El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha comparecido ante los medios para justificar las protestas que ayer domingo se desataron en Cuba. Las movilizaciones sociales más importantes que vive la isla desde 1994.
La gente salió a la calle para protestar por el desabastecimiento de alimentos, divisas, la falta de suministro eléctrico, el bloqueo de Internet y la gestión de la crisis del coronavirus. En medio de este maremágnum, el sucesor de Raúl Castro ha decidido que lo mejor era dar la cara. Y, al más puro estilo Berlanga, acompañado de miembros de su Ejecutivo y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), lo único que le ha faltado ha sido soltar esa famosa frase de Pepe Isbert en Bienvenido, Mister Marshall: "Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación..." Y donde dice alcalde, digamos presidente.
Porque lo que ha hecho Díaz-Canel ha sido salir a dar explicaciones para intentar calmar los ánimos de los cubanos. Por eso, una de las primeras cosas que ha querido dejar claras el mandatario es que, pese a los fallos de suministro eléctrico y los cortes de Internet que se han registrado en los últimos días, "el Gobierno ha hecho lo posible para dar satisfacción al pueblo cubano".
"Nosotros no apagamos para molestar a la población. Eso no pasa ni por nuestra cabeza. Y en medio de todo esto vamos a hacer inversiones nuevas. El país ha incrementado las fuentes no renovables de energía. Hay todo un programa para solucionar estos temas, pero lamentablemente se ha producido esta situación. En ningún momento ha sido para molestarles a ustedes, querido pueblo", ha insistido Díaz-Canel.
El presidente ha querido entrar al fondo del asunto, haciendo alusión a las protestas que este domingo se registraron en varias ciudades cubanas y que provocaron que miles de ciudadanos salieran a la calle lanzando consignas como "¡Abajo la dictadura!", "Libertad" o "Patria y vida".
"En esta campaña acudieron a todos los youtubers y estaban implicados todos los sectores de las redes sociales, incluyendo a una artista que me llamó tirano", ha señalado el gobernante.
Según Díaz-Canel, "no todos" los que salieron a la calle "son contrarrevolucionarios". En su opinión "hay una minoría contrarrevolucionaria que trató de liderar estas acciones. ¿Pero en torno a qué montaron esas insatisfacciones? Al problema eléctrico, al desabastecimiento de alimentos y medicamentos, y a los problemas de intercambio de divisas. Y el problema de todo esto es el bloqueo".
El presidente de Cuba negó que haya existido represión en las protestas antigubernamentales, pese a los vídeos que muestran una contundente actuación policial y múltiples denuncias de arrestos a manifestantes.
"Ya salieron con que en Cuba reprimimos, asesinamos ¿Dónde están los asesinatos cubanos? ¿Dónde está la represión cubana? ¿Dónde están los desaparecidos en Cuba?", argumentó el presidente, en una comparecencia especial tras las inéditas manifestaciones en diversas localidades de Cuba.
Vídeos difundidos en las redes sociales muestran cómo policías y agentes de seguridad reprimían con violencia a los manifestantes del domingo, que resultaron en muchos casos heridos, e incluso en uno de ellos aparece un uniformado abriendo fuego con su pistola en plena calle.
Durante las protestas también se produjo un número indeterminado de detenciones. Hoy movimientos opositores comenzaron a confeccionar listas de manifestantes en paradero desconocido tras ser arrestados.
Pero para Díaz-Canel todas estas protestas están orquestadas en torno a "un discurso de calumnia y de cinismo". "Ya hemos explicado cómo nos afecta el bloqueo. Compramos alimentos, fertilizantes, herbicidas, insumos... con el intercambio de divisas. Lo que hace el país es increíble", ha subrayado.
A partir de ahí, el sucesor de los hermanos Castro ha insistido una y otra vez en que la causa de todos los males es el bloqueo de Estados Unidos (EEUU). "Como estamos en la lista de países terroristas no hemos podido exportar la divisa que hemos captado. Han intentado dejarnos sin posibilidades y ahora vienen con el discurso de las redes sociales alentando las insatisfacciones".
En este sentido, se ha mostrado comprensivo: "Uno puede estar insatisfecho, es legítimo que tengamos insatisfacciones", pero ha aclarado que "tenemos que tener claro dónde nos quieren manipular. Los que aparecen como salvadores de Cuba quieren cambiar un sistema o un régimen, como ellos lo llaman, para imponer un sistema de privatización de los servicios públicos, que no haría esfuerzos por la población, que sólo se preocuparía de unos pocos".
Pese a su tono benevolente ha criticado con dureza a quienes salieron a la calle a protestar contra el Gobierno y ha denunciado que "no fueron manifestaciones pacíficas". "Ayer hubo vandalismo, se apedrearon tiendas en divisas. Lo que menos se robaron fueron alimentos. Lo que se robaron fueron bienes suntuosos como electrodomésticos. Un comportamiento vulgar, indecente, delincuente".
Y sobre quienes salieron a la calle para hacer frente a los manifestantes antigubernamentales también se ha justificado y ha intentado desmarcarse: "Nosotros no llamamos al pueblo a enfrentar al pueblo. Nosotros llamamos al pueblo a defender la Revolución, a defender sus derechos. Lo que pasa es que se enfrentaron al pueblo con violencia y el pueblo también sabe defenderse".
Díaz-Canel ha elogiado a quienes salieron a defender al Gobierno: "No se puede lograr una respuesta obligada de la población. La gente salió espontáneamente el domingo. Y además lo hicieron en domingo, que es día de descanso", desligándose completamente del hecho de que se entrecruzaran manifestaciones a favor y en contra del Gobierno.
"¿A quién le molesta el régimen cubano? ¿A nuestro pueblo?" Se ha preguntado Díaz-Canel. Y él mismo se respondía: "Al gobierno de los EEUU, porque no ve las virtudes que tiene este sistema de Gobierno que es capaz de trabajar con todos y para todos".
El gobernante señaló que la comparecencia es fruto de una iniciativa pensada desde hace días "para brindar información al pueblo" sobre la situación en el país, que atraviesa el peor momento de la pandemia y una severa crisis económica traducida en escasez de alimentos, medicinas y cortes del suministro eléctrico.