La última sesión del juicio político o impeachment de Donald Trump ha culminado con la absolución del expresidente estadounidense. En una jornada marcada por decisiones de última hora, ritmos de infarto y discursos contradictorios, el Senado votó este sábado. El resultado de la votación fue de 57 a 43 (10 votos menos de la mayoría de dos tercios necesaria) en contra de condenar a Trump por incitación a la insurrección.
Tras saber que había sido absuelto, Trump se mostró triunfante: "Nuestro histórico, patriótico y hermoso movimiento para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande acaba de comenzar”. Es decir, volvió a defender el que ha sido su lema electoral desde que entró en política: "Make America Great Again" (MAGA).
"En los meses venideros, tengo mucho que compartir con ustedes y espero continuar nuestro increíble viaje juntos para lograr la grandeza estadounidense para toda nuestra gente. ¡Nunca ha habido nada igual!". Esta es la promesa que lanzaba un crecido Donald Trump poco después de conocerse el veredicto del juicio político, el segundo al que se ha enfrentado el 45 presidente de Estados Unidos en poco más de un año.
"Tenemos mucho trabajo por delante y pronto saldremos con la visión de un futuro estadounidense brillante, radiante e ilimitado", prometió Trump, haciendo saltar las alarmas en Washington con lo que muchos han interpretado como el comienzo de la campaña de cara las citas electorales de 2022 y 2024.
El indulto llegó después de un largo día de discusiones sobre si permitir la participación de testigos en el juicio o seguir adelante con las pautas acordadas de antemano entre demócratas y republicanos para garantizar un juicio "rápido y eficaz".
Baile de pruebas y testigos
Al comienzo de la sesión del sábado, la quinta y última, el gerente principal de juicio político de la Cámara, Jamie Raskin, anunció la intención de los gerentes procesales de citar al representante Jaime Herrera Beutler, un republicano de la Cámara que reveló por primera vez una conversación entre el líder republicano de la Cámara, Kevin McCarthy y Trump en el que el expresidente dijo que los alborotadores se preocupaban más por los resultados de las elecciones que McCarthy.
Poniendo trabas a tal petición, el abogado de Trump, Michael van der Veen, respondió que si los demócratas iban a pedir testigos, el equipo de Trump necesitaría 100 declaraciones.
Para resolver este atasco, el Senado recurrió a la votación. Cinco republicanos se unieron a los demócratas en la votación para permitir testigos, incluyendo el senador republicano Lindsey Graham, quien inicialmente votó en contra, pero cambió su voto para permitir testigos.
Tras un receso para aclarar la situación, los líderes del Senado, los gerentes de la Cámara y el equipo legal de Trump anunciaron que habían acordado insertar la declaración del representante Herrera Beutler de un informe de CNN en el expediente del juicio, en lugar de tomarle declaración.
"El cargo es indiscutible"
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se mostró tajante en su lectura de los hechos y afirmó que "la sustancia del cargo no está en disputa" y señaló la naturaleza bipartidista de la votación.
"Si bien la votación final no condujo a una condena, el fondo del cargo no está en disputa. Incluso aquellos que se oponen a la condena, como el líder de la minoría del Senado McConnell, creen que Donald Trump fue culpable de un 'negligencia vergonzosa del deber' y ' responsable práctica y moralmente de provocar "la violencia desatada en el Capitolio", dijo Biden en sus primeros comentarios desde la absolución de Trump.
Republicanos divididos
Aunque no se haya alcanzado la mayoría de dos tercios necesaria para condenar a Trump, lo cierto es que el resultado pasado a la historia por contar con el mayor apoyo bipartidista, tal y como ha destacado en tono conciliador el gerente principal de juicio político, el representante Jamie Raskin de Maryland.
Y es que siete senadores republicanos votaron para condenar al expresidente y diez miembros republicanos de la Cámara de Representantes votaron el mes pasado para acusarlo, incluida la numero tres del partido, Liz Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney.
Los siete republicanos que rompieron filas con la mayoría de sus compañeros de partido y votaron con la totalidad de la bancada demócrata a favor de la condena fueron Richard Burr, Bill Cassidy, Susan Collins, Lisa Murkowski, Mitt Romney, Ben Sasse y Pat Toomey.
Otros miembros del partido conservador se mantuvieron firmes en su rechazo a la condena, argumentando que el juicio político tal y como está recogido en la Constitución no puede aplicarse en este case dado que Trump ya había abandonado el cargo público cuando dio comienzo el proceso de impeachment.
Uno de los comentarios que más perplejidad ha generado en los corrillos políticos de Washington es el del líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, quien ofreció una dura crítica a las acciones de Trump en el pleno del Senado después de votar a favor de la absolución porque no creía que condenar a un expresidente fuera constitucional.
Tras afirmar que Trump era "práctica y moralmente" responsable de la violencia que desembocó en el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, McConnell recalcó que "La decisión del Senado de hoy no aprueba nada de lo que sucedió en ese día terrible o antes". "Simplemente muestra que los senadores hicieron lo que el expresidente no hizo. Ponemos nuestro deber constitucional en primer lugar".
Empieza la campaña 2024
El hecho de que la gran mayoría de los republicanos del Senado votaron a favor de la absolución de Trump se ha visto como una señal de que mantiene el control sobre el Partido Republicano. "El partido es suyo", dijo la semana pasada la representante de Georgia, Marjorie Taylor Greene, una de las más fervientes simpatizantes de Trump. "No pertenece a nadie más", añadió vehemente.
Lo cierto es que varios republicanos se han distanciado del expresidente y preparándose para lanzar su propia campaña para llegar a la Casa Blanca en 2024. Entre ellos se encuentra la ex gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien dijo que los republicanos se equivocaron al apoyar la campaña de Trump para revertir los resultados electorales, una estrategia que condujo al asalto del 6 de enero. "Tomó un camino que no debería haber tomado y no deberíamos haberle seguido", dijo Haley en una entrevista con ‘Politico’.
Mientras, lo cierto es que los republicanos que abogan por una ruptura total con Trump están en minoría y temen la influencia de este sobre las bases del partido. "Los senadores republicanos que votan a favor de la absolución pueden protegerse contra desafíos en las primarias del ala más extrema de su partido en 2022, o incluso en 2024", dijo en declaraciones a medios estadounidense Wendy Schiller, profesora de Ciencias Políticas de Brown. "Pero al mismo tiempo pueden volverse más vulnerables a la derrota en las elecciones generales".