha conseguido la luz verde del Senado argentino. La movilización social se ha extendido por otros países de Latinoamérica.
Hoy en día, sigue siendo un asunto muy delicado e incluso tabú, ya que en la mayoría de los países, continua siendo ilegal. A pesar de que el número de países en la que se considera que esta praxis no es lícita es muy alto, existen excepciones que permiten despenalizarlo.
Cada país tiene su legislación, y con ella sus peculiaridades. Por ejemplo, hay países que solo imponen castigos legales para las mujeres, mientras que en otros casos, también se especifican las penas para aquellos que realicen un aborto o ayuden a ello, ya sean médicos profesionales o no, o bien si se ha realizado con violencia, contemplando los casos de hacerlo de forma intencionada o no.
Ilegal
Por el momento, solo un pequeño grupo mantiene en su legislación la prohibición total sin ningún tipo de distinción. Estos países se concentran en la zona del mar Caribe: Honduras, Haití, Nicaragua y El Salvador. Este último es el más restrictivo y el más estricto en cuanto a las penas. Su Código Penal prevé entre 2 y 8 años de cárcel, pero la realidad es muy distinta. Cuando se ha llevado a una mujer al estrado por este caso, los jueces lo han considerado un homicidio agravado y han impuesto penas de entre 30 y 50 años. Actualmente, alrededor de 25 mujeres cumplen condena por abortar.
En Honduras la penalización puede costar entre 3 y 6 años en prisión, tanto a una mujer como a la persona involucrada en el acto. A diferencia de Nicaragua, que la pena para una mujer que cause su propio aborto va de 1 a 2 años y de 1 a 3 para el que se lo practique (entre 2 y 5 años de inhabilitación en el caso de que sea un profesional médico).
Haití establece que el aborto es punible y que eso otorga derecho para privar de libertad a las mujeres afectadas y a las personas implicadas.
Ilegal con excepciones
La basta mayoría dentro del conjunto latinoaméricano mantienen el aborto en su Código Penal como una práctica no permitida, pero sí aceptan ciertas circunstancias como válidas para frenar el embarazo. Las causas son, principalmente, violación y riesgo para la madre, aunque en algunos países se tienen en cuenta si el feto sufre alteraciones estructurales letales.
Los países oscilan alrededor de una pena de 2 años, como en Panamá, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Guatemala, Perú. También en México, pero hay que tener en cuenta que, debido a su carácter federal, cada estado es independiente en determinados asuntos. Por ello, solo en la Ciudad de México el aborto es legal.
En Argentina, últimamente, este tema ha ocupado las portadas. Tras la aprobación de la ley del aborto en el Congreso en junio, no han conseguido convencer a los senadores de sacarla adelante, aunque el aborto se considere como la principal causa individual de mortalidad materna: en 2016 (último dato oficial disponible) murieron 245 mujeres embarazadas por distintas causas. De este total, 43 defunciones fueron muertes por un “embarazo terminado en aborto”, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. Por lo tanto, si una mujer planea interrumpir su embarazado, debe hacerlo de forma clandestina o podría enfrentarse a 4 años de cárcel.
Hace casi un año se introdujeron nuevas medidas dentro de la ley del aborto en Chile. Se incluyó que, además de la violación y peligro de la vida de la mujer, una alteración estructural letal del feto puede ser motivo para abortar. Asimismo, si no se cumplen ninguno de estos requisitos, la pena que se impone a una mujer es el presidio menor en su grado medio, lo que se traduce en una sanción entre 541 días y 3 años de prisión. En Brasil y Bolivia, el máximo para la mujer son, igualmente, 3 años.
Las penalizaciones más reducidas se encuentran en Colombia, de 16 a 54 meses, y en Paraguay, de 15 a 30 meses. No obstante, en Paraguay se puede aplicar una reducción de condena (de 6 meses a un año) en caso de que el aborto se haya practicado para "salvar el honor".
Legal
En América Latina, el aborto está permitido en cuatro países. Uruguay es un de ellos y, aunque desde 2012 sea legal, Amnistía Internacional ha interpuesto quejas contra el recurso de objeción de conciencia de los médicos, ya que frena en exceso el proceso.
Puerto Rico también lo reconoce como una práctica lícita debido a su relación con Estados Unidos, pero el propio estado es el que establece las guías y procesos.
En 1995 el aborto ya estaba permitido en Guayana. Un médico podía llevar a cabo la interrupción con el consentimiento de la mujer en cuestión y antes de las 8 semanas. De las 12 a las 16 semanas, solo se puede si la mujer o el feto corren peligro.
Y, finalmente, Cuba fue pionera al despenalizarlo en 1965. Siempre que la mujer no supere las 12 semanas de gestación. Nunca se llegó a implantar ninguna ley de aprobación. Se establecen penas para quien realice abortos fuera de las regulaciones de salud establecidas.
Los datos muestran cómo el panorama latinoamericano todavía se inclina por considerar el aborto como una praxis ilegal, con excepciones muy reducidas, y condenas muy diversas tanto para las mujeres, como para aquellos que se implican.