Tim Walz, el profesor de la América rural que podría impulsar a Kamala Harris hasta la Casa Blanca

Fue una respuesta espontánea, casi anecdótica, que se viralizó a gran velocidad y que los demócratas han adoptado como mantra. Pero al mismo tiempo condensa las cualidades de Walz: en lugar de advertir sobre amenazas a la democracia y dar lecciones de ética reduce el trumpismo a una mera extravagancia, una rareza que empieza a incomodar a la gente normal del país.

Horas después de anunciar su elección, Harris hizo campaña junto a Walz en Filadelfia, iniciando una gira de varios días por estados clave destinada a presentarle en el escenario nacional. "Hundió la economía" y "los delitos violentos aumentaron durante el gobierno de Donald Trump", afirmó Walz en su primer mitin como vicepresidente. Además retó a su homólogo repubublicano, J.D. Vance. "No puedo esperar a debatir con este chico", afirmó Walz, quien saca 20 años de diferencia a Vance. 

"No nos gusta lo que está pasando. Que no podamos ir a una cena de Acción de Gracias con nuestro tío porque terminas en una lucha rara que es innecesaria", explicaba Walz en el canal de noticias MSNBC despertando las carcajadas de los presentadores. "Es que es verdad, estos tipos son sencillamente raros. Y sabes, parece que concursan por el club de los machos odiadores de mujeres o algo así. Eso no es en lo que está interesada la gente", remató.

Voz en zonas despobladas

Nacido en una pequeña localidad rural y con décadas de experiencia en el Congreso, Walz ha recibido el apoyo de voces prominentes del Partido Demócrata por su capacidad para conectar con los habitantes de las zonas menos habitadas del país. Su retórica sencilla y centrada en asuntos domésticos puede impulsar la campaña de Harris en los lugares alejados de los focos, necesarios para unos comicios que no se juegan ni en Nueva York, ni en Chicago, ni en California. Pero sí en Ohio, Wisconsin o Pensilvania.

"Todas esas cosas sobre una amenaza existencial para la paz global, despojar de poder a la Constitución y la división… son cosas ciertas en mi opinión. Lo que veo es que ese tipo de cosas son abrumadoras para la gente", respondía el político este fin de semana al New York Times.

En un artículo de opinión, el influyente diario neoyorquino se preguntaba si Waltz era el midwestern (persona del Medio Oeste) que los demócratas necesitaban. El gobernador de Minnesota reaparecía así en la contienda por ser el número dos de Harris, cuando se daba por hecho que el puesto iba para Josh Saphiro, gobernador de Pensilvania, el estado más decisivo el próximo 5 de noviembre.

Una de las fortalezas de Walz, y por la que finalmente se ha impuesto, es que lleva años luchando por contrarrestar la retórica que se ha impuesto desde el ascenso de Trump en la política, y que presenta a los habitantes del interior estadounidense como gente extraña, cargada de rabia y con familias desestructuradas.

Jóvenes demócratas reaccionan al mitin de Kamala Harris junto a su nuevo vicepresidente, Tim Walz. Reuters

Alejado de las "guerras culturales"

"Soy de una ciudad de 400 personas, éramos 24 niños en una clase, 12 primos, mucha agricultura… ese tipo de cosas. Y sé que no son raros. Sé que no son Donald Trump", afirmaba.

Nacido en West Point, en el estado de Nebraska, en 1964, Walz trabajó en la agricultura y la industria manufacturera antes de estudiar educación en la Chadron State College, una universidad pública. Posteriormente ejerció como profesor de secundaria en Minnesota, trabajo en el que conoció a su mujer, hasta que decidió dedicarse a la política.

En 2006, ganó las elecciones al Congreso y fue elegido miembro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en un distrito que hasta entonces retenían los republicanos. Resultó reelegido en cinco ocasiones hasta que en 2018 se convirtió en el nuevo gobernador de Minnesota.

El gobernador de Minesota, Tim Walz, y la candidata a la presidencia de EEUU, Kamala Harris, en marzo de este año. Reuters

El estado de Minnesota, aunque situado en el Medio Oeste, no es un territorio decisivo porque su población ha ido virando hacia posiciones progresistas en los últimos comicios. Trump perdió allí en 2016 y 2020. Tampoco se espera que la dinámica cambie y gane en este 2024.

