El subcomandante Marcos carga contra Sheinbaum, AMLO y la derecha en su última carta a la nación
El líder del Ejécito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) compara a López Obrador con la "mano dura" del expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
23 agosto, 2024 03:13Su rostro permanece encubierto ante las cámaras. Lo han intentado identificar, pero él se resiste. Tampoco su supuesto pasado. Además de sus ideas políticas y sociales, de él se desprende un manejo hacia los medios de comunicación y una habilidad literaria que hace que miles le sigan con atención sus acciones y palabras. Es el subcomandante Marcos, uno de los máximos líderes del grupo armado indigenista de México, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El anonimato es su clave. También su mayor protección. Su rostro siempre porta un pasamontañas que sólo pone al descubierto su boca, casi siempre acompañado de una pipa en la que echa humo hacia afuera. Su carisma lo ha mantenido popular entre sus cercanos y le ha permitido, aún en la adversidad, que cientos de personas le sigan. La violencia es su método de acción política. No la única, siendo justos. Sus comunicados hacen eco en la opinión pública y abren debate en la sociedad.
Ha escrito tres de ellos en el último mes. Dos pasaron sin pena ni gloria. Quizás, pensará el mismo subcomandante, su figura está oxidada. Sin embargo, llegó el tercer escrito, titulado 'El Viaje', que sí que tuvo resonancia. Desde las montañas aparece como fecha 'agosto' sin más y la autoría sin nombre y apellido. Sólo 'El Capitán'. Habían transcurrido siete meses desde su más reciente intervención. En aquel entonces celebraba, junto a los suyos, el 30º aniversario del alzamiento armado en contra del Estado.
Al guerrillero que habita en las montañas y se mantiene al pie del cañón, no le gusta nadie que esté actualmente en la esfera política. Muy posiblemente, nunca le gustó nadie que pertenezca a alguna institución estatal o sea parte de la cúpula del poder. Así lo señala en 'El Viaje', carta en la que dispara contra el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la recién electa mandataria, Claudia Sheinbaum y, por supuesto, toda la derecha.
'El Viaje': una oposición a todo y a todos
"Todas las mañanas, (el presidente) enciende el limpiaparabrisas del vehículo que algunos llaman todavía 'Nación'. Aparta así la multitud de insectos y suciedad que se ha adherido al cristal. Que nada opaque o deforme su visión del camino, ni las letras doradas que habrán de enaltecer la historia patria o, mejor aún, la mundial".
Así es 'Marcos'. Un devoto de las humanidades que hace propias, en su retórica, algunas de las figuras literarias más reconocidas. La metáfora, cómo no, destaca entre ellas. Sigue el escrito con la misma crudeza y el mismo recurso. "Que los insectos sean cadáveres y ausencias, no importante. Que la suciedad sea sangre y las rocas que arroja la realidad, tampoco". Más allá de hacia dónde conduce esa carretera, añade, es el conductor (AMLO) quien elige el horizonte, siempre habiendo "peatones de la historia".
El descargo en contra del jefe de Estado continuó sin desdén. A la metáfora le siguió la comparación, y al repaso contra López Obrador se sumó un amplio listado de expresidentes. "Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto".
Claudia Sheinbaum, primera mujer en ser elegida Presidente de la República, con un perfil científico y a la vez revolucionario, tampoco se salvó de la crítica. Ni su género ni sus compromisos sociales calmaron a un subcomandante que ve en Morena, su formación, lo mismo de siempre. "Hombre, mujer, otrora, no importa. Allá arriba está el problema, no la solución. Si no miran hacia abajo, seguirán tropezando con la misma piedra. Y eso ya sería patológico. El oficialismo no busca apoyo, sino complicidad".
También tuvo el espacio para dirigirse a viejos enemigos, con quienes se esmeró con especial dureza luego del fracaso electoral y la crisis interna que afecta al Partido Revolucionario Institucional (PRI), el más importante de centroderecha. "En serio pensaron que personajes como Alito (Alejandro Moreno, presidente del PRI), los Chuchos (Partido de la Revolución Demócrata) y como se llame el presidente de Acción Nacional (Marko Cortés), ¿serían una opción legible? ¿Que las bobadas de Bertha (Xóchitl Gálvez) 'jalarían' al electorado joven?".
Un origen marcado por la religión y la filosofía
El grupo armado se hizo visible el primero de enero de 1994, cuando se lanzó una ofensiva militar que intentó hacerse del control de siete municipios del estado sureño de Chiapas. La historia del grupo y de uno de sus mayores artífices, sin embargo, comenzó mucho antes.
19 de junio de 1957. Ciudad de Tampico, México. Nace quien tiempo después se haría llamar 'subcomandante' y dedicaría buena parte de su vida a enfrentarse al Estado. Es el cuarto hermano de ocho, estudió en Colegio Félix de Jesús Rougler, dirigido por las Misioneras Eucarísticas de la Santísima Trinidad. Sus padres eran religiosos y el camino que escogió este adolescente, terminada, la escuela, siguió la misma dirección. Entre 1970 y 1976 estudió con los jesuitas en el Instituto Central Tampico.
Siguiente paradero: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Allí cursó el grado de Filosofía, donde se graduó años después con una tesis vinculada a la educación primaria de su país. Poniendo en práctica su anhelo docente, se desempeñó como profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana. Poco después optó por una experiencia en el extranjero, escogiendo Barcelona y atendiendo en un Corte Inglés. También visitó en su estancia Madrid y Sevilla.
Lo que cambió el curso de su vida vino después. La formación devino en ideales y su interés en curiosidad. Así es como llega a Chiapas, donde se reúne con los movimientos indígenas de la zona y se aproxima a visiones de tinte 'comunitarista'. Su inspiración, ésta vez marxista, es el italiano Antonio Gramsci, a quien alude indirectamente en varios de sus discursos.
Un año después de la primera actuación del Ejército Zapatista (EZLN), el Gobierno de México señaló conocer la identidad del Subcomandante. Su nombre sería Rafael Sebastián Guillén Vicente. Él, no obstante, reniega de aquel perfil y se limita a su segunda personalidad, la de 'Marcos', el nombre de un compañero suyo que murió y que intenta recordar cada día, mediante la apropiación de su identidad.
Lo pidió en 1992 a viva voz en una conferencia sobre el Tratado de Libre Comercio a la Asociación de Ejecutivos de Ventas y Mercadotecnia. Su sueño, antes que todo, era que los mexicanos puedan habitar "sin la necesidad de una máscara para vivir y amar". Algo, a lo menos paradójico, al sólo revelar de su rostro el antifaz que lleva y el humo que expulsa de su infaltable pipa de tabaco.