Bolivia ha vivido una tarde de importante tensión en la capital después de que el comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, haya intentado perpetrar un golpe de Estado contra el presidente Luis Arce. Una breve, pero intensa operación que ha terminado sin heridos y con Zúñiga detenido y afirmando que el plan fue elaborado desde el principio por el propio Arce.
Alrededor de las 16:00 de la tarde del miércoles, hora local, un tanque irrumpió sorpresivamente en la sede del Ejecutivo de Bolivia. En un primer momento, Luis Arce habló de una "movilización irregular" de algunas unidades del Ejército del país en un mensaje en X, pero más tarde denunció que se trataba de un intento de golpe de Estado y en un mensaje a la nación pidió al pueblo boliviano que se movilizase para "defender la democracia".
El exlíder de la nación andina, Evo Morales, acusaba a un alto general de planear un golpe de Estado. Mientras, en las redes sociales empezaron a compartirse vídeos que muestran tanques del Ejército movilizados en la plaza Murillo de La Paz.
Desde el primer momento, Morales, enemigo de Arce dentro de su propio Movimiento al Socialismo (MAS), culpó a Zúñiga de estar detrás de la sublevación. Más tarde, las imágenes de la plaza Murillo confirmaron las acusaciones: los vídeos mostraban a Zúñiga transitando en un tanque y amenazando con tomar la sede del Ejecutivo boliviano.
Zúñiga era desde hace tiempo un hombre de confianza de Luis Arce, que en 2022 le nombró comandante del Ejército pese a las acusaciones que había contra él por corrupción y supuestos lazos con el narcotráfico.
El martes, la prensa boliviana había hablado de una posible destitución de Zúñiga después de que este dijera que Morales "no puede ser más presidente de este país". "Llegado el caso", había agregado, no permitiría "que pisotee la Constitución, que desobedezca el mandato del pueblo". El militar aseguró que cumpliría la Constitución, incluso si eso implicaba detener a Morales.
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"Restablecer la democracia"
Antes de asaltar el Palacio Quemado, sede del Ejecutivo, Zúñiga declaró a la prensa que su intención era "reestructurar la democracia" y "la inmediata liberación de todos los presos políticos".
"No puede ser que personal subalternos esté preso por haber acatado una orden. Vamos a liberar a todos los presos políticos: desde Camacho a Áñez, los generales, los tenientes coroneles... Queremos restablecer la democracia", insistía, asegurando que "todas las unidades de todo el territorio nacional están acuarteladas".
También anunció que habría un nuevo gabinete de Gobierno aunque "por ahora reconocemos al presidente Arce como comandante en jefe del Ejército".
Al entrar en el Palacio Presidencial Arce se encaró directamente al líder insurgente y le exigió retroceder y reconocer la autoridad de su Gobierno legítimo. "Repliegue a todas las fuerzas militares. Es una orden general. ¿No me va a obedecer?", increpó el presidente al general Zúñiga en el primer encuentro entre ambos.
Poco después, Arce, en medio del intento de golpe de Estado, nombró a nuevos comandantes del Ejército boliviano: José Wilson Sánchez como comandante general; Gerardo Zabala Álvarez como comandante de Aviación y Renán Ramírez en la Armada.
El mandatario apareció luego en la televisión estatal y declaró que Bolivia "está atravesando un intento de golpe de Estado". "No voy a permitir esta insubordinación", afirmó, y agregó: "Firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia".
En el mismo tuit en el que acusaba a Zúñiga, Morales anunciaba un paro general indefinido y hacía un llamamiento a bloquear las carreteras. Morales añadió: "Convocamos una movilización nacional para defender la democracia frente al golpe de Estado que se gesta a la cabeza del general Zúñiga. No permitiremos que las fuerzas armadas violen la democracia e intimiden al pueblo", subrayó.
Fin del golpe
En menos de tres horas el gobierno boliviano logró abortar el golpe. Un poco más tarde de las 18:00 horas, los soldados comenzaron a abandonar la plaza del Palacio Presidencial y a retirar los vehículos blindados. Asimismo, la policía tomó el control de la zona.
Asimismo, Zúñiga fue detenido, aunque antes de ser llevado por las autoridades aseguró a los medios de comunicación que todo había sido un plan orquestado por el propio Luis Arce. "El presidente me dijo: la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica, es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. Entonces le pregunté ¿sacamos los blindados? Y me dice: sacad", afirmó.
Zúñiga se encuentra ahora arrestado y, según han informado las autoridades bolivianas, se va a iniciar una investigación criminal contra él por el intento de golpe. Por su parte, el presidente Arce todavía no ha hecho declaraciones sobre el supuesto 'autogolpe'.
Respaldo internacional a Arce
Durante el transcurso del intento de golpe la comunidad internacional ha mostrado su respaldo al gobierno de Arce y ha condenado los actos de Zúñiga.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó desde Paraguay que el organismo no tolerará "ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia".
El Gobierno de España también condenó "los movimientos militares en Bolivia y cualquier intento de ruptura del orden constitucional y la democracia de ese país hermano". En un comunicado, el Ministerio de Exteriores trasladó "todo su apoyo y solidaridad al Gobierno de Bolivia y al pueblo boliviano" y ha hecho un llamamiento "al respeto de la democracia y el Estado de derecho".