Bernardo Arévalo de León ha sido investido hoy presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028 en una solemne sesión en el Teatro Nacional de la capital guatemalteca con 10 horas de retraso y tras una azarosa transición no exenta de intentos de "golpe de Estado" denunciados por el nuevo gobernante desde su triunfo electoral en agosto pasado.
Arévalo, un académico de 65 años que simboliza la lucha contra la corrupción, fue investido como jefe del Estado al término de una jornada en la que estuvo en riesgo la cesión de poder del mandatario saliente, Alejandro Giammatei, al presidente electo.
El propio Giammattei no se ha presentado personalmente en el Teatro Nacional para la ceremonia de traspaso y lo ha hecho mediante su secretaria, argumentando que debía entregar su cargo antes de las 00.00 horas del lunes 15 de enero (06.00 GMT).
"Ante el riesgo de llegar a medianoche sin iniciar los actos protocolarios, en este momento hice entrega de los símbolos de la Presidencia al Congreso de Guatemala", ha detallado el presidente saliente en sus canales oficiales de comunicación.
La sesión de investidura ha dado inicio al filo de la medianoche del domingo debido a los obstáculos que los parlamentarios de la Legislatura saliente han planteado para que se llevara a cabo, aunque finalmente el nuevo Congreso ha quedado constituido, lo cual ha desbloqueado la toma de posesión.
Sin embargo, el aplazamiento del acto ha provocado que numerosos invitados especiales que habían acudido a la capital guatemalteca para asistir a la ceremonia se vieran obligados a marcharse antes de que diera comienzo, entre ellos los presidentes de Chile, Gabriel Boric; Paraguay, Santiago Peña, y Costa Rica, Rodrigo Chaves, así como el rey de España, Felipe VI.
Por el contrario, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha asegurado que permanecería en Guatemala hasta que Arévalo de León fuera investido como nuevo gobernante, e incluso ha dejado abierta la posibilidad de cancelar su viaje a Davos para participar en el Foro Económico Mundial si no se resolvían los obstáculos del Congreso para la toma de posesión.
"Estaré en Ciudad Guatemala, no se retira la delegación colombiana hasta la posesión del presidente Arévalo. Vamos al Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias donde debe posesionarse el presidente Bernardo Arévalo. Si es necesario se suspende el viaje a Davos", había escrito Petro en su cuenta de X (antes Twitter).
"Nunca más autoritarismo"
Nada más ser investido, Bernando Arévalo ha proclamado que "nunca más el autoritarismo" tras un tormentoso proceso de transición. "El pueblo de Guatemala ha demostrado su sabiduría e instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral han protegido el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia", ha dicho en su primer discurso.
Arévalo de Léon recibió la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, elegido también en el cargo este domingo, debido a que el mandatario saliente, Alejandro Giammattei, se ausentó de la ceremonia.
Arévalo de León y Pérez Álvarez son dos de los fundadores del Movimiento Semilla, el partido nacido de las manifestaciones contra la corrupción registradas en el país centroamericano durante 2015 y que culminaron con la caída del Gobierno de Otto Pérez Molina (2012-2015), actualmente en prisión.
Un Parlamento muy fragmentado
La Cámara Baja constituida este domingo para la legislatura 2024-2028 está muy fragmentada, lo cual representa un serio obstáculo para la gobernabilidad que deberá afrontar el nuevo jefe del Estado guatemalteco.
La principal fuerza política es el opositor partido Vamos, que apoya al mandatario saliente, Alejandro Giammattei, y cuenta con 39 representantes. La segunda bancada parlamentaroa es la del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), de la excandidata presidencial Sandra Torres, quien en agosto del pasado año perdió en el balotaje frente a Bernardo Arévalo.
En tanto, el Movimiento Semilla, principal apoyo de Arévalo- pasó de tener seis escaños en legislatura 2020-2024 a 23 actualmente. Sin embargo, los diputados de Semilla están suspendidos de sus cargos por orden de un juez penal y de una comisión del Congreso, si bien estas decisiones podrían quedar sin efecto si así lo decide la nueva junta directiva del Congreso y lo vota el pleno de la Cámara.
Protestas en la calle
Los incidentes dentro de la Cámara han tenido también su reflejo en la calle, cuando decenas de adherentes de Bernardo Arévalo se concentraron en las inmediaciones del Congreso y protagonizaron algunos choques con los agentes antisturbios que custodiaban el recinto, sin que se hayan reportado heridos ni detenidos.
Los obstáculos del Congreso para formalizar la investidura de Bernardo Arévalo se suman a la persecución judicial del Ministerio Público (Fiscalía) en contra del presidente electo y del Movimiento Semilla, una maniobra que ha sido denunciada por la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, Estados Unidos y la mayoría de los Gobiernos latinoamericanos.