"Libertad o kirchnerismo": Milei seduce a 6,3 millones de votantes de Bullrich y la propone como ministra
En un mes, el candidato ultraliberal ha pasado de llamar a la conservadora "tirabalas asesina" a "exitosa ministra de Seguridad" del mandato de Macri.
25 octubre, 2023 02:28"Libertad o kirchnerismo". Es el lema con el que el candidato ultraliberal, Javier Milei, pretende convertirse en el próximo presidente de Argentina. Tras los resultados de la primera vuelta del domingo, el líder de la coalición La Libertad Avanza ha reconfigurado su campaña en esta recta final a la segunda vuelta del 19 de noviembre, en la que se enfrentará al peronista Sergio Massa, que obtuvo un 36,68% de los votos.
Para Milei, la táctica ahora consiste en atraer al mayor número posible de argentinos y así vencer en el cara a cara. La mayor cantera de votos está en los seguidores de Patricia Bullrich, candidata de la coalición conservadora Juntos por el Cambio, que recibió un 23,83% de los apoyos ―6,27 millones―. Los cambistas son grandes críticos del oficialismo, aunque no por ello están dispuestos a apoyar a un candidato tan extremo como Milei.
El candidato ultraliberal, que recibió la confianza de casi un 30% de los argentinos el domingo, profirió durante la campaña electoral un discurso contra Bullrich que bien podría ser considerado de odio. Los últimos meses, Milei ha descrito a la conservadora como una "montonera ―guerrillera― asesina" que "ha puesto bombas en jardines de infantes" y "era parte de una organización terrorista". Ante la necesidad de cautivar el voto de los conservadores tradicionales, el candidato se declara ahora "dispuesto a dar vuelta la página" con el fin de "ponerle la tapa del ataúd al kirchnerismo".
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"Me gusta Patricia Bullrich como ministra de Seguridad. Si quiere sumarse, ¿cómo no la voy a sumar? Ha sido exitosa combatiendo la inseguridad. Por lo tanto, no tenemos problema", declaró satisfecho en una entrevista el día posterior a la celebración de los comicios. Y reconoció: "Acá hubo una campaña durísima, no resolvimos las diferencias de la mejor manera posible y derivó en una situación tremendamente hostil, pero estoy dispuesto a dejar todo eso en el pasado, no remover nada por un objetivo mas importante que es ganarle al kirchnerismo".
La adulación a Bullrich ha sido tal esta semana, que Milei ha llegado a compararla con Victoria Villarruel, su compañera candidata a la vicepresidencia por La Libertad Avanza: "Su visión tiene coincidencia con [la de Villarruel]. Cuando sentencian el que las hace las paga, es un punto tan en claro que no sabemos cual de las dos es dueña del eslogan", dedicó a la que días antes era una de sus grandes rivales, y que durante la campaña lo describió como un "inestable emocional" y un "mentiroso" al que prometía denunciar.
Bullrich y los conservadores de Juntos por el Cambio están aún por definir su plan de acción en las tres semanas que quedan para el balotaje entre Milei y Massa. Este martes, la excandidata recuperó su asiento como líder del partido Propuesta Republicana (PRO), que ha sufrido grandes divisiones internas desde la precampaña de estas elecciones.
Los cambistas están aún por sortear sus diferencias, pero las declaraciones de unos y otros presagian que esto no va a ser tarea fácil. El sector de la Unión Cívica Radical, capitaneados por Gerardo Morales, han expresado ya su voluntad de arrastrar cuantos votos sea posible a favor del candidato peronista. Los radicales, una facción de los pro-Bullrich más moderada, han sido tildados de traidores por La Libertad Avanza, en cuyos mítines se suele cantar: "¡El que no salta es radical!". Los seguidores del alcalde de Buenos Aires, el centrista Horacio Rodríguez Larreta, también sienten antipatía hacia Milei.
Pero igual que hay miembros de los conservadores que no están dispuestos a aupar a Milei a la presidencia, para una parte importante la coalición Juntos por el Cambio el límite es Massa. El sector adepto al expresidente, Mauricio Macri, ya ha mostrado señas de arrepentimiento de que no hubiera sido este la apuesta del conservadurismo para las presidenciales argentinas de este año.
Esta derecha más dura, de "paladar negro", también es de la idea de apoyar a Milei en su disputa contra Massa. El propio Macri mencionó en mitad de campaña que, si Bullrich no pasaba a segunda vuelta, respaldaría al ultraliberal, y una fuente cercana al líder de La Libertad Avanza ha afirmado a Infobae que la relación entre Milei y Macri "es más que fluida". "Pero ellos tienen que resolver su interna también. Hay que dejarlos decantarse por alguien", ha declarado la misma fuente.
Este martes había prevista una reunión de las principales caras de Juntos por el Cambio para uniformar voces y decidir en consenso a quién apoyar en la segunda vuelta. Sin embargo, la cita ha sido aplazada para evitar cruces "en caliente". Los barones de la coalición ―Macri, Bullrich y Larreta, pero también otros dirigentes como María Eugenia Vidal― protagonizaron ya en abril el mayor cisma del PRO.
Mientras se espera que el cónclave tenga lugar este miércoles, distintas fuentes del "núcleo duro" de Juntos por el Cambio han dicho a El Economista que dos tercios de los votantes de la coalición irán para La Libertad Avanza.
Pero el voto conservador no es la única bisagra de la gobernabilidad de Argentina. Tanto Massa como Milei pueden rascar apoyos de los seguidores del federalista Juan Schiaretti y la socialista Myriam Bregman. Juntas, la agrupación Hacemos por Nuestro País y el Partido de los Trabajadores Socialistas reunieron 2,6 millones de votos el domingo pasado.
Aunque se espera que sea Massa el beneficiario del sufragio de estos votantes, en su mayoría de izquierdas, Milei no cierra la puerta a mendigar el apoyo de los seguidores de Schiaretti y Bregman. El líder de La Libertad Avanza ha llegado a proponer ceder un ministerio a la izquierda si consiguiera ser presidente.
"Nosotros tenemos el Ministerio del Capital Humano. En algunos aspectos de las áreas que entran dentro de capital humano, las personas que más saben sobre estos temas son de izquierdas", confesó este lunes en una entrevista para el medio uruguayo El Observador. El candidato ultraliberal actúa como si cualquier grupo no kirchnerista fuera una mina de posibles votos para La Libertad Avanza.