Olena Halushka: "Si pierde Ucrania, la guerra llegará a sus casas más rápido de lo que esperan"
La ucraniana, una de las voces más firmes de la resistencia, apremia a acelerar el rearme europeo y habla claro sobre el precio de dejar caer su país.
13 mayo, 2024 03:11Cuando el país de Olena Halushka (Ucrania, 1989) se liberó de la Unión Soviética, heredó sus perversiones: los oligarcas, la corrupción y la decadencia. Halushka pudo resignarse. Aceptar el destino. ¿Sientes la rabia? Cierra la puerta y aliviala con un grito. ¿Otra Ucrania? Abre los ojos. El poder son hombres y escriben en una lengua extranjera. Halushka pudo resignarse, como tantos, y sin embargo es una fuerza contagiosa. Quien pregunta por los años anteriores a la invasión, sólo recibe de ella una respuesta: nos organizamos, luchamos contra la corrupción y por la transparencia, buscamos aliados en el extranjero, exigimos reformas del Estado de derecho y señalamos la injusticia con el dedo. Quien pregunta por los años de la invasión, da con el signo del aplomo: “Queremos seguir con las reformas, y para eso tenemos que preservar nuestra soberanía”.
—Fundamos el Centro Internacional para la Victoria de Ucrania en la primera semana de la guerra a gran escala —continúa—. ¿No era ambicioso? Las Inteligencias extranjeras esperaban que cayéramos en los primeros tres días. Luego nos concedieron la generosidad de otra semana. Luego nos dijeron que nos quedaba, quizá, un mes más de vida. Cuando también ese mes pasó, comenzamos a hablar seriamente del apoyo que necesitaríamos para ganar esta guerra.
La labor de Halushka es sencilla y agotadora. Viaja a cada capital europea y alguna norteamericana para apelar sobre lo esencial: cómo debilitar a los rusos y cómo robustecer a los ucranianos. Halushka no esconde la frustración. Le decepcionan las sanciones, insuficientes y poco efectivas, y pide más y más rápido a sus aliados: “Rusia se dirige hacia una economía de guerra y nuestros socios viven en la mentalidad de los tiempos de paz”. La misión más ambiciosa de Halushka es interrumpir la placidez europea, convencer a nuestros políticos de la medida más útil para la derrota de Putin: confiscar los activos de los oligarcas rusos retenidos en nuestras economías para destinarlos a las tropas y la reconstrucción de Ucrania.
—Tenemos el compromiso de los europeos de transferir los beneficios de esos activos con 2024 como punto de partida. Pero, primero, también pedimos la transferencia de los 4.000 millones de euros de beneficios de 2022 y 2023 que retiene Bélgica, porque los belgas piensan que lo necesitan más que nosotros. Lo segundo, mantendremos la presión. Queremos la confiscación total de los activos rusos. ¿Sabe lo que supondrían esos 300.000 millones de dólares para Ucrania? Un antes y un después. Los rusos lo saben bien, esa es la razón para chantajear y amenazar con esta agresividad a los europeos.
—Usted conoce el motivo por el que los miembros del G7 sólo contemplan la medida como último recurso: temen debilitar nuestras monedas, alimentar la desconfianza de otros países que guardan billones en los nuestros...
—China, Arabia Saudí, Indonesia y otros son amigos de Rusia y usan ese argumento como chantaje —responde—. Pero le aseguro que va en el interés de Europa que Ucrania gane esta guerra. No se deje engañar, ¿adónde cree que van a llevar su dinero? El 60% de los activos del mundo están en dólares. El 20%, en euros. Los japoneses tienen más del 5%. Los británicos, otro 5%. El yuan chino apenas representa cerca del 2%. No hay otro destino seguro para esas reservas. El yuan no es plenamente convertible. Existe un largo historial de interferencias del Gobierno chino sobre las inversiones. ¿Sería legal? Hay informes de varias universidades que sostienen que lo es desde el punto de vista de la regulación internacional.
—¿Cree que los europeos se atreverán?
—A menudo les planteo la siguiente pregunta: ¿cuál es el plan para sostener a largo plazo la defensa de Ucrania? ¿Están seguros de que serán capaces de mantener estos niveles de apoyo en los próximos dos años con el dinero de sus contribuyentes? Tengo serias, serias dudas. La confiscación es una alternativa. Está en sus manos decidirse entre la protección de los contribuyentes rusos y la protección de los contribuyentes europeos.
