La noche del 3 de noviembre FoxNews fue el primer gran medio estadounidense que decantó el estado de Arizona. En contra de lo que se podría esperar, la televisión conservadora, la gran aliada de Donald Trump durante sus cuatro años en la Casa Blanca, no le daba la victoria a él sino a su rival, el demócrata Joe Biden. Aquella decisión fue la primera de una serie de catastróficas desdichas que ha terminado con el aún presidente despotricando contra sus otrora 'socios' y en busca de un nuevo hogar mediático desde el que proyectar sus ideas sin ningún tipo de lastre.
"Las audiencias de FoxNews se han derrumbado por completo entre semana. Y durante el fin de semana es incluso peor. Es muy triste ver cómo sucede esto, pero se han olvidado de qué les hizo exitosos, de qué los llevó hasta ahí. Se han olvidado de la gallina de los huevos de oro".
Donald Trump tuiteó este mensaje el 12 de noviembre confirmando la ruptura que anunció Jason Miller, su jefe de campaña el día 3. Cuando FoxNews decantó Arizona con un margen favorable (y mínimo) para Joe Biden, Miller afirmó que era "demasiado pronto. No puedo creer que en Fox estuvieran tan ansiosos por apretar el gatillo". Desde ese mismo momento y hasta hoy la ruptura ha sido total y ha abierto paso a todo tipo de especulaciones.
Dos opciones 'grandes'
Tanto FoxNews como CNN o MSNBC han vivido durante la campaña presidencial de 2016 y durante la legislatura de Donald Trump una época dorada que invita a pensar que quien logre colocarse en la estela de Trump experimentará un empuje, como mínimo, similar. Sin embargo, los especialistas en medios de comunicación estadounidenses descartan esa posibilidad en la televisión por cable.
Según datos de la consultora Kagan, los canales de televisión por cable en Estados Unidos han pasado de 97,5 millones de suscripciones a poco más de 79 millones al final del tercer trimestre del año. Datos que hacen bastante improbable que Trump levante desde cero su propio canal de televisión, que además supondría una inversión considerable y un retraso temporal importante hasta que pudiese echar a andar.
Así las cosas, la primera gran opción de Trump sería seguir los pasos de Harry Truman, Dwight D. Eisenhower, Gerald Ford o Bill Clinton. El primero encadenó una serie de entrevistas sobre su presidencia; los dos siguientes fueron comentaristas habituales de la actualidad política durante años; y el último estuvo en negociaciones con al menos una de las grandes cadenas para presentar su propio show al más puro estilo Oprah Winfrey.
No sería extraño encontrarse a Trump como presentador, pues el aún presidente de Estados Unidos llegó al estrellato como conductor del reality show El Aprendiz en la cadena NBC entre los años 204 y 2012. Está acostumbrado a las cámaras, sabe manejarse en el medio y varias serían las cadenas interesadas en que apareciera en su parrilla como conductor. Además, para él sería una buena plataforma y, en menor medida, una gran fuente de ingresos.
Casi tan buena opción como manejar su propio programa sería la de convertirse en 'consultor' político bien de los informativos bien de las tertulias de cualquiera de los medios afines a su ideología. Aquí, la pole position es para Newsmax, un canal de cable y online más escorado a la derecha que FoxNews y que a día de hoy está presente en 58 millones de hogares de Estados Unidos.
Cualquiera de las dos opciones presenta, sin embargo, un problema evidente.
Donald Trump y su entorno ya han dejado circular el rumor de que será el candidato republicano en las elecciones de 2024, lo que le obligaría a abandonar cualquier implicación mediática antes del inicio del campaña electoral, perdiendo el altavoz televisivo justo en el momento en que más lo necesitará en los próximos años.
La opción radiofónica
Otra posibilidad que ya estuvo sobre la mesa en su momento era que Trump, desde el mismo despacho oval de la Casa Blanca, desarrollase un programa diario en la radio al más puro estilo de Nicolás Maduro en Aló, presidente. Esto, según The New York Times, fue en marzo y la idea original consistía en que durante dos horas el presidente recibiese y respondiera las preguntas de los oyentes.
Aquella idea no cristalizó porque, según diversos medios como Los Angeles Times, Trump no quería competir con Rush Limbaugh, uno de los periodistas conservadores más reconocidos de las ondas y cuyo programa en iHeartRadio domina el grupo Premiere Radio Networks, que acoge más de 5.500 emisoras con un alcance potencial de 245 millones de oyentes. Pero ahora esa reticencia podría haber desaparecido.
Limbaugh, de 69 años de edad, anunció el pasado 20 de octubre en su programa que el cáncer de pulmón que padece no sólo no retrocede sino que habría avanzado hasta un punto irreversible. "La fase 4 es un estado terminal", anunció. Una noticia terrible que podría abrir las puertas de la radio Trump ya con una audiencia fiel y de su misma ala ideológica, más allá de la preparación profesional necesaria para enfrentarse a un matinal de tres horas diarias.
La tercera vía
Todas las posibilidades anteriores palidecen sin embargo ante el peso de la rumorología, que en los últimos días apunta en una única dirección: la creación de un canal de televisión digital que se emita únicamente a través de internet. Así lo ha contado el diario digital Axios, citando a fuentes cercanas al presidente saliente dentro de su estrategia para torpedear a FoxNews. "Planea destrozarles. De eso no hay duda", señaló dicha fuente.
Axios, de hecho, aporta detalles más concretos. La idea de Trump no es únicamente crear un canal propiamente dicho, sino que tiene en mente un formato de pago con el que atacar directamente a FoxNation, el modelo online de FoxNews que cuesta 5,99 dólares al mes.
Y para ello estaría dispuesto a utilizar el banco de datos que ha amasado durante sus años de presidente y la reciente campaña electoral y que acumula cientos de miles de datos personales y bancarios de quienes han apoyado su candidatura, lo que sería un impulso económico extra para empezar lo antes posible a competir y preparar desde ya su vuelta a la Casa Blanca.
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