El presidente de Perú, Pedro Castillo, escenificó este miércoles un distanciamiento con el oficialista partido Perú Libre, al recomponer su Gobierno sin los ministros más allegados al polémico líder de esta formación marxista, Vladimir Cerrón, y reforzar al ala más moderada del gabinete.
Entre los siete ministros removidos por Castillo destaca el primer ministro, Guido Bellido, que fue reemplazado por Mirtha Vásquez, expresidenta del Congreso durante el periodo de transición tras la crisis política de noviembre de 2020.
Transcurridos 70 días desde el inicio del mandato de Castillo, el gobernante pidió a Bellido su renuncia y horas después estaba tomando el juramento a Vásquez y al nuevo gabinete en el Palacio de Gobierno de Lima.
Aunque Bellido declaró desconocer las causas de su salida del Gobierno, la oposición en el Congreso saludó al unísono su renuncia debido al enfrentamiento que mantuvo con el Parlamento, especialmente después de la interpelación al exministro de Trabajo, Iber Maraví, por sus presuntos vínculos con Sendero Luminoso.
El propio Bellido tenía una investigación por presunta apología al terrorismo por haber ensalzado en sus redes sociales a Edith Lagos, una fallecida militante de la banda terrorista Sendero Luminoso.
También desde este miércoles tenía una orden de alejamiento por presunta violencia machista contra la congresista opositora Patricia Chirinos.
"Traición" para Perú Libre
La recomposición del Gobierno fue considerada una "traición" por Perú Libre, cuyos congresistas fueron en grupo al Palacio de Gobierno para exigir a Castillo que la formación, con 37 legisladores en el Parlamento, tenga representación en el Ejecutivo.
El partido rechazó la salida de Bellido, hombre de plena confianza de Cerrón, y rechazó la presencia de "conservadores, 'caviares' (izquierda acomodada) y traidores".
"Es momento de que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomar posición firme", expresó Cerrón, a través de un mensaje en Twitter, en lo que podría interpretarse como una eventual ruptura con el Ejecutivo.
En principio Cerrón, un médico formado políticamente en Cuba, debería haber sido el candidato presidencial de Perú Libre en las últimas elecciones, pero no pudo presentarse al tener vigente una condena por corrupción durante su gestión como gobernador de céntrica región andina de Junín.
Por esta circunstancia, Castillo, líder sindical del magisterio peruano, fue invitado a ser el candidato de Perú Libre con el objetivo de pasar la valla electoral y tener representación en el Congreso, y sin imaginarse que acabaría convirtiéndose en presidente, ya que al inicio no figuraba entre los favoritos.
Nueva primera ministra
Después de varias semanas en que diversos sectores pedían un gabinete más plural y con mayor presencia femenina, Castillo llamó para presidirlo a la abogada Mirtha Vásquez, que fue legisladora por el izquierdista movimiento Frente Amplio y presidenta del Congreso hasta julio pasado.
Vásquez juró al cargo "por este país de mujeres y hombres que todos los días luchan por vivir con dignidad, sin discriminación y que promueven los reales cambios".
En el nuevo gabinete fueron ratificados en sus cargos, el canciller Oscar Maúrtua; el ministro de Economía, Pedro Francke; el de Salud, Hernando Cevallos; el de Justicia, Aníbal Torres, y el de Defensa, Walter Ayala.
Asimismo, continúan Roberto Sánchez en Comercio Exterior y Turismo, Juan Francisco Silva en Transportes y Comunicaciones, Geiner Alvarado en Vivienda, Construcción y Saneamiento; Anahí Durand en Mujer y Poblaciones Vulnerables, y la vicepresidenta Dina Boluarte en Desarrollo e Inclusión Social.
Por su parte, entre los cambios realizados en el gabinete están el ingreso de la legisladora oficialista Betssy Chávez en reemplazo de Iber Maraví en el Ministerio de Trabajo, después de que la congresista de Perú Libre haya destacado por ser una de las figuras más críticas contra Cerrón y Bellido.
Asimismo, Luis Barranzuela sustituyó a Juan Carrasco en el Ministerio del Interior, Carlos Gallardo reemplazó a Juan Cadillo en el despacho de Educación, y Gisela Ortiz a Ciro Gálvez en el Ministerio de Cultura.
Tal como lo establece la Constitución de Perú, Vásquez tendrá un plazo de un mes para acudir al Congreso a presentar su plan de trabajo y solicitar la confianza al Legislativo.