González Urrutia, el candidato opositor que desafía a Maduro en el poder de Venezuela
Su mano derecha es María Corina Machado, el liderazgo contrario al régimen más conocido y popular en el país sudamericano.
13 mayo, 2024 03:11Si ves a Edmundo González Urrutia, aunque sea a la distancia, lo último que piensas es que es político, menos un hombre con ambiciones de presidir un país. Serio, templado, algo distante, ha dedicado toda su vida a la academia y a la diplomacia. Nunca estuvo en su mente ser candidato y aún así es en él donde gran parte del pueblo venezolano deposita sus esperanzas para acabar con la dictadura de Nicolás Maduro. El reloj corre, los comicios se acercan y la oposición busca hacer posible lo imposible.
Detrás de González Urrutia ha habido varios intentos fallidos. El más conocido es el de María Corina Machado, la líder opositora más conocida y respaldada del país. Su inhabilitación sin fundamento la dejó a la deriva. Lo mismo ocurrió con la filósofa Corina Yoris, que al igual de Machado, fue víctima del autoritarismo del régimen. Por eso es que la llegada del académico a tierra política es una luz de esperanza entre tantos tropezones. No obstante, no son pocos los que temen que se le saque de competencia.
Nació en la ciudad de La Victoria, en el estado de Aragua. Pese a su inexistente experiencia como candidato, tiene dos embajadas en su palmarés. Una en Argelia (1991-1993) y una segunda en Argentina, enviado nada menos que por el expresidente Hugo Chávez. Con el antiguo dictador González Urrutia mantuvo una buena relación, basada en el respeto y en la confianza. Fue el diplomático, de hecho, quien acompañó al mandatario en uno de sus primeros viajes internacionales.
Para los partidos opositores a Maduro, González Urrutia es un hombre idóneo en vistas de destronar al régimen del poder y dar inicio a una transición a la democracia. Una persona crucial en su candidatura es Machado, antes candidata a la presidencia y ahora volcada en la candidatura de su compañero de ruta.
Tras la designación del exembajador, Machado salió rápidamente a manifestarle su respaldo. Lo hizo en sus redes sociales. "Venezolanos, hemos dado otro gran paso a la libertad. Estamos unidos y fuertes (....) En todos los municipios y parroquias, miles y miles de comanditos por Venezuela están trabajando. Esta es la organización ciudadana que crece, se expresa y toma el protagonismo. Por eso hoy te necesitamos, necesitamos que todos los venezolanos formemos parte de la gran alianza nacional".
Semanas más tarde, en medio de una manifestación masiva en las calles, pidió a quienes confían en ella que voten por el candidato unitario de la oposición. En un encuentro virtual con González Urrutia, señaló que lo que viene el próximo 28 de julio, "va más allá de un proceso electoral, es casi un proceso espiritual".
De una personalidad "honorable" y "templada", el mayor adversario del dictador ha sumado también apoyos fuera del círculo de Machado. Uno de ellos es Manuel Rosales, gobernador del estado de Zulia y hasta hace poco también postulante a la presidencia. Rosales, que por muchos en el país sudamericano era visto como un "aliado encubierto" del régimen chavista, resolvió dar de baja su candidatura y unirse.
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En tanto, agrupaciones de izquierda, como la marxista Bandera Roja y el Movimiento Al Socialismo (MAS), también se han incorporado a la campaña. El MAS, por ejemplo, ha sido durante los últimos años uno de los principales aliados a la administración de Maduro. Por su parte, una seguidilla de disputas internas han tenido lugar en otros conglomerados, como Fuerza Vecinal y los denominados como 'partidos judicializados'.
La esperanza opositora
Desde el núcleo de González Urrutia se reconoce la alta posibilidad de que el Gobierno resuelva inhabilitarlo también a él. Las garantías son pocas y la incertidumbre crece con el pasar de los días. Sin embargo, son varias las esperanzas que esta vez al fin se podrán realizar elecciones abiertas y competitivas.
Un motivo se ve en el resto de América Latina. Lideres afines a Nicolás Maduro, como son el presidente de Brasil, Lula da Silva, y el presidente de Colombia, Gustavo Petro, han aumentado sus presiones sobre el régimen para que los comicios sean verdaderamente democráticos y no una 'fachada' para mantenerse en el poder.
