El expresidente de EEUU, Donald Trump, en una imagen de archivo.

El expresidente de EEUU, Donald Trump, en una imagen de archivo. Efe

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Los seis republicanos que rompen filas con Donald Trump para que salga adelante el 'impeachment'

Es muy improbable que el proceso termine en una condena para Trump: los demócratas solo controlan 50 escaños y se necesitarían un mínimo de 67.

11 febrero, 2021 01:15
Nueva York

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La primera jornada del segundo juicio político o impeachment contra Donald Trump, a quien se acusa de incitación a la insurrección, se saldó con una ajustada votación (56-44) a favor de continuar con el proceso judicial. Tan sólo seis de los 17 senadores republicanos rompieron filas con el expresidente y votaron junto a la totalidad de la bancada demócrata para confirmar la constitucionalidad del impeachment y conseguir que salga adelante.

Tras unas cuatro horas de debate sobre la constitucionalidad del proceso –los abogados de Donald Trump argumentan que la acusación no cumple con el principio de validez constitucional al no estar éste ya en ejercicio de un cargo público– los miembros del Senado votaron 56-44 a favor de continuar con el segundo juicio político del expresidente. Se salvaba así, in extremis, el primer escollo para garantizar el juicio en el Senado.

Lo ajustado del resultado muestra el poco margen de maniobra que tienen los gerentes del proceso para obtener la mayoría de dos tercios necesaria para la condena. De hecho, la mayoría de los republicanos manifestaron su acuerdo con el argumento del equipo de la defensa, reflejando el interés general del partido republicano en terminar el proceso.

Cambio de opinión

Cabe recordar que en la votación que tuvo lugar a finales de enero, cuando los senadores sopesaron la constitucionalidad del juicio, el resultado fue similar: cinco legisladores republicanos apoyaron seguir adelante con el juicio, mientras que 45 de sus colegas se opusieron. En aquel momento, fue el senador Rand Paul, representante republicano de Kentucky, quien forzó una votación sobre la misma cuestión.

Los republicanos que han roto con la disciplina de partido y secundado la moción demócrata para votar a favor del juicio tanto en enero como el martes son los senadores Mitt Romney (Utah), Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Arkansas), Ben Sasse (Nebraska) y Pat Toomey (Filadelfia). El senador Bill Cassidy (Luisiana) ha sido el único en cambiar de opinión, ya que votó en contra del juicio en enero, pero el martes decidió respaldar la constitucionalidad del juicio y pedir que este siguiera adelante.

Poco cambió después de la segunda sesión. El senador John Thune, representante de la minoría en el Senado y miembro del liderazgo republicano, dijo a los periodistas que cree que los gerentes de la Cámara de Representantes hicieron un "trabajo eficaz" y están "conectando los puntos" entre las palabras de Trump y la insurrección del 6 de enero.

Otros miembros del partido conservador reconocieron que algunas de las pruebas presentadas el miércoles fueron convincentes, aunque varios se mantuvieron en sus trece y afirmaron que los demócratas no presentaron un argumento convincente que vincule las acciones de los asaltantes con Trump.

Fue el caso del senador Rob Portman, republicano por Ohio, quien dijo a los periodistas después de la jornada maratoniana del miércoles que estaba "impresionado" con la presentación de los administradores de la Cámara de Representantes, pero que no ve un vínculo claro con el expresidente Donald Trump.

Portman, quien se jubilará al final de su mandato, votó anteriormente en contra de la realización del juicio, aunque dijo que mantiene la mente abierta como miembro del jurado.

Votaciones ajustadas

El mes pasado, la Cámara de Representantes aprobó el artículo del impeachment con 232 votos a favor (incluyendo los de 10 parlamentarios republicanos) y 197 en contra. La votación tuvo lugar el 13 de enero, una semana después del asalto al Capitolio.

