El candidato opositor Edmundo González, junto a la activista María Corina Machado, en una movilización opositora.

El candidato opositor Edmundo González, junto a la activista María Corina Machado, en una movilización opositora. Reuters

América

Llamamiento militar y más presión internacional: la estrategia opositora se renueva en Venezuela

El pasado lunes Edmundo González y Corina Machado pidieron a las Fuerzas Armadas no reprimir al pueblo y hacer respetar la soberanía popular.

7 agosto, 2024 02:50

Para muchos de la oposición de Venezuela, la clave ahora está en resistir y no perder la paciencia. La comunidad internacional ha cooperado en visibilizar las injusticias protagonizadas por un régimen. La movilización ciudadana, en tanto, ha ratificado el enorme apoyo popular que tienen personajes como María Corina Machado y el candidato presidencial Edmundo González.

Pero aunque todo eso sea esencial con vistas a sacar al chavismo del poder, nada parece ser suficiente. La disidencia a la dictadura busca ahora dotarse de oxígeno y dar con una estrategia renovada. Así se observó el pasado lunes, en un comunicado dirigido a las Fuerzas Armadas, donde se solicitaba expresamente que "no repriman al pueblo".

En el texto, siguiendo el ejemplo de Perú, se presenta a Edmundo como presidente electo y a Corina como la "líder de las fuerzas democráticas". Los dos firmantes saben bien que sin la ayuda del ejército bolivariano el intento por restablecer la democracia está cuesta arriba. Vale la pena intentarlo, por más que muchos de los militares no han dudado en mantenerse del lado de Nicolás Maduro, a quien se le acusa en el mismo comunicado de estar llevando adelante una "brutal ofensiva" en contra del pueblo venezolano.

Según advierten Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y actores involucrados en la contienda electoral, la policía ha centrado sus esfuerzos en acosar a ciudadanos, llegando incluso a sacarles sus teléfonos móviles para recabar información. Los periodistas están más expuestos que nunca y los medios de comunicación libres brillan por su ausencia. Maduro invierte casi todas las horas de su jornada laboral en enviar mensajes amenazantes a través de la televisión. Por supuesto, sin nadie que le contradiga.

La gente teme en Caracas y también en otras ciudades del país. Los mismos líderes temen, al haber recibido algunos de ellos ordenes de captura desde el poder. Con esas condiciones, la presión de parte de la comunidad internacional cobra especial relevancia. Se espera, ahora más que nunca, que tanto América Latina como Europa y Estados Unidos, permanezcan activos en defensa de la democracia y el Estado de derecho. Sin ese respaldo, los intentos por destronar la dictadura serían, una vez más, en vano.

AMLO, Lula, Petro y una postura innovadora

La presión internacional ha diferido en sus dimensiones. Mientras Perú ha sido enfático no sólo en denunciar un fraude del régimen, sino también en reconocer a Edmundo González como presidente electo, Brasil, Colombia y México han asumido un papel de neutralidad. Tanto Lula como Petro y López Obrador han sido en el pasado socios cercanos a Maduro. Y los tres, por más que coincidan en que las elecciones fueron distorsionadas y deban verificarse, han decidido no volcarse de lleno en favor de la oposición. 

La propuesta común es que el régimen entregue la totalidad de las actas y dé paso a una negociación en la que participen Edmundo y Maduro. Lo llamativo de la idea es la condición de dejar al margen a Machado, una activista liberal, cercana a la derecha, que goza de una enorme popularidad y que ha provocado más de un dolor de cabeza en las instituciones del Estado. Sería difícil, sin embargo, concebir una mesa de conversación sin su presencia. Son muchos los que no lo aceptarían.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto a su homólogo en Brasil, Lula da Silva.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, junto a su homólogo en Brasil, Lula da Silva. Europa Press

La exclusión de la militante de Vente Venezuela sería por el prejuicio que le tiene la actual administración de pertenecer a la 'extrema derecha'. Ninguna autoridad chavista estaría dispuesta a compartir mesa con ella. Para frenar la escalada de violencia, creen en las filas de gobierno, sería importante mantenerla al margen. Machado ha optado por el silencio y se ha mantenido cumpliendo su rol de activista.

El régimen, en tanto, observa en AMLO, el jefe de estado mexicano, un hombre fiable. Ha sido el actor que más distancia ha marcado al momento de exigir la publicación de las actas. Fue él, también, el primero en criticar a Estados Unidos de "extralimitarse" cuando reconoció a González Urrutia. En el caso de Petro, una reciente llamada con el mandatario chileno, Gabriel Boric, difundida después en X, puso en tela de juicio las confianzas.

Entre reconocer y no reconocer a Edmundo 

Para la oposición venezolana, calificar de "fraude" la elección o exigir la publicación de las actas no es suficiente. Se espera más, mucho más que eso de parte de la comunidad internacional. El siguiente paso, imitando lo hecho por Perú, Argentina, Ecuador y otros países de la región, sería reconocer a Edmundo González como presidente electo. Estados Unidos lo hizo, sin embargo, después dio marcha atrás.

El primero de agosto, minutos después de que se publicaran más del 70% de las actas en una plataforma en internet, Antony Blinken, secretario de Estado de la Casa Blanca, reconoció a través de sus redes sociales la victoria opositora. Según se cree, los funcionarios a cargo de la negociación de parte de Brasil, México y Colombia, consideraron que lo hecho por EEUU sólo dificultaba los acercamientos y tensionaba aún más la situación. Es por eso que poco después el discurso estadounidense se suavizó. 

"Todavía no estamos en ese punto (de reconocerlo presidente). Estamos en estrecho contacto con nuestros socios en la región, especialmente Brasil, México y Colombia, para encontrar un camino a seguir", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Todo indica que Estados Unidos sabe la importancia estratégica de esos tres países y que lo clave ahora es no precipitarse y hacer prevalecer el diálogo.

Ante la represión, resistir...

Mientras tanto, la ofensiva del régimen no da señales de desaparecer ni tampoco de bajar un ritmo. En las calles se continúan reprimiendo con brutalidad las protestas. La represión sigue siendo la mayor preocupante para la dirigencia opositora. Sobre todo, tras el anuncio de Maduro de destinar a 2.000 presos a cárceles de máxima seguridad.

Pese a sus diferencias, pareciera que el régimen de Venezuela observa en las políticas de Nayib Bukele, en El Salvador, una referencia. Cuestión que para algunos analistas confirma que la tendencia dictatorial del gobierno sudamericano devino en una de tinte totalitario. Así justificó Maduro su medida: "Ya basta de impunidad, se acabó el fascismo, no se negocia con los fascistas. El pueblo ya habló, y quiere paz".

El gobierno también anunció el pasado lunes la apertura de una investigación penal contra Machado y Edmundo González por su presunta "instigación a la insurrección", luego de los llamados a mantener las movilizaciones y a sus solicitudes a las Fuerzas Armadas de detener la "represión" hacia el pueblo que se manifiesta. Quien estuvo a cargo de presentar la medida fue el fiscal general Tarek William Saab.

Con esos antecedentes a la vista, el llamado es a extremar los cuidados y a mantener el apoyo a la causa de forma pacífica y precavida. Las esperanzas no se difuminan y la búsqueda de una negociación que dé paso a una transición democrática suman cada vez más actores en la arena internacional. Sólo quedaría esperar. Y resistir...