Halushka aspira a restituir la normalidad de su país sin descuidar la depuración de su democracia. Del mismo modo se entrega a la búsqueda de fondos duraderos para la victoria sin perder de vista las urgencias de la batalla. En abril, Estados Unidos sacó adelante, después de un año de bloqueo republicano en el Congreso, un paquete de 61.000 millones de dólares para la resistencia. La espera tuvo efectos atroces para el país. Rusia aprovechó para acosar la segunda ciudad del país, Járkiv, y para atacar día y noche presas de agua y plantas energéticas a lo largo y ancho del vasto territorio de Ucrania. Rusia ha destruido hasta el 80% de estas instalaciones, y lo peor vendrá en octubre, con el inicio de la temporada de frío.
—Si Rusia tiene éxito, si somete a Ucrania al apagón en invierno, habrá millones y millones de refugiados en Europa, y el coste para los europeos será bastante más alto que los sistemas que estamos pidiendo. Necesitamos mucho más para defendernos, al menos siete baterías de defensa antimisiles Patriot. España puede hacer más, puede enviarnos una y no lo hace. Los rusos están atacando Járkiv con bombas planeadoras, con una capacidad de destrucción monstruosa. Necesitamos cualquier cosa que nos ayude a derribar los misiles y los drones rusos, aviones de combate F-16 para detenerlos antes de que lleguen a nuestro territorio, misiles de largo alcance para atacar las instalaciones rusas de los que salen.
¿Qué pensó al ver que los americanos, británicos y franceses ayudaron a Israel a interceptar el 99% de los cientos de misiles y drones lanzados por Irán, idénticos a los usados por Rusia en Ucrania?
Pensé, como ucraniana, que hicieron lo correcto. Es una lástima que no hagan lo mismo por Ucrania. Las claves están en su pregunta. Frenaron los mismos tipos de drones y misiles que disparan en Europa. Nuestros aliados deberían aprender la lección. Cuando respondes desde una posición de fuerza, el dictador no escala: desescala. Los americanos, los británicos y los franceses hicieron lo contrario de lo que hacen en Ucrania. Estamos convencidos de que ayudarnos a tumbar los misiles y los drones no los arrastrará a la guerra directa contra Rusia, como no lo hizo en Oriente Medio. Pero, tan pronto como lo explicamos, comienzan las excusas públicas.
¿Y qué me dice de la última iniciativa de Macron? ¿Qué le pareció que contemplase la entrada en Ucrania para evitar la victoria de Rusia?
Me pareció una iniciativa muy sobria, saludable. Hay que dejar de imponerse límites. Hay que dejar de repetir una y otra vez lo que no estás dispuesto a hacer. Ya está bien. ¿Qué sentido tiene seguir así? El enfoque de Macron responde a una ambigüedad estratégica. En función de la situación en el campo de batalla, decidirá. No descarta ningún escenario, lo que incluye la posibilidad de mandar botas sobre el terreno. ¿Por qué? Porque Rusia es una amenaza para todo el continente europeo, no sólo para Ucrania. Ucrania no es más que el campo de batalla actual. Si consiguen ganar esta guerra, avanzarán. No lo dude. Ellos mismos son explícitos sobre su objetivo de abarcar Eurasia, desde Lisboa hasta Vladivostok. Tienen un plan, y no van a renunciar al mismo hasta que se les ponga freno. En mi opinión, es más inteligente hacerlo en Ucrania que esperar a que ataquen los bálticos, Polonia u otro territorio.
"Rusia puede costear este genocidio durante años mientras destruye nuestra economía"
Pero la propuesta de Macron causó pavor entre los alemanes, los españoles...
Sí, es una lástima que la iniciativa no recibiese una respuesta a la altura de sus socios europeos. Algunos líderes volvieron a los límites, lo de siempre: no habrá botas sobre el terreno, no ocurrirá nada parecido y otras cosas por el estilo. Cuando mandas estos mensajes, envalentonas al dictador. Así de claro. Así funcionan Rusia, Iran, China o Corea del Norte. Si detectan debilidad, la explotan. Esta no es una guerra de Rusia contra Ucrania. Esta es una guerra de las autocracias contra las democracias. Quieren acabar con el orden mundial basado en reglas.
Rusia no está sola en Ucrania.
Por supuesto que no. Ucrania se defiende de esta alianza de tiranías. Rusia puede estar segura de que recibirá un suministro ininterrumpido tanto de drones enviados por Irán como de munición y misiles balísticos proporcionados por Corea del Norte. Y cada vez hay más pruebas de que China está apoyando a Rusia con los componentes necesarios para su armamento. Ucrania está defendiéndose a solas de las fuerzas del mal del mundo. Nuestros socios europeos y de la OTAN tienen que darse cuenta de lo que está en juego y comenzar a apoyar a Ucrania para que gane esta guerra antes de que sea demasiado tarde.
Pero ¿realmente ve un compromiso firme de los americanos y los europeos para proporcionar algo más que lo justo para no perder?