Como dato destacable, en 2019 ni un solo republicano votó a favor del juicio político. En este sentido, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes dijeron que esta vez no presionarían formalmente a los miembros del partido en contra de votar para acusar al presidente.

A día de hoy hay pocos indicios de que el Senado condene a Donald Trump. Para logralo, los demócratas necesitarán el respaldo de dos tercios de los senadores, 67 votos exactamente, para condenar a Trump, lo que convierte este resultado en poco probable, según apuntan varios expertos legales.

Mascarillas y pruebas inéditas

Los gerentes de la Cámara de Representantes que dirigen la acusación tendrán 16 horas durante el miércoles y el jueves para presentar su caso. Dado que terminaron su primer día de intervenciones a las 19:40 el miércoles después de usar 5 horas y 41 minutos de su tiempo asignado, la acusación contara con hasta ocho horas más el jueves para finalizar su exposición cuando el juicio se reanude a mediodía.

Acto seguido será el turno los abogados de Trump. Después, los senadores dispondrán de cuatro horas para hacer preguntas por escrito a ambas partes. Tanto demócratas como republicanos han mostrado su compromiso con un "juicio rápido y eficiente" que no entorpezca otras prioridades de la Cámara Alta como la aprobación de las nuevas medidas Covid o la confirmación de los nuevos miembros del ejecutivo de Joe Biden

Para evitar riesgos innecesarios en un momento en el que los casos de coronavirus se disparan en el país, aún está por ver si habrá testigos en la sala. El Senado podría debatir y votar si debe citar testigos, aunque no está claro si alguna de las partes implicadas buscará alguno.

Por otra parte, los gerentes de juicio político anunciaron poco antes de que diera comienzo la primera sesión que van a presentar nuevas evidencias para condenar al expresidente, “pruebas inéditas”.

Algunas de ellas salieron a relucir el miércoles. Los gerentes usaron de forma metódica clips de video y audio, mostrando videos de los discursos de Trump, sus publicaciones en Twitter e imágenes de sus partidarios respondiendo a sus gritos de protesta. Uno de los videos mostraron por primera vez al oficial de la Policía del Capitolio (USCP) Eugene Goodman, quien el 6 de enero logró alejar a una turba de los legisladores, advirtiendo al senador Mitt Romney que huyera del área después de que los asaltantes hubieran entrado en la planta baja.

Otras grabaciones de seguridad inéditas mostraron imágenes escalofriantes de manifestantes enfrentándose a la Policía del Capitolio, golpeando ventanas, asaltando los pasillos y coreando los nombres de legisladores "enemigos".

Los abogados de Trump, sin argumentos

El mes pasado, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un solo artículo de acusación contra el ya expresidente del país, acusándolo de "incitación a la insurrección" por el motín del 6 de enero en el Capitolio. "Donald John Trump participó en delitos graves y faltas al incitar a la violencia contra el Gobierno de los Estados Unidos", argumenta dicho artículo.

En el documento también se citan las falsas afirmaciones de fraude electoral que hizo Trump en los meses previos al motín, que repitió el 6 de enero, así como una llamada telefónica al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, en la que Trump lo instó a "buscar" votos para anular los resultados.

El Artículo II, Sección 4 de la Constitución establece que el presidente y otros funcionarios federales sujetos a la cláusula pueden ser acusados de traición, soborno u "otros delitos graves y faltas". Además, el texto estipula que hay dos posibles ‘castigos’ para quienes sean hallados culpables en un juicio político: “destitución e inhabilitación para ocupar otro cargo federal” [AG1]. La Carta Magna de Estados Unidos no ofrece la opción de aplicar uno u otro, sino que exige implementar ambos.

También quedó desmontado en la primera jornada de juicio el argumento de la defensa de que no existe precedente legal ni histórico. En 1876, el secretario de Guerra William Belknap renunció momentos antes de que comenzara su juicio político en la Cámara Alta. No obstante, ya como exfuncionario federal, Belknal fue juzgado por el Senado y posteriormente absuelto.