La Unión Europea no quiere cometer dos veces el mismo error con Boris Johnson. El presidente saliente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, ha confesado que el mayor error de su mandato fue no haber intervenido en la campaña del referéndum del brexit en 2016 para combatir las mentiras del próximo primer ministro británico y aliados como Nigel Farage. Por ejemplo, que al salir de la UE Reino Unido se ahorraría 350 millones de libras a la semana que podría dedicar a la sanidad pública. Una cifra que el propio Johnson admitió después que era falsa.
Esta vez, el Ejecutivo comunitario ni siquiera ha esperado a que Johnson tome posesión de su cargo para desmontar sus falsedades. Hace unos días, durante la campaña de las primarias tories, el sucesor de Theresa May arremetió contra los "burócratas de Bruselas" por obligar a que el arenque ahumado de la Isla de Man tenga que venderse acompañado de una bolsa de hielo. Una medida a su juicio "inútil, costosa y perjudicial para el medio ambiente".
Lejos de guardar silencio ante este ataque, una portavoz de la Comisión subió al estrado expresamente para desmentir en público, sin miedo ni paños calientes, al que ya entonces se perfilaba como próximo primer ministro británico. "El caso descrito por el señor Johnson queda fuera del alcance de la legislación de la UE y es puramente una competencia nacional de Reino Unido", resaltó la portavoz, Anka Paduraru.
El Ejecutivo comunitario difundió además el vídeo en sus redes sociales. A Johnson se le había olvidado mencionar que la Isla de Man no forma parte de la UE y por tanto el empaquetado del arenque ahumado depende totalmente de la legislación británica. Pero Bruselas ya no va a pasarle ni una mentira más.
Frente al respeto que se ganó Theresa May pese a sus errores y vacilaciones, la Unión Europea recibe a Johnson con hostilidad. Es un político que ha basado su ascenso en "promesas baratas, visiones simplificadas y declaraciones descaradamente incorrectas sobre los estándares 'impuestos por la UE' en materia de seguridad alimentaria", ha escrito el comisario de Sanidad, el lituano Vytenis Andriukaitis, en un demoledor artículo que lleva por título "Boris, estás equivocado". "¿Puede una democracia sobrevivir a este tipo de política?", se pregunta alarmado.
A su juicio, la estrategia de tierra quemada del nuevo primer ministro británico pasa por ir ganando batallas políticas recurriendo a cualquier medio que sea necesario, privilegiando las "promesas irrealizables" e "ignorando los fundamentos económicos y las decisiones racionales". "Sólo puedo desearle suerte a la hora de 'recuperar el control', gastar más dinero en la sanidad pública o concluir rápidamente nuevos acuerdos comerciales", ironiza Andriukaitis en referencia a los compromisos imposibles que ha asumido Johnson.
¿Está preparada la UE para tratar con un personaje tan grandilocuente como el ex alcalde de Londres? ¿Debería replantearse su estrategia sobre el brexit? "La política mundial está plagada en la actualidad de figuras pintorescas, así que si no eras capaz de manejarlas, no hay mucho que puedas hacer", ha respondido el vicepresidente primero de la Comisión, el socialista holandés Frans Timmermans.
"Mi consejo sería mantenerse firmes, tener una actitud razonable y defender que el actual acuerdo es el mejor posible. Creo que este será el enfoque de los líderes europeos. No me parece que su carácter, personalidad o actitud supongan ninguna diferencia en este sentido", añade.
Jonhson ha prometido que él sí será capaz de renegociar en Bruselas el pacto de divorcio que May firmó con los Veintiocho en noviembre del año pasado, y que ya ha sido rechazado tres veces por el Parlamento británico. Su objetivo es suprimir la salvaguarda sobre la frontera irlandesa porque considera que podría atrapar indefinidamente a Reino Unido en una unión aduanera con la UE. Pero también ha dejado claro que Londres abandonará la Unión el próximo 31 de octubre -fecha en que vence la actual prórroga del brexit- "pase lo que pase", con acuerdo o a las bravas.
La tragedia de un brexit a las bravas
La UE replica que el Acuerdo de Retirada -incluida la salvaguarda irlandesa- es intocable y no va a reabrirse. Como mucho está dispuesta a revisar la declaración política sobre las relaciones futuras entre Bruselas y Londres si Johnson modifica sus líneas rojas. "Negociamos de buena fe. Lo que salió de la negociación es el mejor resultado posible en una situación muy complicada: hace justicia a las posiciones tanto de la UE como de Reino Unido y espero que podamos trabajar sobre la base de esa solución", ha insistido Timmermans.
"Un brexit sin acuerdo, un brexit duro, sería una tragedia para todas las partes, no sólo para Reino Unido. No soy de los que dicen: ellos van a sufrir. Todos vamos a sufrir si eso ocurre. Si miramos atrás, no creo que hubiera mucha gente en Reino Unido, cuando se votó a favor del brexit, que apoyara conscientemente un brexit sin acuerdo. Creo que hay una fuerte voluntad en la sociedad británica de salir de esto de forma razonable y la mejor forma de hacerlo es basándose en el acuerdo que se alcanzó con la UE", sostiene el vicepresidente de la Comisión.
En Bruselas se da por descontado que, tras fracasar el enésimo intento de renegociación, Johnson tratará de forzar un brexit a las bravas el 31 de octubre, pero el Parlamento británico se lo impedirá. Por eso el escenario central que maneja la UE es la convocatoria de nuevas elecciones en Reino Unido en los próximos meses. De ahí que la presidenta electa de la Comisión, Ursula von der Leyen, se haya apresurado a ofrecer una nueva prórroga a Londres aunque nadie la haya pedido.
"El Acuerdo de Retirada concluido con el Gobierno de Reino Unido proporciona seguridad allí donde el brexit había creado incertidumbre: preservando los derechos de los ciudadanos y la paz y la estabilidad en la isla de Irlanda. Estas dos prioridades son también las mías. No obstante, estoy dispuesta a un retraso adicional en la fecha de salida si se necesita más tiempo por un buen motivo", dijo Von der Leyen en su discurso de investidura en la Eurocámara.
Tras conocerse la victoria de Johnson este martes, tanto ella como Juncker como el negociador de la UE para el brexit, Michel Barnier, han dicho que esperan trabajar con él de forma constructiva. Un mensaje que también ha repetido el presidente francés, Emmanuel Macron, que ha recibido a Von der Leyen en París.
"Espero trabajar con él lo antes posible, no sólo en los temas europeos como las negociaciones del brexit, sino también sobre cuestiones internacionales en las que tenemos que coordinarnos diariamente con Reino Unido y Alemania, como Irán y otros problemas de seguridad", ha subrayado Macron.