En cambio, Walz sí que podría impulsar el voto en otros estados cercanos como Michigan, Wisconsin y Pensilvania, este último el más jugoso porque reparte 19 delegados para el Colegio Electoral que posteriormente vota al futuro presidente.

A su favor juega también su amplía experiencia en los círculos legislativos de Washington DC, pues ha tejido alianzas con demócratas y republicanos de infinidad de territorios y puede ayudar a Harris a promover paquetes legislativos y reformas en la complicada aritmética de la capital del país.

De hecho, lleva meses urgiendo al resto de políticos a centrar el debate público en planes de infraestructura, sanidad o educación y a abandonar las guerras culturales que dominan la conversación política.

Posiciones progresistas

Sus posiciones políticas, por otra parte, se alinean más con el ala progresista del Partido Demócrata: considera que el aborto es un "derecho" y pide dejar la decisión en las mujeres; sobre el cambio climático ha firmado leyes que priorizan la transición energética y ha promovido subidas de impuestos a las rentas más altas.

En lo que respecta al conflicto del Medio Oeste, Walz tiene el apoyo de los grupos pro-israelíes de EEUU, pero también ha pedido en alguna ocasión ayuda humanitaria para Gaza, tratando de mantenerse neutral en un asunto que divide profundamente al Partido Demócrata.

Entre los conservadores, Walz fue muy criticado por su gestión de la pandemia y de las protestas raciales tras el asesinato de George Floyd en Minéapolis en 2020, puesto que según sus detractores tardó en contener los disturbios y desplegó a las tropas de la Guardia Nacional varios días después.

"Salvé tu ciudad. Si no fuera por mí, no tendrías Minneapolis hoy", llegó a espetar Trump durante un mitin en esa ciudad.

Tanto Trump como Harris han escogido a dos hombres blancos del Medio Oeste para potenciar sus perspectivas electorales. Pero su estilo es completamente distinto. J.D. Vance, la apuesta de los conservadores, es una voz prominente en las batallas culturales de los republicanos mientras que Walz quiere presentarse como un gestor ajeno al ruido.

Gira de Harris y Walz

Desde este martes, con una gira de mítines que arranca en Filadelfia y pasará por los estados decisivos, tanto él como Harris tendrán la ocasión de presentar su candidatura completa y de que su mensaje cala entre los votantes indecisos. 

"Hundió la economía" y "los delitos violentos aumentaron durante el gobierno de Donald Trump", afirmó Walz en su primer mitin junto a Kamala en Filadelfia el martes, "¡y eso sin contar los delitos que cometió!". "Estos son los mismos valores que aprendí en la granja familiar y traté de inculcarles a mis estudiantes, los llevé al Congreso y a la capital del estado, y ahora la vicepresidenta Harris y yo nos postulamos para llevarlos a la Casa Blanca", declaró.

Además, también arremtió contra el videpresidente de su adversario, J.D. Vance: comparte a "agenda peligrosa y retrógrada de Trump para este país". "Estoy ansioso por debatir con este tipo. Es decir, si está dispuesto a levantarse del sofá y presentarse", dijo

La elección no ha sido fácil. Lo normal es que los candidatos a vicepresidente pasen por varios procesos y se investigue cualquier declaración o actividad del pasado que pueda perjudicar a la campaña, pero los demócratas han tenido un par de semanas para dar con la persona que cierre el "ticket".

Harris, mujer negra de California de 59 años, ya es capaz por sí sola de atraer al voto femenino, joven, urbano y de la comunidad negra. Su compañero debe movilizar a los hombres, a los moderados y los votantes de regiones industriales o rurales.

El último sondeo de la encuestadora YouGov para la cadena CBS sitúa a la candidata con el 50% de intención de voto frente al 49% de Trump. Desde que recibió el testigo de Biden, la movilización entre los demócratas ha subido cuatro puntos y ha caído dos entre los republicanos. En los próximo días se conocerá el efecto de Waltz.