Decenas de seguidores de Donald Trump entraron en el Capitolio de Washington durante la manifestación de miles de personas con motivo de la sesión conjunta del Congreso que certificaba la victoria de Joe Biden. Como consecuencia de los disturbios, han muerto cuatro personas y 14 policías han resultado heridos. Además, hubo al menos 52 detenidos.
Lo que debía ser un puro proceso de trámite se convirtió en el caos absoluto. La sesión en el Congreso fue suspendida tras derribar los manifestantes varias vallas de seguridad y enfrentarse en el exterior y el interior del edificio con la Policía. Las fuerzas de seguridad se vieron superadas y los manifestantes camparon a sus anchas por los edificios gubernamentales.
Tres horas después, con el edificio desalojado, se decretó el reinicio de la sesión para las 20.00 horas locales que cumplió con la formalidad del procedimiento. De hecho, el Senado rechazó por abrumadora mayoría (93-6) la primera alegación al triunfo de Biden, referente al conteo electoral en Arizona. Algunos republicanos afirmaron que cambiaron su voto para mostrarse en contra de la de la objeción tras los incidentes. Y ningún senador republicano respaldó el intento de desafiar el resultado de los comicios en Georgia.
Horas antes, la alcaldesa de Washington había ordenado el toque de queda en la ciudad a partir de las 18.00. La tensión del asalto incluso llevó al Servicio Secreto a evacuar a Mike Pence, el vicepresidente, que había rechazado la demanda del presidente saliente de revertir su derrota ante el demócrata Joe Biden.
Reacciones de Trump y Biden
Trump fue el alentador de la "insurrección", defendiendo que el resultado de las elecciones es un "fraude", al tiempo que pedía a los manifestantes que volvieran a casa: "Necesitamos paz, así que vayan a casa. Os queremos, sois muy especiales".
"Se tienen que ir a casa ahora, tenemos que tener paz; tenemos que tener ley y orden. No queremos a nadie herido es un período muy difícil", manifestaba en un vídeo en Twitter.
Biden, por su parte, defendió que "Estados Unidos está bajo un ataque sin precedentes que roza la sedición. No es disidencia, es caos". Pidió al "presidente Trump salir en televisión nacional y cumplir con su juramento". Los manifestantes, que llamaron "traidores" a los agentes, atravesaron el perímetro del Capitolio poco después de las 13.00 horas (hora local).
George W. Bush aseuró que "así es como se disputan las elecciones en una república bananera", mientras que Barack Obama apuntó que "la Historia recordará correctamente la violencia de hoy en el Capitolio incitada por el presidente en funciones". Hillary Clinton, por su parte, consideró "terroristas nacionales" a los asaltantes.
Terror y violencia
Algunos legisladores fueron escuchados gritando "se han producido disparos", al tiempo que miembros de la seguridad del Capitolio desenfundaron armas en el salón de plenos de la Cámara de Representantes. Llegaron a la oficina de la líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Los diputados aguardaron en el interior de la cámara de la votación, tendidos en el suelo y con mascarillas de gas" mientras la Policía del Capitolio intentaba contener la entrada de los manifestantes en el hemiciclo.
La situación en el lugar de la manifestación llevó al cierre del Capitolio, edificio que alberga las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos. Asimismo, la Policía del edificio hizo sonar la alarma de emergencia, que se acopañó con un mensaje en el que se pedía a las personas que están dentro de las instalaciones que "buscaran refugio" y "permanecieran en silencio" debido a una "amenaza interna".
La Policía del Capitolio, que tuvo que solicitar refuerzos, bloqueó el paso a todas las personas que pretendían ingresar desde el edificio de las oficinas del Senado a través de los túneles subterráneos que unen ambas instalaciones, utilizados habitualmente por los senadores o los periodistas.
Miles de seguidores de Trump se concentraron y derribaron varias vallas de seguridad, lo que generó choques con la Policía y escenas violentas a las puertas del Congreso.
'Salvar a EEUU'
Las imágenes muestran cómo los seguidores del mandatario saliente se encaran con los agentes que conforman la barrera policial de seguridad y son repelidos con gases lacrimógenos por la Policía que custodia el Congreso.
La marcha, bajo el nombre de 'Salvar a EEUU', había comenzado por la mañana de manera pacífica cerca de la Casa Blanca. A mediodía, Trump se dirigió a las manifestantes para prometer que "nunca" concedería la derrota y urgió a sus seguidores a marchar hacia el Congreso.
El presidente harantizó que "estará" con ellos: "Nunca concederemos la victoria (a Biden)", ha afirmado, reiterando sus aseveraciones sobre el presunto "fraude" electoral cometido en las elecciones del 3 de noviembre.