En la mañana del miércoles, Guilherme Taucci, de 17 años, y Luiz Henrique de Castro, de 25, entraron en una escuela de Suzano, en la región metropolitana de São Paulo y dispararon de manera indiscriminada sobre los alumnos, una profesora y un funcionario. Siete personas han muerto, entre ellas 5 menores, y 11 han resultado heridas.
En el camino hacia la escuela, Guilherme pasó por el concesionario de su tío y le disparó. El hombre moriría horas después, en el hospital, siendo la octava víctima mortal de la masacre.
Tras disparar a los alumnos, Taucci habría matado a su cómplice y luego se habría suicidado, según han contado fuentes de la investigación al diario Estado de S. Paulo.
"Llegué al colegio gritando por mi hijo, diciendo que le habían hecho daño. Cuando me contaron lo que había pasado, mi mundo se cayó", dijo la madre de Taucci, al diario a Folha de São Paulo. "Perdí a mi hijo y a mi hermano. Mi vida se ha acabado".
Guilherme vivía con sus abuelos en un barrio pobre de São Paulo, junto a dos de sus cuatro hermanos. Su madre luchaba contra una adicción a las drogas desde hace años. Hace cuatro meses su abuela se murió y Guilherme, cuenta su abuelo, "pasó a demostrar señales de tristeza permanente".
En la mañana del ataque, Taucci dejó en el suelo una foto quemada de sus padres de jóvenes. El joven estudió en la misma escuela donde se produjo el ataque hasta el año pasado, momento en el que abandonó los estudios al haber sido víctima de bullying, según cuenta su madre.
A pocos metros de la casa de Taucci vivía Luiz Henrique de Castro, que acababa de empezar a trabajar con su padre en jardinería. Los dos eran amigos desde niños. "Eran jóvenes normales, nunca he notado nada que pudiera indicar este tipo de comportamiento", cuenta un vecino al mismo diario.
Según las investigaciones de la policía, citadas por el Estado de S. Paulo, los dos eran aficionados a los videojuegos, sobre todo el Call of Duty. Los investigadores no saben aún donde habrían comprado sus armas.
La cronología del ataque
Los dos entraron en la escuela sobre las 9.42 horas de la mañana. Minutos antes, sobre las 9.15, Taucci ya había disparado a su tío, en su concesionario. Taucci entró en la escuela armado con un revolver y disparó sobre un grupo de alumnos y funcionarios que estaban junto a la recepción de la escuela.
Treinta segundos después, el otro atacante, también exalumno de la escuela, entró armado con arco y flecha y un machete. Golpeó a los alumnos caídos en el suelo y atacó a otros que estaban huyendo.
Los dos eran exalumnos de la escuela, hecho que facilitó la entrada a la escuela. Las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad, revelan que los dos se cubrieron en rostro después de haber disparado.
El ataque duró 15 minutos. La policía llegó a la escuela cuando los dos intentaban entrar en una clase con decenas de alumnos dentro. Al ver los agentes, los atacantes huyeron y, minutos después, se escucharon dos disparos. Poco después, la policía encontró los cuerpos ya sin vida de los dos atacantes.