Lula, de hecho, celebró la candidatura de González Urrutia calificándola de "extraordinaria". Petro, en su momento, calificó de "golpe democrático" la inhabilitación de Corina Machado y ha permanecido atento a los avances de la elección. Esta vez, si Maduro insiste en no respetar las reglas del juego, la tendrá más difícil.
Por otro lado, está la influencia de Estados Unidos. Su mandatario Joe Biden reactivó las sanciones económicas contra el régimen hasta que se asegure que el pueblo de Venezuela será escuchado. Para Maduro, que continúe ese castigo y se profundice su aislamiento con la Casa Blanca, puede ser letal. Su economía no está lo suficientemente diversificada y necesita con suma urgencia de esas ayudas.
Los ataques del régimen
Mientras la oposición se rearma y no descansa en sus intentos de hacer volver la democracia, la dictadura de Maduro ha centrado su estrategia en deslegitimar a González Urrutia hasta el punto de ridiculizarlo. Pocas horas después de confirmarse su postulación, algunos canales públicos difundieron una conversación telefónica entre él y otro directivo de la Mesa de la Unidad Democrática sobre la imposición de listas paritarias. La intención de la maniobra era dejar al diplomático como "misógino".
"Él dice que las mujeres no tienen mérito. Odia a las mujeres, dice que son incapaces. Pero tampoco le gustan los afrodescendientes, ni la diversidad sexual. No le gustan los hermanos indígenas", dijo en un mitin Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más cercanos a la dictadura venezolana.
"Inmundo", "títere del imperio", entre otras cosas le llaman el oficialismo. Se burlan de sus 74 años de edad y de su físico. Pero González Videla, fiel a su estilo, no ha dado importancia a las críticas y a los ataques en contra de su persona. "El chavismo no es enemigo, es adversario político", llegó a asegurar, marcando una clara diferencia con un régimen que hace uso de todas sus plataformas para desacreditarlo como rival.
El candidato unitario de la oposición, no es el único que ha sido objeto de agresiones. Corina Machado ha llegado incluso a ver cómo parte importante de su círculo de confianza ha sido perseguido por la justicia sólo por sus ideas políticas. Son varios los que han sido condenados y en este momento son seis los colaboradores suyos que permanecen refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas.
La otra cara de la oposición
Pese al clima de efervescencia y alegría que se respira en la disidencia a Maduro, no todos son acuerdos en la oposición. Enrique Márquez, exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE), decidió mantener su postulación y no unirse a la de González Urrutia. "Hemos decidido continuar promoviendo nuestra alternativa desde el flanco opositor, desde el flanco del cambio, desde el ángulo de un país que ya no aguanta más".
La razón detrás de su movida es la desconfianza hacia el régimen y la posibilidad de que se inhabilite al exembajador, tal como ocurrió antes con Machado y Yoris. "Al igual que el 85% de los venezolanos, nosotros no confiamos en este Gobierno y no confiamos en su forma de actuar en un juego sin reglas, como es este proceso electoral".
En ese sentido, Márquez ha trazado su propia estrategia, lo que para muchos puede producir una división que puede costar el triunfo electoral. A la par de los comicios, propone realizar una consulta a la ciudadanía sobre un pacto de gobernanza. Sumado a eso, promueve una amnistía al chavismo, sumándose a lo solicitado por el presidente Gustavo Petro de no cobrar represalias en contra de quienes sean derrotados el próximo 28 de julio. También cree en la idea de un 'gobierno nacional'.
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"Hemos propuesto un gobierno amplio, de unidad, de tolerancia, donde sumemos a los mejores del país (...) Celebramos el llamado a la democracia y celebramos las ideas, pero muy particularmente creemos que (nuestra posición) apunta en la dirección correcta, aunque habría que discutirla y adaptarla a la legislación venezolana", señaló.
El tiempo avanza y con él, por un lado, la esperanza de quienes anhelan que esta elección sea un cambio en el curso del país y, por otro, el pesimismo de muchos ante un gobierno que continúa reprimiendo a la disidencia y abusando de su autoridad. Lo cierto es que hasta el día de la elección poco sabremos. Por el momento, González Urrutia permanece como candidato y su apoyo ciudadano sube como espuma cada día.