El militar que mató a Ernesto Che Guevara, Mario Terán Salazar, ha fallecido a los 80 años, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, llevándose a la tumba la verdad sobre cómo fue la muerte del guerrillero.
Terán Salazar nació en abril de 1941 y murió en un hospital militar de Santa Cruz de la Sierra, en la que vivió casi de incógnito en los últimos años y con protección de sus camaradas.
El militar retirado arrastraba algunos problemas de salud que probablemente por la edad se habían agravado hasta su deceso, según comentó a Efe el general Gary Prado Salmón, quien siendo capitán capturó vivo a Guevara el 8 de octubre 1967.
Che Guevara
La muerte del Che Guevara, el 9 de octubre 1967, sigue rodeada de incógnitas sobre aspectos de cómo fue ordenada por el Gobierno del militar René Barrientos a instancias o no de Estados Unidos.
Según se ha podido saber en los últimos años, la ejecución de Guevara fue una "disposición que fue tomada en razón del interés nacional" y que Terán simplemente cumplió con la orden "sin despedidas, sin discursos".
Una de las frases que se repite en los relatos es la del testimonio que Terán dio a la revista Paris Match que señala que al verlo, Guevara le dijo "póngase sereno, usted va a matar a un hombre".
"Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga", comentó Terán en la que fue la primera publicación que reveló que Guevara fue ejecutado.
Se lleva el secreto a la tumba
El periodista Juan José Toro fue uno de los pocos comunicadores que pudo entrevistar a Terán tras la revelación en Paris Match, y lo hizo en 2014 junto al español Ildefonso Olmedo para el diario El Mundo.
"Se estaba ocultando, el Ejército boliviano lo tapaba como podía", comentó Toro, y también recordó la "labor de vigilancia" que hizo para confirmar que se trataba de él.
"Para ese momento, ya era un hombre que se encorvaba un poco, de ojos pardos, lo recuerdo muy bien", agregó el informador que se dedica también a la investigación historiográfica.
En esa entrevista, Terán negó haber sido el ejecutor de Guevara, dijo que fue algún homónimo suyo, pero sí admitió que estuvo en la zona de Ñancahuazú, donde se combatió a la guerrilla.
Algunos testimonios señalan que cuando se pidieron voluntarios para cumplir con la orden de ejecución del Che y de Willy, otro guerrillero capturado, se ofrecieron Bernardino Huanca y Mario Terán.
Según Toro, Terán tenía "una rabia contenida" contra Guevara porque justo antes del combate en el que cayó el guerrillero, le negaron un permiso para ir a conocer a su hijo recién nacido y por eso se ofrece para matarlo.
"Lo cierto es que Mario Terán se llevó el secreto a la tumba porque él es el único que estuvo presente durante la ejecución", añade.
La "maldición" del Che
Las desgracias y atentados sufridos por varias personas que estuvieron vinculadas a la muerte de Guevara dieron lugar a una especie de "leyenda negra" sobre una supuesta "maldición del Che".
Hay ejemplos como el accidente de aviación en el que murió el presidente Barrientos en 1969, y el atentado en que falleció el coronel Joaquín Zenteno Anaya, encargado de transmitir la orden de la ejecución.
También están el asesinato de Juan José Torres en Buenos Aires, la muerte del hijo de Ovando Candia en un accidente de aviación, y el disparo supuestamente accidental que dejó paralítico en 1981 a Prado Salmón.
"Curiosamente, el hombre que le disparó, el que accionó la metralleta que liquidó al Che ha muerto de viejo", apuntó Toro y consideró que esta "maldición del Che" es "una serie de coincidencias" que se han desmitificado con la muerte de Terán "sin que le haya ocurrido una desgracia muy grande".
A su juicio, en esto también tuvo mucho que ver la protección que recibió del Ejército boliviano para mantener un perfil bajo.
"Es un hombre que ha pasado la mayor parte de su vida en la sombra, se ha ocultado durante 55 años, pero ha pasado a la historia por ser el hombre que ha matado al Che Guevara", opinó Toro.