El expresidente de Argentina, Alberto Fernández.

El expresidente de Argentina, Alberto Fernández.

América

La caída a los infiernos de Alberto Fernández: aislado entre los suyos tras las denuncias por maltrato

Cristina Fernández condena el comportamiento del que fuera su compañero de fórmula, pero la izquierda española aún no se posiciona al respecto.  

14 agosto, 2024 02:04
Buenos Aires

Ya en 2018, cuando estaba en el llano y aún ni soñaba con acceder a la Presidencia de Argentina como ocurrió en 2019, el dirigente peronista Alberto Fernández había demostrado que a veces perdía el control de sí mismo y la emprendía de forma violenta contra otras personas.

Una grabación de vídeo difundida por entonces en las redes sociales le mostró con su mujer, Fabiola Yañez, en el restaurante La Cabaña del barrio Puerto Madero. Un hombre desconocido se acercó a la mesa y le comentó algo que evidentemente no le resultó agradable.

Sin que mediaran palabras, de inmediato Fernández se levantó de la silla con ira y encaró a quien le increpaba. Le atropelló de frente y le empujó provocando que el hombre cayera al suelo. Enseguida, Yañez se acercó y separó a su marido tomándolo del brazo.

Ella conocía de memoria esos arranques violentos de su pareja, pues para entonces también padecía palizas físicas en la intimidad del hogar, un piso que compartían en el mismo barrio de Puerto Madero, según ha denunciado penalmente ante la Justicia.

Fernández (65 años, político profesional) y Yañez (43 años, experiodista) convivieron allí hasta que un notición les cambió la vida: la dos veces presidenta argentina, Cristina Fernández, viuda de Kirchner, lo eligió a él de presidenciable en 2019, mientras que ella se reservó la candidatura a vicepresidenta.

- “Pero Cristina, ¿por qué yo de presidenciable? Los votos son tuyos. Si te presentas, ganas seguro”, consultó él.

- “Sí, Alberto, yo podría ganar las elecciones. Pero no podré gobernar”, admitió ella.

Aquella fórmula Fernández-Fernández viuda de Kirchner encabezó la lista del centroizquierdista Frente de Todos y se impuso en las elecciones a la del conservador Propuesta Republicana (PRO). Entonces, Alberto y Fabiola se mudaron a la residencia presidencial del barrio de Olivos.

En esa imponente casa y rodeada de 30 hectáreas de verde y arboleda se desencadenaría lo que Fabiola denuncia como una pesadilla: malos tratos verbales, palizas a golpes, obligación a realizarse un aborto, y hasta confinamiento en la casa de huéspedes.

Relación con la izquierda española

Hasta la residencia presidencial se acercó de visita Yolanda Díaz, en diciembre de 2022, y compartió una velada. La vicepresidenta española viajó a Buenos Aires para participar en un encuentro de apoyo a su par argentina, la viuda de Kirchner, condenada por corrupción y supuesta víctima de ‘lawfare’.

Díaz iba a encabezar una "mesa de debate" en el encuentro que llevaría como nombre Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia, organizado por el Grupo de Puebla, que reúne a 60 políticos de Latinoamérica y España.

Desde España también viajarían el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y el ex juez Baltasar Garzón, que en los 2000 fue empleado en el Ministerio de Justicia argentino. Pero finalmente todo se canceló porque la viuda de Kirchner dio positivo en Covid.

La buena sintonía del Gobierno PSOE-Unidas Podemos con el del binomio Fernández en Argentina también quedó en evidencia por parte del presidente Pedro Sánchez. En octubre de 2022 recibió en Madrid a Alberto Fernández en visita oficial y apenas había transcurrido un mes cuando viajó a Buenos Aires.

En una inusual visita relámpago de menos de 24 horas, Sánchez garantizó su "apoyo absoluto y total" al Gobierno de los Fernández. “España va a estar siempre del lado de Argentina (…) vamos a reforzar las inversiones españolas”, enfatizó el mandatario en declaraciones a la prensa.

También Irene Montero cruzó el Atlántico, voló a la Argentina de los Fernández en 2022 y visitó en su despacho a la vicepresidente Cristina Kirchner. La ministra española de Igualdad, además, participó en la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

Aunque en su momento mostraron una fuerte cercanía política con Alberto Fernández, hasta la publicación de esta crónica ni Sánchez ni Díaz ni Montero han reaccionado públicamente frente a las acusaciones hechas por Yañez contra su exmarido.

Fotos y mensajes en la prensa

La prensa argentina ha publicado las fotos de Fabiola con un ojo y un brazo morados a raíz de los golpes. También hizo públicos los chats de la pareja, en donde ella se quejaba: “Venís golpeándome tres días seguidos”, “todo el tiempo me golpeas físicamente”, señaló. Y le acusó: “Estás loco”.

En vez de arrepentirse, el presidente peronista se victimizaba y le pedía a su mujer que cesara con las acusaciones. “Para por favor”, rogaba y ponía excusas tales como "me siento mal físicamente" y "me cuesta respirar". Por si no bastara, chantajeaba a su mujer: “Si denuncias, si contás, me pego un tiro y me mato”.

Cristina Kirchner sí se ha pronunciado en redes sociales condenando a quien ella misma había aupado a la Casa Rosada. “Alberto Fernández no fue un buen presidente”, aseguró, y juzgó que las fotos de Yañez con magulladuras “no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana”.

Y la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, publicó este martes un mensaje en X ilustrado con la foto de Yañez y preguntando: “¿A qué hora empiezan las manifestaciones de las supuestas feministas en España y Argentina para defender a esta mujer?”.

Yañez ratificó este martes la denuncia contra Fernández al declarar en la Justicia vía Zoom desde el consulado de Argentina en Madrid, donde vive ahora. Reiteró que sufrió golpes y violencia psicológica. Por ello, aseguró, empezó a consumir alcohol y marihuana. El expresidente afronta una posible condena a tres años de prisión por el delito de lesiones en un marco de violencia de género.