Mire, desde el primer momento nos inquietó que el lema del apoyo occidental fuese as long as it takes (el tiempo que sea necesario, en castellano). ¿Qué significa eso? ¿Qué se puede conseguir de esa manera? ¿Por qué no afirmar que harás cuanto sea necesario para ganar, para ganar cuanto antes? Si tu objetivo se reduce a defenderte de la agresión, es imposible resistir eternamente. En 2022, preguntamos a los aliados si el plan era apoyar a Ucrania en una guerra prolongada. Porque apoyarnos durante “el tiempo que sea necesario” dará el tiempo necesario a Rusia para ampliar sus tropas y potenciar su economía. En 2022 y 2023, Rusia ingresó 650.000 millones de dólares por la venta de gas y petróleo. Es muchísimo dinero. Rusia puede costear este genocidio durante años mientras destruyen nuestra economía. Están destrozando nuestras plantas de energía. ¿Cómo se supone que va a prosperar una economía sin electricidad en el siglo XXI?
No creo que sea posible.
Le digo esto por no hablar de que Ucrania es un país muchísimo más pequeño que Rusia. Y que Rusia está contratando a mercenarios de terceros países. Me parece que, con todos estos factores sobre la mesa, es fácil de comprender para cualquiera que esté más o menos puesto en los asuntos de la guerra que es imposible aspirar a una contraofensiva con unos recursos tan limitados. Por eso es tan importante para nosotros que nuestros socios definan con qué se darían por satisfechos, qué se proponen. Porque limitar la capacidad de Ucrania para golpear territorio ruso no ayuda, por ejemplo. Las guerras no se ganan con las manos atadas o con una sola mano libre. ¿Por qué no está recibiendo Ucrania los Taurus [misiles alemanes para golpear largas distancias, más difíciles de rastrear para el enemigo que los misiles franceses o los británicos y con una precisión altísima]?
Es una buena pregunta para el canciller alemán.
Mire, la gente que estudia de cerca las rutas logísticas de los rusos descubrió, hará un año, que estaban construyendo a toda prisa vías ferroviarias en las zonas ocupadas del sur de Ucrania para tener rutas alternativas de suministro para Crimea. Es más, los rusos están reduciendo drásticamente el uso del puente de Crimea para la logística militar. ¿Qué quiere decir esto? Que hemos perdido un tiempo precioso. Si hace un año hubiésemos tenido los misiles de largo alcance para golpear ese puente, ahora estaríamos en una situación mucho más ventajosa. Perdimos la oportunidad. Y no sucede sólo con los misiles.
¿A qué se refiere?
Pongamos que los Leopards y los Abrams [carros de combate alemanes y americanos] hubiesen llegado para la contraofensiva de otoño de 2022 en las regiones de Kyiv y Jersón. ¡Habrían marcado la diferencia! Pero llegaron en 2023. Regalamos tiempo a los rusos para crear líneas defensivas bastante más sofisticadas. Los tanques dejaron de ser tan efectivos como lo habrían sido. La guerra cambia, cambia rápidamente, y lo que era relevante hace un año, puede ser irrelevante hoy. Por eso es esencial que nuestros socios caigan en la cuenta y se mantengan al día de las exigencias y de las solicitudes de cada momento.
"Rusia está preparando muy en serio el terreno para una guerra convencional contra Europa"
Trump ha hablado en numerosas ocasiones de negociar con Rusia y "no dar ni un centavo más" a Ucrania. ¿Le preocupa que muchas encuestas vaticinen su regreso?
Es realmente difícil predecir lo que ocurrirá en Estados Unidos. Precisamente por eso nuestro principal esfuerzo es despertar a Europa, porque la guerra es en suelo europeo y Europa carece del privilegio de un océano entre la Unión Europea y Rusia. Si Ucrania pierde, esta guerra llegará a las casas de los ciudadanos de la Unión Europea mucho más rápido de lo que nadie espera. En justicia, ya lo ha hecho. Las guerras rusas nunca empiezan con los tanques. Empiezan con las operaciones híbridas.
¿Y qué me dice del asesinato de ucranianos y desertores rusos dentro de Alemania y España? ¿Es un mensaje para los ucranianos? ¿Es…?
Es lo que le digo. Estas operaciones van a más. Es una señal de alerta… para Europa. Están interfiriendo en el GPS de los vuelos civiles en el espacio aéreo nórdico y báltico. Espero que no haya ningún incidente, pero si permiten que Rusia siga haciéndolo, aumentarán las posibilidades de que suceda. Hace unos días, el Financial Times informó sobre el incremento de las operaciones subversivas. Cada vez son más regulares los incendios misteriosos en instalaciones militares de Europa. Los escándalos de espionaje en Alemania son el pan de cada día. Son indicios de que Rusia está preparando muy en serio el terreno para una guerra convencional, para entrar en combate contra Europa. Si pierde en Ucrania, esas posibilidades se reducirán significativamente.
