Óscar Martínez quería una vida mejor para su hija Valeria. Dejó su trabajo en una pizzeria de El Salvador y puso rumbo a Estados Unidos, junto con su mujer, Tania Aválos, y la pequeña, de dos años. Su madre le pidió que no lo hiciera, que dejara de perseguir su sueño americano, que ya se apañarían. Pero en EEUU le esperaban unos familiares que le habían conseguido un trabajo en Dallas. Sólo tenía que llegar allí. Pero nunca llegó.
Óscar y su hija, Valeria, se ahogaron en el Río Bravo, intentando cruzar la frontera a nado. La imagen es demoledora. Óscar yace boca abajo junto a la orilla del río. Dentro de su camiseta, protegida entre su espalda y la tela está su hija de dos años. Los dos flotan en el río en la imagen que retrata el drama que, todos los días, sufren los migrantes que intentan alcanzar EEUU.
Durante años, los migrantes han cruzado el Río Bravo en balsas improvisadas, enfrentando las fuertes corrientes. Con el tiempo abandonaron esa vía por la peligrosidad que encerraba, pero las restricciones del nuevo Gobierno de EEUU han vuelto a rescatar el río Bravo como forma de acceder al país. Desde inicios de año, y ante las medidas cada vez más duras de Donald Trump a la inmigración, el flujo migratorio por el río ha aumentado. La Patrulla Fronteriza rescata decenas de personas cada día.
Desde octubre de 2018, los agentes han rescatado al menos a 315 migrantes en un tramo de 300 kilómetros del río. El en mismo periodo se han detenido a 18.000 migrantes en el sector fronterizo Del Río. En los ocho meses anteriores se rescataron a detuvieron a 1300 personas y se rescataron 12. El aumento de los rescates y las detenciones responde a un aumento del flujo migratorio por esta vía.
Llegados a la frontera con EEUU, muchos migrantes se desesperan al ver como pasan los meses sin que puedan entrar al país y deciden intentarlo por la que creen que es la forma más rápida.
Fue lo que pasó a Óscar y a su familia. Llevaban desde hace dos meses en un campamento de migrantes en el puente Puerta México a la espera de una cita para pedir asilo político. Pero al ver que la situación se alargaba, y sometidos a temperaturas de más de 45 grados, decidieron cruzar por el río, cuenta el periódico La Jornada.
Torrente incontrolable
Óscar cruzó primero con la niña. La dejó en la orilla del río y volvió para ayudar a su mujer. Al verse sola, la niña se adentró en el río y su padre intentó rescatarla. La corriente terminó arrastrándoles a los dos bajo la mirada de su mujer, Tania.
Aunque el río Bravo tiene poca profundidad en algunas partes, en otras el lecho llega a alcanzar los 2,5 metros. "El río es traicionero y la gente que no es de aquí no lo sabe. Crecí aquí y ni siquiera me metería en esa agua para bañarme o nadar. Hay cascadas y remolinos y cuando la corriente te lleva, puedes derribarte ", ha dicho Claudia Hernández, una agente de policía mexicana, en declaraciones a The Guardian.
Hay zonas del río donde los niveles de agua están alcanzando sus niveles más altos en 20 años y los récords de deshielo han transformado el río en un torrente incontrolable.
Isabel Turcios, la directora del albergue Casa del Migrante en Piedras Negras, ha señalado al periódico británico que los activistas locales advierten a los migrantes que no intenten cruzar por el río, pero las restricciones impuestas por EEUU hacen que los migrantes desoigan las recomendaciones.
“Las personas se desesperan y no pueden seguir esperando. Solo quieren cruzar. Así que van al río y sin ningún tipo de protección, sin chaleco salvavidas, nada que les salve. Siempre me dicen que si Dios quiere que lo hagan, de alguna manera lo lograrán", dice. "Esto no debería ser así, las personas deberían tener derecho a cruzar por los puentes. Todos los seres humanos tienen derecho a migrar", concluye.
Tras lo sucedido, la familia de los fallecidos intenta ahora repatriar los cuerpos de sus familiares. En un mensaje de Twitter, un primo de Óscar ha pedido ayuda al presidente de El Salvador: "Señor presidente, le quiero pedir de favor, que nos ayude a repatriar el cuerpo de mi primo Óscar Alberto y de nuestra pequeña Angie Valeria que por motivos de escasos recursos decidieron emprender camino hacia EEUU", ha publicado.
Alexandra Hill, canciller de El Salvador, ha señalado que el país está coordinando la repatriación de los cadáveres con México y ha aprovechado para lanzar un alerta a los migrantes. "Les imploro a todas las familias que no se arriesguen, no crean a esas personas que les dicen que los van a llevar a EEUU y que van a estar a salvo", ha dicho. "Estas personas abandonan, engañan, extorsionan, no les importa la vida de los seres humanos".