El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha protagonizado en las últimas horas uno de sus momentos más bochornosos en público, al menos ya no peligroso como cuando atendió a los medios sin mascarilla para anunciar que estaba contagiado de coronavirus.
Esta vez, Bolsonaro, también sin mascarilla, se encontraba inaugurando una termoeléctrica en Nioaque cuando vio lo que pensaba que era un niño, ante lo que él, líder populista y político al fin y al cabo, no dudó en agarrarlo y levantarlo para sorpresa del resto de congregados.
Finalmente, un grito advirtió a Bolsonaro de que no se trataba de un niño sino de un enano. Acto seguido, el presidente lo deja en el suelo y se marcha como si nada hubiera pasado. El vídeo de inmediato se hizo viral en todo el mundo.
Sube su popularidad
El mandatario sigue dándose baños de masas pese a la situación del país, con más de 3,4 millones de casos de coronavirus y más de 110.000 fallecidos. Es el segundo país con más contagios a nivel mundial después de Estados Unidos.
Pese a esto, Bolsonaro sostuvo este lunes que la aprobación de su gestión y de su Gobierno se miden "en las calles" y no en las encuestas, que han mostrado un repunte de su popularidad en las últimas semanas.
De acuerdo con un sondeo divulgado el pasado viernes por la firma Datafolha, el apoyo al líder de la ultraderecha creció desde el 3% que tenía a fines de junio hasta un 37%, pese al impacto en el país de la pandemia.