El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha salido este lunes del hospital militar en el que estaba ingresado desde hace tres días para tratarse de la Covid-19, pese a que sus médicos han advertido de que "no está fuera de peligro".

Trump salió a pie del hospital para montarse en el coche que lo llevó al helicóptero presidencial Marine One, que le ha trasladado de vuelta a la Casa Blanca.

"¡Me encuentro muy bien!", ha tuiteado el mandatario norteamericano en su cuenta de Twitter unas horas antes para anunciar que abandonaba el centro.

Trump, que el viernes por la tarde fue ingresado en la suite presidencial del Walter Reed tras experimentar una caída en el oxígeno en sangre y fiebre, ha estado recibiendo el antiviral Remdesivir y esteroides.

"No tengáis miedo del Covid-19. No dejéis que domine vuestras vidas", agregó el gobernante, que el jueves pasado fue diagnosticado con coronavirus, una enfermedad que ha matado ya a más de 200.000 estadounidenses.

El comentario de Trump fue como mínimo controvertido en un país que cuenta ya con más de 210.000 muertos por la enfermedad.

El presidente se atribuyó el mérito de haber conseguido tratamientos efectivos contra la Covid-19: "Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos realmente buenos y conocimiento. ¡Me siento mejor que hace 20 años!".

El presidente ha pasado todo el día tuiteando desde primeras horas de la mañana; llamó al voto, compartió anuncios de su campaña electoral o comentarios sobre programas de televisión y criticó a los medios por estar "decepcionados porque me subía a un vehículo seguro para dar las gracias a mis muchos fans y simpatizantes". 

La campaña

De ahí abordó el helicóptero presidencial Marine One, que en un breve vuelo de poco más de diez minutos le trasladó de vuelta a la Casa Blanca, donde tendrá personal médico prestigioso a su disposición las 24 horas del día.

Una vez en la Casa Blanca, Trump subió las escaleras del pórtico sur de la residencia, se quitó la mascarilla, posó para fotos y saludó la partida del Marine One. Segundos después, el mandatario entró sin mascarilla al interior del edificio.

Aunque Trump anunció también en Twitter que "pronto" estará haciendo campaña de nuevo, su médico personal, Sean Conley, reconoció que "no está fuera de peligro" y que se encuentra en un "terreno no explorado" por otros pacientes de coronavirus debido al tipo de tratamiento que ha recibido.

Trump  cerró así un fin de semana que muchos han comparado con uno de sus "shows" televisivos y que incluyó un paseo este domingo en camioneta para saludar a las decenas de simpatizantes que se habían aglomerado fuera del hospital para mostrarle su apoyo.

En un vídeo publicado este domingo en su cuenta de Twitter, poco antes de salir a saludar en un vehículo blindado a los simpatizantes que hacían guardia frente al hospital en el que está ingresado desde el viernes, Trump aseguró que esta experiencia le ha enseñado mucho sobre la Covid-19.

Trump ha tratado de proyectar una imagen de fuerza durante su estancia en el hospital y este domingo llevó a cabo una breve salida para dejarse ver por sus seguidores congregados frente al centro médico, algo que ha sido criticado por haber puesto en riesgo la salud de los agentes del Servicio Secreto que lo acompañaron.

El equipo médico que atiende a Trump dijo el domingo que si el mandatario seguía evolucionando favorablemente, sin fiebre ni necesidad de oxígeno, podría abandonar el hospital y continuar el tratamiento en la Casa Blanca hoy mismo.

 

'Brote Trump'

El brote de Covid-19 que ha afectado a Trump también ha contagiado a al menos doce personas de su entorno, entre ellas su esposa, Melania Trump, la exasesora Kellyanne Conway, el jefe de campaña de Trump, Bill Stepien, a la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, y a tres senadores de su partido.

La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, también anunció este lunes que ha dado positivo por Covid-19.

El foco de propagación más probable es el acto de presentación, el sábado 26 de septiembre en los jardines de la Casa Blanca, de la nominada a jueza del Tribunal Supremo Amy Coney Barret, donde asistieron al menos siete personas que se han contagiado.

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