Ni velos, ni kipás, ni cruces, ni turbantes... Quebec se convierte en el primer estado de Norteamérica en prohibir los símbolos religiosos entre los funcionarios públicos. La "Ley para el respeto de la laicidad del estado" se aprobó en junio. El gobierno de centro-derecha quebequés lo tuvo difícil debido a la férrea oposición, pero consiguieron sacar adelante la ley que lleva una década gestándose.
En la calle el apoyo es mayoritario. Según las encuestas, el 63% de los ciudadanos ven con buenos ojos que esta medida se aplique a jueces, polícias y carceleros; el 59% lo aprueban también para profesores de colegios públicos.
La legislación se aplicará a los nuevos contratados o a quienes cambien de trabajo dentro de una misma organización. Supone que los trabajadores en puestos relevantes en colegios públicos, juzgados o organismos legislativos ya no podrán llevar ningún símbolo religioso.
Detractores
La Asociación de Libertades Civiles y el Congreso Nacional de Musulmanes Canadienses presentaron una demanda horas después de que se aprobara la ley. Un juez del Tribunal Superior de Quebec ha rechazado esa propuesta de suspender temporalmente partes de la ley, aunque sí admitió que plantea serias preguntas constitucionales.
Aunque afecta sólo a Quebec, la polémica ley se inserta en un debate global sobre el uso de símbolos religiosos y su restricción en el ámbito de la vida pública. En general, son las mujeres musulmanas las que se llevan la peor parte, ya que el velo es un elemento muy visible y que usan la mayoría de mujeres que practican esta religión.
Ante las críticas, el primer ministro de Quebec, François Legault, se defendió diciendo: "Cuando dicen que Quebec se ha vuelto racista, ¿quieren decir también que Bélgica, Francia y Alemania son racistas?". De hecho, estos países europeos tienen vigentes unas leyes muy similares a la que se ha aprobado en la provincia canadiense.
En 2011, Francia prohibió los velos que cubren toda la cara, como el burka o el niqab y trató de restringir el uso de burkinis en las playas.
Particularidad de Quebec
No sorpende que Quebec sea el primer lugar de Norteamérica en tomar una medida así. Siempre ha sido una provincia particular dentro de Canadá. En 2006, el Parlamento la reconoció como "una nación dentro de Canadá"; la única lengua oficial es el francés, que incluso cuenta con protección legal.
Durante décadas se han desmarcado la política multicultural del resto del país para proteger su singularidad, su lengua y cultura francesa. Por eso impulsan leyes como la que se acaba de aprobar y que pone el acento en lo que sus detractores consideran "legalizar la islamofobia".
De hecho, en ese afán por preservar sus diferencias con Canadá, Quebec ha intentado independizarse, sin éxito, mediante referéndum en dos ocasiones; en 1980, cuando los independentistas obtuvieron el 40% de los votos, y en 1995, el 49%.
La provincia de Manitoba sale al paso
El gobierno de la provincia de Manitoba, preocupado por la situación de los funcionarios de Quebec que puedan ver coartada su libertad religiosa, está planeando contratar a empleados públicos quebequenses que quisieran trabajar en Manitoba, donde no se restringe el uso de símbolos religiosos.
El primer ministro de este estado al oeste del país, Brian Pallister, ha manifestado su desacuerdo con la ley: "Pensamos que puede haber gente en Quebec ahora mismo que quieran venir a una provincia donde no controlamos la vestimenta, donde sus libertades y derechos serán respetados".