Si había dudas en México sobre el gran cambio con el que el presidente López Obrador (AMLO) pretende impulsar la que denomina Cuarta Transformación de México, mejor despejarlas cuanto antes. El nuevo presidente que prometerá su cargo el próximo uno de diciembre llega decido a realizar reformas que no se llevaron a cabo en el país en los últimos 100 años.
Los grandes cambios que México ha experimentado fueron, la Independencia de España, la Reforma, la Revolución y la que ahora pondrá en marcha este tabasqueño de 64 años que llega a la presidencia con la retorica de un gran comunicador, una apuesta por la austeridad del gobierno y el deseo de transcender.
El suyo es el discurso de quien es consciente que el tiempo, la historia y hasta el alineamiento de los planetas están hoy a su favor. Por eso, y no por oportunismo, como critican sus adversarios políticos del PRI o del PAN, que lo comparan con el ex presidente Múgica de Uruguay. La transformación que AMLO quiere poner en marcha pretende impulsar a la nación en temas como la educación, justicia, seguridad, economía, igualdad. Nada quedará a salvo de este cambio radical que pregona. Ni tan siquiera la seguridad del presidente y su familia.
“Me protegerá el pueblo –afirma el presidente electo– Contaré con la ayuda de 20 profesionales que no irán armados, y no necesariamente expertos en temas de seguridad. 10 hombres y 10 mujeres. No necesito más. Ya los estamos seleccionando. Tendrán un buen nivel académico. Como mínimo licenciados”.
"Un presidente siempre es un objetivo"
Al parecer, la semana pasada, durante la reunión en Palacio Nacional con el presidente saliente Peña Nieto, se le insistió reiteradamente en la necesidad de que aceptara una vigilancia especial durante la transición, y para cuando asuma la presidencia. “Mi respuesta fue agradecer la sugerencia, pero informé al presidente que solo contaré con estos ayudantes. Estos son otros tiempos”, ha despachado AMLO.
Alfonso Durazo, miembro del quipo de transición de López Obrador confirmó que la decisión está tomada y que forma parte de la nueva política de austeridad presidencial con la que se pretende impulsar al país: “Hemos comprobado en nuestros viajes que no necesitamos más. El equipo de estos veinte colaboradores y colaboradoras serán los encargados de atender esta tarea. Respecto a los servicios de seguridad que han de tener los presidentes extranjeros que visiten México, hay un cuerpo especializado de la policía Federal. Todo está todo previsto".
Los expertos de seguridad consideran que prescindir de seguridad armada del presidente "es una temeridad”. Más aún, los especialistas consultados creen "irresponsable utilizar 20 ayudantes desarmados para garantizar su protección y la de su entorno familiar. Quizás no lo hayan pensado bien. Lo que propone es dejar a 20 escudos humanos a merced de cualquiera. Narcos, enemigos políticos, enajenados o miembros de los grupos guerrilleros que operan en el país. Un presidente siempre es un objetivo", defiende un especialista en seguridad que prefiere no revelar su identida.
Actualmente en México operan 45 grupos fuertemente armados vinculados a los cárteles del narcotráfico, y se está produciendo el resurgimiento de movimientos armados que desde los noventa declararon la guerra al gobierno federal. Al EZLN ( Ejercito Zapatista de Liberación Nacional) se le calculaban mas de 40.000 milicianos en 2017.
Sin blindaje
“La seguridad del presidente no se enfoca exclusivamente a los traslados que realice o en la seguridad de su residencia. Previamente hay una gran labor de inteligencia, muy especializada y coordinada, que planifica viajes y riesgos. Es inconcebible pretender que esas labores las realicen administrativos o que el presidente haga sus desplazamientos en un automóvil de clase media sin blindaje ni armamento. En México, el presidente no puede estar a merced de cualquiera.
"Si vives con austeridad, no con ostentación y eres un buen ciudadano, estarás bien contigo mismo, con tu conciencia. Estarás bien con el prójimo y serás feliz. Hay que vivir, como decía Juárez, en la justa medianía”, ha proclamado el nuevo
Con esta filosofía de vida, acostumbrado a vivir en una casa de escasos 120 metros cuadrados en el barrio obrero de Tlalpan en Ciudad de Mexico, será inconcebible ver al presidente y a su esposa, Beatriz utilizar un avión presidencial para asistir a un concierto o viajar en sus vacaciones personales rodeado de guardaespaldas y equipos de seguridad.
Récord de homicidios
En 2017 el numero oficial de homicidios alcanzó en México la cifra récord de 26.573 asesinatos. 80 diarios. Cifras que superan la media de cualquier conflicto armado en el planeta.
En los primeros ocho meses de 2018 han muerto 11 periodistas, y durante la pasada campaña electoral, el numero de candidatos asesinados ascendió a 112. Actualmente continúan desaparecidas 33,482 personas. “Precedentes suficientes para desaconsejar que el presidente no disponga de un equipo de protección altamente especializado. No debería estar permitido que rechace estar protegido".
Se vende Boeing 787
Otra de las decisiones polémicas que forman parte de su política de austeridad es la venta del avión presidencial . “No lo voy a utilizar. Ya he comunicado mi deseo venderlo al mejor precio. Que al menos se recupere lo que se pagó por el”, ha avanzado el presidente mexicano.
Un moderno Boeing 787-8 estrenado por el presidente Peña Nieto en Febrero de 2016 y cuyo costo superó lo 340 millones de euros. “Por el momento no tengo la intención de viajar a ningún sitio. Luego ya se verá. Se venderá toda la flotilla de aeronaves utilizadas hasta hoy por funcionarios públicos. Todas excepto las necesarias para labores de seguridad”, ha prometido Obrador.
Entre los cambios constitucionales previstos por el que será nuevo presidente, se incluirá la revocación del mandato presidencial. Lo que se considera un claro mensaje hacia Peña Nieto y hacia quienes hicieron de la impunidad su bandera.
“Modificaremos la Constitución para eliminar el Fuero de los servidores públicos y serán delitos graves, el Fraude Electoral, la Corrupción y el robo de hidrocarburos". En México el robo de Hidrocarburos representa pérdidas cercanas a los 300 millones de euros anuales. Son los Huachicoleros, grupos organizados que cuentan con la connivencia de servidores públicos para el robo de gasolinas.(En México es delito grave aquel cuya pena supera los 5 años de reclusión).
En un país acostumbrado al derroche político, a la desmesura de quienes llegaron al poder servirse y no para servir, el presidente López Obrador pretende recuperar el sentido común. Mas aún en una nación en donde el 53% de los ciudadanos está en el umbral de la miseria. La suya, será una presidencia marcada por la austeridad.