Israel teme que los colonos de Cisjordania se venguen de Hamás causando una "ola de terrorismo judío"
La mayor parte de las fuerzas militares en Cisjordania son reservistas, lo que incluye un gran número de colonos llamados a filas.
25 octubre, 2023 02:26Hay activistas de extrema derecha que ven las atrocidades cometidas por Hamás como una oportunidad para continuar con la violencia que ejercen los colonos normalmente contra la población palestina en Cisjordania. Desde que la guerra comenzó, han aumentado los actos de violencia, los asesinatos y las expulsiones de residentes de pequeñas aldeas.
Según medios locales, el 12 de octubre, soldados y colonos detuvieron y esposaron a tres palestinos de la aldea de Wadi as-Seeq en Cisjordania. Durante horas, según los testimonios de los palestinos, los golpearon brutalmente, los desnudaron hasta quedar en ropa interior y los fotografiaron esposados y en ropa interior. Sus captores orinaron sobre dos de ellos y les apagaron cigarrillos encendidos.
Al mismo tiempo, soldados y colonos arrestaron durante horas a civiles palestinos y activistas israelíes que estaban presentes. Los israelíes fueron liberados al cabo de tres horas. Los palestinos no fueron liberados hasta la tarde por agentes de la Administración Civil y trasladados a un hospital de Ramallah.
"En los últimos meses, los activistas de izquierda hemos mantenido una presencia protectora en algunas comunidades, día y noche, y de hecho hubo una pequeña mejora en la sensación de seguridad de los residentes. Pero con el inicio de la guerra la situación ha cambiado", explica Oren Ziv, fotógrafo y activista pro-derechos humanos. "Es muy triste ver cómo las comunidades de las aldeas Wadi al-Siq y Ain al-Rashash han sido totalmente expulsadas estos últimos días", comenta.
Los soldados que actuaron en Wadi as-Seeq eran de la unidad de la Frontera del Desierto ('Sfar Hamidbar'), que se estableció hace unos años y recluta a 'jóvenes de las colinas' -jóvenes colonos radicales, a menudo violentos, de familias que viven en asentamientos ilegales-.
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Un portavoz de las FDI explicó que, dadas las serias evidencias, la división de investigación de la Policía Militar abrió una investigación y el comandante de la brigada del Valle del Jordán suspendió al comandante de esa unidad.
Esto sucedía después de que el día anterior, tres palestinos y un niño fueran asesinados a tiros en la aldea de Kursa, y una niña de seis años fuera herida por fuego de bala, cuando la aldea era atacada por colonos. "Desde allí evacué a la chica que recibió un disparo, estaba herida dentro de su casa y sangraba", explicaba Bashar al-Kariyouti, un conductor de ambulancia palestino que llegó al lugar durante el incidente. "El padre de la niña también recibió un disparo en la cara. Era imposible reconocerlo", lamenta. Al día siguiente, los colonos fueron al funeral del niño y mataron a un padre y a un hijo que estaban allí.
Según la organización Yesh Din, además de estos dos incidentes descritos, los colonos han atacado y desplazado a los ciudadanos de al menos 62 aldeas en toda Cisjordania desde la infiltración de Hamás, y las fuerzas de seguridad y los colonos israelíes han matado a 96 palestinos.
Estos incidentes ocurren en el contexto de factores que influyen en la situación actual en Cisjordania. La primera es que, debido a la guerra y a que la mayoría de las fuerzas militares han sido trasladadas al sur de Israel, la mayor parte de las fuerzas militares posicionadas en Cisjordania son ahora reservistas, lo que incluye un gran número de colonos que han sido llamados a filas.
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Otro factor es que los colonos, que ya estaban fuertemente armados, están obteniendo más armas. Según las directivas de las FDI, muchos colonos tienen derecho a portar armas, y existe un historial extenso y documentado de colonos que cometen violencia u otros actos ilegales mientras estaban armados con rifles del ejército israelí. En este contexto, la ya delgada línea entre colonos y soldados se ha vuelto aún más borrosa. "La gente dice que les resulta muy difícil distinguir entre un colono y un soldado", explica Ziv.
Los hoy conocidos como colonos israelíes, llegan como pioneros a la tierra de Palestina antes de la creación del estado de Israel, con un perfil militante e ideológico marxista socialista. Sin embargo, el perfil del colono israelí cambia drásticamente a partir de 1967, tras la guerra de los seis Días cuando Israel ocupa Cisjordania.
Desde entonces, los colonos israelíes en Cisjordania son un grupo heterogéneo, con motivaciones y perfiles diversos. Algunos colonos se instalan en las colonias por razones económicas, ya que la vida allí es más barata y ofrece mejores oportunidades. Sin embargo, los colonos que protagonizan actos de violencia contra la población palestina tienden a ser más religiosos y radicales.
Creen que "Judea y Samaria" - así es como llaman a Cisjordania-, es parte de la tierra Prometida de Israel, y que les pertenece exclusivamente a ellos, puesto que está escrito en el Tanaj - conjunto de los veinticuatro libros sagrados del judaísmo-.
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Ignoran el Derecho Internacional Humanitario que prohíbe la adquisición de soberanía sobre el territorio ocupado, y han aumentado su población hasta 500.000 según un informe publicado a principios de este año por West Bank Jewish Population Stats. Este resultado es consecuencia directa del ingente esfuerzo que han dedicado los diferentes gobiernos de Netanyahu durante casi 16 años (divididos en 3 etapas desde 1999) para emitir políticas que protegen y proliferan estos asentamientos de colonos.
Pero el punto más álgido de esta proliferación se da a partir de diciembre de 2022, cuando se forma el gobierno de derecha-religioso más radical que ha visto la historia del Estado de Israel. Entre las filas del nuevo ejecutivo hay figuras como Bezalel Smotich, un conocido homófobo y racista antiárabe cuya competencia es supervisar la política de asentamientos israelí. Actualmente, reside en Kdumim, en los asentamientos de Cisjordania. Otra figura estrella del Gobierno de Netanyahu, es el Ministro de Defensa, Itamar ben-Gvir, conocido por su relación con el grupo terrorista Kach y su incitación al odio contra los ciudadanos árabes, que reside en el asentamiento de kiriat Arba.
"Desde la toma de posesión del Gobierno ha habido un aumento espectacular de la incitación a la violencia y el terrorismo por parte de grupos de extrema derecha, que reciben el aliento de ministros del gobierno y miembros de la Knesset", explica el abogado Itai Mak, que acompaña a las víctimas del terrorismo judío junto con el Foro Tag Meir.
"En años pasados, estos actos de violencia los llevaban a cabo principalmente organizaciones secretas para llevar a cabo actos de violencia y terrorismo. Ahora las organizaciones y la incitación se hacen abiertamente en las redes sociales y los participantes en los pogromos acuden sin cubrirse la cara", añade Mak.
Ante este escenario, existe un temor real de que en los próximos días se produzca una ola de terrorismo judío sin precedentes en Cisjordania, como las masacres de La Cueva de Los patriarcas o la de Sabrá y Satila. "No sólo el pueblo palestino podría resultar perjudicado, sino que una ola de terrorismo judío también podría provocar un aumento de las llamas en Cisjordania y la necesidad de que el Estado de Israel se ocupe de tres frentes al mismo tiempo", sentencia.