Los demócratas controlarán también el Senado. En medio del caos desatado en Washington tras el asalto de partidarios de Donald Trump al Capitolio, llegan buenas nuevas para los de Joe Biden desde Georgia. El candidato demócrata Jon Ossoff se ha alzado con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones del citado estado al Senado, con lo que el partido del presidente electo tendrá el control de la Cámara Alta de Estados Unidos.
Según las proyecciones de la NBC y la CBS, Ossoff ha logrado un 50,3 por ciento de los apoyos, mientras que su contrincante, el republicano David Perdue, que defendía su asiento, lo ha perdido con el 49,7 por ciento de los votos.
Georgia celebró la segunda vuelta de las elecciones al Senado este martes, una elección vital para el presidente electo, ya que la victoria demócrata le permitirá implantar su agenda presidencial con más facilidad.
El estado sureño ya celebró un proceso electoral para elegir a sus dos senadores en las elecciones del 3 de noviembre, pero ni Ossoff ni Perdue ni los otros dos contendientes, la republicana Kelly Loeer y el demócrata Raphael Warnock -cuya victoria se proyectó el mismo martes- lograron superar el umbral del 50 por ciento de los votos.
Georgia, estado tradicionalmente conservador, se convirtió en un territorio clave para los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.
El todavía presidente, Donald Trump, lo perdió por menos de 13.000 votos, siendo la primera vez que los electores del estado se decantaban por un candidato demócrata en casi 30 años.
Control del Senado
Tras la conquista por parte de los demócratas de la Cámara Alta, el partido de Biden tomará las riendas del Senado, que hasta ahora controlaban los republicanos, lo que facilitará los dos primeros años de Gobierno al presidente electo de EEUU, que llegará al poder el 20 de enero.
En realidad, el Senado está empatado entre demócratas y republicanos, ya que cada partido tiene 50 senadores. Será la presidenta del Senado, la vicepresidenta Kamala Harris, la encargada de decantar la balanza a favor de los suyos gracias a su voto de calidad, que le permite romper empates.
Biden tendrá mucho más fácil aprobar a los candidatos para su gabinete e impulsar sus prioridades legislativas, dado que en muchos casos basta una mayoría simple de 51 votos para aprobar o impedir un cambio en el Senado, y los demócratas ya controlan la Cámara Baja.