¿Y cómo valora los esfuerzos de los europeos hasta el momento?
Para nosotros es fundamental que se tomen mucho más en serio el aumento de la producción. El hecho de que la Unión Europea fracasara en el envío de un millón de proyectiles [a eso se comprometió, pero no consiguió reunir ni una tercera parte para marzo] fue una vergüenza. Fue un mensaje para nuestros soldados en el frente, pero también para los rusos. Cuando los ministros europeos reconocen públicamente que sus almacenes están prácticamente vacíos porque están transfiriendo todo a Ucrania, y que carecen de la capacidad para reponerlo a tiempo, Rusia toma nota. Europa tiene que reforzar su industria defensiva, así atenderá las necesidades inmediatas de Ucrania, pero también disuadirá a Rusia.
Pero sabe que muchos líderes y analistas, especialmente en Estados Unidos, creen imposible que Rusia pierda esta guerra. Tiene armamento nuclear y tiene el apoyo de China.
Hay que ir más lejos. Lo que suceda en Ucrania tendrá implicaciones en todo el mundo. Si la principal lección de esta guerra es que una potencia nuclear no puede ser derrotada, se abrirá el camino de la proliferación nuclear en todo el mundo. Si los dictadores comprenden que pueden hacer cuanto se les antoje siempre que tengan bombas nucleares, y si otros países advierten que esa es la única manera de proteger su soberanía de la locura del vecino, será el final de todos los esfuerzos para la no proliferación nuclear de las últimas décadas. A eso se suma la experiencia ucraniana del Memorando de Budapest.
Sí, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia ofrecieron garantías de seguridad a Ucrania a cambio de que prescindiese de su arsenal nuclear.
Sin embargo, Ucrania es aniquilada por Rusia, y no recibimos la ayuda suficiente para evitarlo porque Rusia tiene bombas nucleares y nosotros no. Esto manda un mensaje al resto del planeta. El orden mundial basado en reglas ya no existe. Sólo existe el orden basado en la fuerza. Nuestros socios tienen que entender que están abriendo la caja de Pandora si su argumento para dejar caer Ucrania es el asunto nuclear. Pero hay más.
Dígame.
Estados Unidos también es una potencia nuclear. Se fue de Afganistán. Están saliendo de Irak. No se puede decir que, últimamente, estén gestionando ninguna guerra con éxito. Rusia sí ha extendido con éxito el miedo a su armamento nuclear. Lo usa para chantajear, intimidar y amenazar, pero a nadie le interesa una guerra nuclear. Ni siquiera a Rusia. Tampoco a China. Y hay que interiorizar que Irán está ayudando a Rusia en Ucrania, y querrá algo a cambio. Conocemos su firme ambición de desarrollar armas nucleares, y Rusia tiene la tecnología para ello. No derrotar a Rusia y permitir que construya estos lazos de cooperación contribuirá a la proliferación nuclear entre los países autoritarios.
"Salimos a la calle con las banderas europeas. Para nosotros, los valores europeos no son un recipiente vacío"
Y mientras tanto Ucrania mantiene su agenda para entrar en la Unión Europea. El proceso será bastante más complicado de lo que fue, por ejemplo, para España. ¿Ve la ruta clara?
La adhesión es la herramienta más poderosa para cumplir con la hoja de ruta de las reformas, para asegurarse de que el Gobierno va en la línea adecuada. El apoyo popular a la entrada en la UE es masiva, ronda el 80%. Sería un suicidio político no hacer las reformas que pide la UE. De ello depende nuestro nivel de vida, nuestra economía, nuestra administración pública. Hay que hacer los deberes antes de entrar en el club. Los ucranianos tienen que entender que no es posible entrar de la noche a la mañana, pero es importante que no se repita la trampa de los Balcanes.
¿Esperar y esperar?
Sí, perdieron el incentivo reformista. Sintieron que la Unión Europea no estaba cumpliendo con su parte. Se diluyó el impulso. En Ucrania, derramamos nuestra sangre para no vivir en el Ruskiy Mir (el Mundo Ruso). Todo comenzó con la Revolución de la Dignidad. Salimos a la calle con las banderas europeas. Para nosotros, los valores europeos no son un recipiente vacío. Estamos dispuestos a pagar con sangre nuestro derecho a vivir en un país normal. Necesitamos que la Unión Europea no se deje arrastrar por la burocracia, por las negociaciones infinitas. Ucrania no se lo merece.
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