Caracas

Un día tranquilo de elecciones terminó con gritos de "fraude" en la madrugada caraqueña. Fuegos artificiales y festejos de algunos simpatizantes del oficialismo, en el Palacio de Miraflores, llegaron con la presunta victoria de Nicolás Maduro, nombrado como el ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela.

Las denuncias sobre un posible fraude electoral realizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) comenzaron a llegar pasadas las seis de la tarde. Rumores iban y venían en redes sociales. Pero no había información oficial.

Los ciudadanos expectantes a lo que podía ocurrir se desahogaban con sus móviles, conforme se movían las agujas del reloj y el CNE no ofrecía el primer boletín.

La primera alarma de que algo pasaba fue cuando la testigo principal del partido opositor ante la Junta Electoral, Delsa Solórzano, y los dos suplentes denunciaron que no pudieron entrar a la sede del CNE en todo el día.

Después comenzaron a llegar denuncias a los medios de comunicación locales, que la "verificación ciudadana" en algunos centros no pudo realizarse. Solórzano denunció horas después que no les permitían transmitir las actas con el resultado electoral. Incluso, hubo una persona fallecida en San Cristóbal, estado Táchira, cuando defendía los votos.

Mientras eso ocurría, varios funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en diferentes zonas de la capital, recorrían la ciudad de Caracas en moto. Además, funcionarios de la Guardia Nacional, salieron a las calles en zonas como Los Teques, capital del estado Miranda.

A las nueve de la noche Solórzano y Perkins Rocha, testigo suplente de la oposición en la Junta Electoral, hicieron un llamamiento al Gobierno para que respetara la decisión de los venezolanos. "Estamos dispuestos a defender la verdad de estas elecciones hasta con la vida", dijo Perkins.

Las horas pasaban y la incertidumbre en la capital venezolana no paraba. Los dirigentes del chavismo aseguraban su victoria, horas antes de que el CNE anunciara los resultados. Pero la oposición decía lo mismo.

Pasada la medianoche, Elvis Amoroso, rector principal del CNE, anunciaba que Maduro fue elegido con 51,2% de los votos y que hubo retraso en dar los resultados por un supuestataque al sistema.

Maduro celebró su victoria en Miraflores. "El fascismo en la tierra de Bolívar y Chávez no pasará. Va a haber paz, estabilidad, respeto a la ley y justicia (...) Hubo un ataque masivo de transmisión al sistema electoral (...) Queda en manos de la Fiscalía que haga las investigaciones”, aseguró durante su discurso.

Edmundo González, "ganador electo"

En el comando de campaña de la oposición, los simpatizantes que ahí se encontraban comenzaron a llorar. La indignación se hizo presente.

Se escuchaban gritos desde las ventanas en el este de Caracas. Pero todos esperaban inquietos las declaraciones de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado. “Esperemos lo qué va a decir María Corina, calma”. “Esto podía pasar”, “Por favor que no se repita lo que ocurrió con Capriles”, se leía en redes sociales.

A la una de la madrugada, en Caracas, María Corina Machado, líder de la oposición, junto con Edmundo González Urrutia declararon fraude electoral. "Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González. Ganamos y todo el mundo lo sabe. Todas las actas que hemos recibido con más de 40% dan como ganador a Edmundo con 70% de los votos y 30% Nicolás Maduro”, aseguró Machado.

Ambos principales opositores al régimen de Nicolás Maduro se pronunciaron y llamaron a los venezolanos a no dejar de asistir a los centros de votación para recuperar el 60% de las actas que faltan para mostrarle al mundo los verdaderos resultados electorales.

"Jugada ganada, no se tranca", finalizó el candidato antichavista.

Amanecerá y veremos.