Siete personas han muerto y al menos 119 agentes de policía han resultado heridos en las protestas que en las últimas horas han tenido lugar en Perú tras el nombramiento de Dina Boluarte como presidenta. Exigen la disolución del Congreso y la celebración de elecciones, rechazando el resultado del autogolpe de Estado perpetrado por el ya exmandatario Pedro Castillo, detenido y destituido el pasado miércoles.
"Han sido dos jornadas muy lamentables con un saldo de siete personas fallecidas, dos de ellas menores de edad y todos por proyectiles de armas de fuego", ha informado la Defensora del Pueblo, Eliana Revollar. Los peores enfrentamientos se han producido en los departamentos de Apurímac y Arequipa, en el sur del país. Las noticias sobre las víctimas no hacen sino aumentar la tensión entre ciudadanos y fuerzas del orden.
La situación ha llevado al Gobierno a decretar el estado de emergencia por 60 días en siete provincias de Apurímac, epicentro de la convulsión. Esto quiere decir que se suspenden los derechos constitucionales relativos a "la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales", indica la carta magna de Perú.
Entre los cientos de policías heridos hay uno que se encuentra con ventilación mecánica por la gravedad de su estado. El el jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), el general Óscar Arriola, ha informado de que en la ciudad de Andahuaylas (Apurímac), los manifestantes han atacado 14 comisarías, una de ellas con explosivos.
"Usurpadora" Boluarte
Según Arriola, detrás de las protestas están la organización criminal "Sendero Luminoso, el Movadef (Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales y considerado brazo político de Sendero Luminoso) y otros organismos generados por el marxismo-leninismo". Exconvictos estarían "infiltrados" en las movilizaciones para generar disturbios y atentar contra la autoridad.
Los medios de comunicación también han sido objetivo de la ira. En Lima, manifestantes han atacado los locales del canal América Televisión y de Panamericana Televisión, además de un vehículo de la emisora de radio Exitosa.
Los ciudadanos que toman las calles piden la liberación de Castillo y gritan contra Boluarte, a la que, como ha hecho también el expresidente, llaman "usurpadora", acusándola de ser parte de un complot para arrebatar el poder al elegido por las urnas, obviando el autogolpe. En Lima, han escrito 'Asamblea Popular Constituyente' en el gran monumento que preside la plaza San Martín antes de tratar de llegar al Congreso. La policía lo evitó, recibiendo piedras y bombas de gas lacrimógeno.
La Defensoría del Pueblo de Perú confirmó este lunes que Castillo se encuentra en las condiciones "adecuadas" y que recibe visitas en su lugar de reclusión, el penal del distrito limeño de Ate. Él dice estar "secuestrado".