Lula Da Silva confirma que se presentará a las elecciones para la presidencia de Brasil
Lula da Silva se verá las caras con el presidente Jair Bolsonaro y el juez que le condenó, Sérgio Moro.
3 marzo, 2022 14:17Noticias relacionadas
El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva (2003-2010) confirmó este miércoles durante una visita a México que volverá a competir por la presidencia de su país, en octubre próximo, elecciones en las que se verá las caras con el presidente Jair Bolsonaro y el juez que le condenó, Sérgio Moro.
"Pensamos disputar las nuevas elecciones en Brasil", afirmó el exmandatario brasileño durante su participación en la segunda Asamblea de Legisladores del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del presidente Andrés Manuel López Obrador, realizada en Ciudad de México.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) despejó así la incógnita sobre su candidatura para convertirse por tercera ocasión en presidente del país Latinoamericano.
El símbolo de la izquierda latinoamericana afirmó ante legisladores de los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), que mantiene la energía de cuando comenzó en la vida política y consideró que América Latina necesita una nueva gobernanza, tal como según él, ha sucedido en México.
"Puedo decirles que hoy vine a México para aprender con ustedes, (para aprender) cómo es posible que con mucha disposición y tenacidad cambie la historia de un país", indicó.
Y precisó que lo que el partido gobernante en México, Morena, está haciendo en tan poco tiempo de gobierno es "de una grandeza extraordinaria que tal vez lleve cierto tiempo para que todos entiendan que está sucediendo una revolución política", apuntó.
Da Silva exaltó las similitudes que tiene el gobierno del presidente López Obrador, con los ideales de su partido, como la atención a las causas pobres y el trabajo para el pueblo.
Aseguró que de ganar las elecciones en octubre próximo "no vamos a abdicar patrimonio que fue adquirido por el pueblo". Indicó que su partido puede tener plena seguridad que es un partido hermano del mexicano Morena. Da Silva destacó que tras la reunión de esta mañana con el presidente mexicano, asumió el compromiso de venir a México "para consolidar la más grande relación política que se dará en 2023".
Y afirmó que al igual que López Obrador busca que respete a su pueblo "a nuestra soberanía a nuestra cultura y respeto para que podamos decidir qué podemos hacer". Exaltó que busca culminar el proyecto que inició hace casi 20 años al frente de su país. "En 13 años hicimos lo que la elite brasileña no logró hacer en un siglo de inclusión social", puntualizó.
La visita a México se produce mientras Brasil, la democracia más grande de Latinoamérica, se prepara para celebrar en octubre las elecciones presidenciales, en las que se espera que Lula y el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, sean los principales contendientes.
La intención de voto de Da Silva se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo del 2020, después de que un juez del Supremo Tribunal Federal brasileño anulara todas sus condenas y posibilitara su participación en la carrera por el poder.
Llama a parar la guerra
Da Silva aprovechó el momento para hacer un llamado al cese del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. "Basta de guerra queremos paz, queremos trabajo, queremos libertad, queremos respeto para que podamos conseguir un mejor mundo", afirmó Da Silva.
El político brasileño se pronunció en contra de la invasión de Rusia a Ucrania y aseguró que todos los problemas pueden ser solucionados, pues hay muchas guerras que se dan sin entender que no "hay necesidad de hacerlas".
Recordó que en la guerra de Estados Unidos contra Irak en 2002, el presidente estadounidense George Bush, le consultó su opinión al respecto.
"Yo le dije al presidente Bush que no, no tenía nada contra Irak y la guerra que yo quería hacer era una guerra contra el hambre. Yo no iba a participar de una guerra contra Irak", apuntó.
Afirmó que en este momento el mundo necesita empleo, que la gente sea tratada con respeto y que 900 millones de seres humanos puedan comer "no necesitan guerra", zanjó.