La presidencia de Boca Juniors, la otra batalla electoral entre el peronismo y la derecha
Según lo previsto, el próximo 3 de diciembre se celebrarán elecciones para designar al nuevo presidente del histórico club de futbol argentino. En la pugna: el exfutbolista peronista Juan Román Riquelme y el político de derechas Mauricio Macri.
26 noviembre, 2023 02:57"Un hombre puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia o de religión. Pero hay una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión", dice un personaje en la película argentina El secreto de sus ojos, protagonizada por Ricardo Darín y ganadora de un Óscar a la mejor película extranjera en 2009.
La mayoría de argentinos cumple a pies juntillas con ese mandamiento sentimental. La pasión nacional de mujeres y hombres es el fútbol. Y no la cambian por nada. Se calcula que "la mitad más uno" de la población es fan de Boca Juniors, un equipo fundado en 1905 por inmigrantes genoveses en el barrio de La Boca. Actualmente cuenta con 350.000 socios que no caben en su estadio, La Bombonera, con una capacidad para apenas 57.200.
Tras las elecciones que consagraron al ultraderechista Javier Gerardo Milei como presidente electo de la República Argentina, ahora vienen otros comicios que también mantendrán en vilo al país. Se trata del proceso interno que previsiblemente tendrá lugar el próximo domingo 3 de diciembre en la Bombonera y por el que se designará un nuevo director para el período 2023-2027.
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En total, se calcula que votarán cerca de 98.000 socios que tienen más de dos años de antigüedad. En el proceso se enfrentarán de nuevo los peronistas y los antiperonistas, igual que en las presidenciales pasadas donde se enfrentaron al oficialista Sergio Massa contra el ultraliberal Javier Milei. Esa sempiterna división política confronta a los argentinos desde 1945 y no parece que en lo inmediato vaya a disolverse.
Riquelme vs. Macri
Habrá dos listas, la oficialista peronista y la opositora antiperonista. Por el oficialismo irá de candidato a presidente Juan Román Riquelme, de 45 años, actual vicepresidente y ex jugador de Boca Juniors. Exmediocampista también del FC Barcelona (2202-2003) y el español Villarreal C. F. (2002-2003). Es peronista y gran amigo de Sergio Massa, que perdió la segunda vuelta electoral frente a Milei.
En su gestión como encargado del fútbol profesional desde 2019, el ex 10 conquistó seis títulos, dos de Liga y cuatro copas nacionales. Además, disputó la final de la Copa Libertadores, en la que cayó por 2-1 ante Fluminense, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Tuvo cuatro directores técnicos: Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra y Jorge Almirón. Con el combinado Sub '20 de fútbol masculino, la entidad azul y oro logró las copas Libertadores e Intercontinental de la categoría. Le ganó por penales al AZ Alkmaar, de Países Bajos, en la Bombonera.
Por la oposición competirá Mauricio Macri, el magnate antiperonista que ya fue presidente de Boca de 1995 a 2007 y allí amasó la popularidad que lo catapultó a la política. Primero a la alcaldía de Buenos Aires y, luego, a la Presidencia del país, de 2015 a 2019. Ahora quiere regresar a Boca como candidato a vicepresidente de Andrés Ibarra, exministro de Modernización en su Gobierno.
Cuando Macri lo presidió, el club vivió años de gloria conquistando 17 títuloss, entre ellos, cuatro copas Libertadores (2000, 2001, 2003 y 2007) más dos copas Intercontinentales: la edición del 2000 cuando venció 2-1 al Real Madrid en Tokio –goles de Martín Palermo- y la de 2003 cuando triunfó 1 (3)-1 (1) al Milán en Yokohama.
Macri se comprometió a repetir lo que llamó "el ciclo más exitoso de la historia" del club. Y consideró que "como está hoy Boca no tiene futuro y duele. No lo puedo abandonar a la arbitrariedad, el autoritarismo y la prepotencia (de Riquelme)". Su propuesta es construir la "Bombonera Siglo XXI", un nuevo estadio con capacidad para 105.000 personas.
Riquelme y Macri nunca se han llevado bien. Cuando era mediocampista y el futbolista más querido por la afición, se plantaba ante Macri. Llego incluso a burlarse de él y hacerle el gesto del "Topo Gigio" tras convertir un penalti, colocando las manos en las orejas y mirando al palco oficial. Esa actitud se universalizó como símbolo de rebeldía y otros futbolistas lo repitieron en América y Europa.
Ahora Riquelme hace campaña jactándose de que "el club está de maravillas". "Somos el que más títulos ganaron en los últimos cuatro años. Debutaron 34 chicos en primera división, Tenemos 28 millones de dólares a favor en caja y el año que viene debemos cobrar entre 13 y 14 millones más por las ventas de (Alan) Varela y (Luis) Vázquez", señaló recientemente.
La pelea de fondo detrás de la elección es el proyecto de privatizar el club. Macri pretende cambiar su estatuto jurídico para que deje de ser una asociación civil sin fines de lucro y convertirlo en una sociedad anónima. Riquelme se opone. De ahí que preguntase a los socios: "¿Queremos seguir siendo un club de fútbol o ser utilizados para hacer política?".
En esa discusión terció el presidente electo de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, que también quiere privatizar el fútbol. Y ofreció una devolución de favores a Macri, que en la segunda vuelta llamó a votarlo. "Si Macri considera que puedo ser de utilidad para recobrar la grandeza y el brillo que tuvo Boca durante su gestión, no tengo problema en ayudarlo", declaró. Con todo, el desenlace es aún incierto y las encuestas, como las realizadas antes de las elecciones que han llevado a Milei a la Casa Rosada, presagian un final reñido.